¿Cómo podemos evaluar el desempeño de la economía uruguaya en el segundo trimestre de este año?

De acuerdo al informe de cuentas nacionales en el trimestre abril/junio nuestra economía creció 2.5%, comparado con igual trimestre 2017 (algo superior al trimestre anterior y a lo esperado por analistas).

En este crecimiento internanual del trimestre hubo componentes de demanda que crecieron como consumo privado (2%) e inversión pública (15%).

Por su parte, otros factores de la demanda disminuyeron en el trimestre como las exportaciones de bienes y servicios, que bajaron 7% respecto a igual período 2017.  Bajan exportaciones agrícolas por razones climáticas que afectaron la cosecha de soja y aumentan las exportaciones pecuarias y forestales.

Otro factor negativo de la demanda es el desempeño de la inversión privada que continúa descendiendo (2% en segundo trimestre). Había caído 15% el año pasado y también bajado en el primer trimestre 2018. Baja la inversión en maquinaria agrícola y aumenta la inversión industrial.

¿Cuáles fueron los sectores de actividad que crecieron y los que bajaron?

En la comparación interanual crecieron varios sectores de actividad. El mayor crecimiento correspondió a industria manufacturera (7%), incidido por la mayor actividad de la refinería de Ancap, que el año pasado había estado en mantenimiento (la actividad industrial  baja si se excluye la Refinería). E la agroindustria se observó en el trimestre menor producción de frigoríficos (baja de faena vacuna 10%) y aumento de la industria forestal.

Otro sector que continúa creciendo es transporte, almacenamiento y comunicaciones (casi 5%), sobre todo por trasmisión de datos ya que bajó transporte por menores cosechas de soja y arroz.

Otros sectores también crecieron pero lo hicieron a tasas más moderadas (algo superior a 2%) como construcción y comercio, restaurantes y hoteles.

En contrapartida en el trimestre hubo bajas de actividad de electricidad, gas y agua (4%) y el sector agropecuario que  nuevamente cayó en el trimestre.

¿Cómo podemos considerar esta nueva caída de la producción agropecuaria?

Por cuarto trimestre consecutivo cae la producción de las actividades primarias (2%). Por lo tanto en el primer semestre del año la caída es de 4% y cae 5% en la última zafra agropecuaria.

De acuerdo al informe del BCU la explicación está dada por la menor producción de ganado de carne en el trimestre (menor faena bovina de frigoríficos que decíamos), compensada en parte por mayor producción de leche y de silvicultura (por mayor procesamiento de madera y exportaciones de rolos).

El informe indica que la actividad de la agricultura fue similar a igual trimestre 2017. Se esperaba baja agrícola por  la caída de la cosecha de soja de 60% en los meses abril y mayo. Recordemos que la soja representa 40% de la producción agrícola.

¿Qué podemos esperar en 2018 para el desempeño de la actividad económica y del agro en particular?

Si bien en el primer semestre nuestra economía creció interanual 2.4%, hay una desaceleración. En términos desestacionalizados: enero/marzo 2018 creció1% respecto al trimestre anterior y abril/junio sólo 0.2%.

Además, las dificultades de los países vecinos incidirán en la actividad de los próximos trimestres. Por lo tanto en 2018 el PIB moderará su crecimiento y aumentará menos del 2.7% del año anterior y de su crecimiento potencial.

Respecto al agro Opypa estimaba para el agro para 2018 una producción estable, con caída de agricultura compensada por aumento de pecuaria.La producción agrícola (que representa 40% del agro), puede mejorar en el segundo semestre por mayor área de trigo y cebada y hay que esperar que pasa con los cultivos de verano que se están comenzando a plantar (menores áreas).

Respecto a la pecuaria (la mitad de la producción del agro), en primeros siete meses del año: más remisión de leche, similar faena carne vacuna y aumento de exportación de ganado en pie. La silvicultura (10% de producción del agro) como decíamos está teniendo un comportamiento dinámico.

Por lo tanto, 2018 no sería un año de crecimiento esperado para el producto del agro.