El uso más eficiente de los recursos  y una mejora sustancial en los rindes productivos reflejan los beneficios de las nuevas medidas de manejo, tanto por el uso de Big Data como por instrumentos como los drones, que facilitan el trabajo de campo.

Este panorama plantea un desafío para los ingenieros agrónomos, que no solo deben adoptar estas nuevas herramientas, sino hacerse lugar en el cambio tecnológico que acontece en este momento.

Hernán Ghiglione, gerente Senior de Innovación y Desarrollo en BASF Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay, dijo a Dinámica Rural que el agro está inmerso en una revolución tecnológica. El último gran avance de la agricultura se basó en la genética, mientras que en este nuevo salto la robótica está en el centro de esta serie de cambios, con análisis cada vez más automáticos basados en el procesamiento de Big Data.

Además, dijo que en ese contexto, el rol del ingeniero agrónomo es aún más relevante, donde está más relacionado a acciones que no se pueden automatizar.