Entrevistas

Advierten que la sequía "afecta la producción de hoy y compromete el 2006"

La falta de agua que sufre el campo "no es un problema puntual, de uno o dos meses, sino que puede afectar buena parte del año 2006", advirtió hoy Julio Roquero, de la de la Asociación de Productores de Leche, e informó que la remisión bajó alrededor de 30%. Desde el sector arrocero, Tabaré Aguerre aseguró que en el sur del Río Negro el problema no es potencial, sino que está instalado.

(Emitido a las 7.34)

JOSÉ IRAZÁBAL: Estamos en plena temporada turística, en plena temporada de verano, con muchísima gente disfrutando en la costa uruguaya, y tal vez se nos haya pasado, tal vez no estemos tan atentos a uno de los temas que preocupan y mucho en el interior del país cada vez que llega esta época del año, que es la falta de agua, la falta de lluvias.

El ministro interino de Ganadería, Ernesto Agazzi, decía que el riesgo potencial de sequía ante la falta de lluvias está ahí, que estamos a la puerta.

El jerarca dijo al diario La República que hay escasez de pastura, afectación de la lechería y altos niveles de evaporación.

ANDRÉS GIL: Sí. Según Agazzi, los efectos todavía no se notan en la situación de los ganados, pero sí se están notando en el sector agrícola.

JI – Vamos a hacer una recorrida. Empezamos a conversar con algunos de los actores directos de esta situación para que nos cuenten cómo ven la situación.

AG – Nos vamos bien al norte...

JI – El ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, vicepresidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, está en diálogo con nosotros en este momento.

Cuéntenos cuál es la visión primaria que usted tiene de la falta de lluvias, cómo está afectando eso al campo.

TABARÉ AGUERRE: ¿Al campo o al arroz?

JI – Al arroz en particular. Pero sabemos que usted también está en el área de la ganadería, entonces le vamos a pedir que nos cuente cómo viene por ese lado. Comencemos por el arroz, ¿cómo se ve afectado este grano?

TA – Como la mayor parte de la audiencia debe saber, el arroz en Uruguay se cultiva 100 por ciento bajo condiciones de riego, de manera que normalmente los productores arroceros plantan ya sea con bombeo de ríos o arroyos o utilizando agua de lluvia almacenada en represas artificiales. Como el cultivo de arroz en Uruguay no se puede hacer sin riego, de alguna manera las situaciones de sequía, en la medida que no sean excesivamente prolongadas en el tiempo, no nos preocupan; al contrario. Normalmente los períodos de muy pocas lluvias son períodos con muy buena luminosidad y generalmente asociados en verano con muy buena temperatura; lo que es favorable desde el punto de vista de la fotosíntesis y la posterior transformación de la energía lumínica en carbohidratos bajo la forma de granos de arroz, que es el producto que nosotros vendemos.

En algunas situaciones que riegan de represa, con el agua un poco más justa, de persistir esto durante todo enero es probable que un porcentaje menor, pero un porcentaje al fin, tenga algunas dificultades.

En cuanto a la zona este, hoy de mañana temprano estaba hablando con algunos compañeros de la zona de Treinta y Tres, porque hubo poca lluvia pero una granizada muy fuerte que deterioró en forma importante no menos de 1.500 o 2.000 hectáreas de arroz. Se decía que la situación de agua de la Laguna Merín es normal y en el río Cebollatí, que es una fuente de agua importante. La propia organización de los productores junto con la Dirección de Hidrografía en las juntas de riego han puesto horarios de bombeo, pero todas las chacras están con agua y se están manteniendo. De persistir enero sin lluvias seguramente algún problema vamos a tener.

JI – Ahí se complica...

AG – Muchos de los productores de arroz son al mismo tiempo productores ganaderos. Ese es su caso particular. ¿Cuál es la situación en ese frente de la producción?

TA – Ahí es diferente, porque normalmente –casi siempre- las estructuras de riego, que son muy costosas, están dimensionadas, financiadas en función del cultivo del arroz y normalmente no hay agua excedente para regar pasturas. De manera que en el área ganadera que manejan los productores arroceros, la situación es la del cualquier otro productor que no está preparado para regar. Y en esas circunstancias, dependiendo de las zonas, se están viendo problemas importantes. El área de pasturas naturales está con muy poco desarrollo. En la zona más al norte del departamento de Artigas, donde llovió muy bien los primeros días de diciembre, todavía se ven áreas verdes, pero más hacia el centro del departamento, y concretamente donde estoy ahora, en el departamento de Salto, la situación es un poco más seca que otros años en esta fecha, con muy poco agua en el perfil, con muy poca área foliar en la mayoría de los campos naturales, y en las praderas es mucho peor. Las praderas son muy productivas en la medida que tengan agua almacenada en el suelo, pero con 42, 43 grados, como estamos teniendo estos días, y sin agua en el perfil, las praderas son prácticamente inexistentes.

AG – El ministro interino de Ganadería comentaba que los efectos todavía no se notan en el estado de los ganados. ¿Usted comparte esta apreciación?

TA – En general, por lo que es mi caso y por lo que uno ve de andar unos cuantos miles de kilómetros por vez en las carreteras en la vuelta, los ganados están en una época del año en la que normalmente no tienen requerimientos nutricionales altos, con cualquier cosa se mantienen. Tienen en general un buen aspecto, salvo en algún lugar donde se ve que salieron mal del invierno. Pero no sé si de mantenerse esto durante todo el mes de enero no va a estar repercutiendo en los índices reproductivos. Acá en el Norte hay una cola de parición de un 20 o 30 por ciento, que terminó de parir ahora en diciembre...Va a salir fuera del período óptimo de entore. Hoy no se ven los efectos porque los ciclos biológicos de la ganadería determinan que a veces los efectos se vean un año después de que ocurre el evento climático adverso. Hoy el aspecto general, lo que se ve desde las carreteras, es que los ganados están bien, pero no se ve pasto abajo. Si lo que expresó el ministro fue que el problema es potencial, lo comparto y estamos a 15 o 20 días de que sea un problema importante.

JI – Usted dice que en dos semanas la cosa puede cambiar, se puede agravar. ¿Qué pueden hacer?, ¿se puede hacer algo?, ¿se comienza a tomar algún tipo particular de medida?

TA – Sí. Hay técnicas más o menos dominadas. En mi caso, hemos acelerado o intensificado la técnica del destete precoz, se empieza a racionalizar las pasturas en función de las categorías más sensibles...Son todas medidas paliativas, pero si no llueve para que las plantas desarrollen pastura, vamos a tener una salida del verano muy comprometida. Sobre todo hay una alta carga de ganados en el país. Me consta que en el sur es peor. El 24 fui a Montevideo en coche –normalmente viajo en ómnibus de noche- y al sur del Río Negro, de Palmar a San José, prácticamente no se distingue un campo natural de un rastrojo de trigo o de cebada recién cosechado o un campo donde se aplicó glifosato. En esa zona, me atrevo a decir que el problema ya está.

***

"Podría afectarse la producción de 2006"

ANDRÉS GIL: Aguerre nos hablaba de la zona al sur del Río Negro. Nos decía que ahí la cosa ya está bastante más complicada. Ya no se trata de un riesgo potencial sino de un riesgo instalado.

Nos vamos al departamento de San José, y a una actividad productiva mucho más sensible a estos avatares climáticos, como es la actividad lechera.

JOSÉ IRAZÁBAL: Cuando falta agua, pega muy fuerte en este sector. Eso está claro.

Estamos en contacto con Julio Roquero, presidente de la Intergremial de Productores de Leche e integrante de la Asociación de Productores de Leche.

Píntenos el panorama, ¿cómo está afectando la falta de agua al sector?

JULIO ROQUERO: Se viene complicando desde el mes de octubre. Viene lloviendo muy poco. Se complicó más en noviembre, con los días de muchísimo calor que hubo en ese mes, que hizo que las pasturas, como las praderas y demás, se vieran bastante afectadas. Eso se planta en una época del año para nosotros crucial, cuando se hace la recolección de las pasturas naturales, como las praderas, cuando se hacen los fardos para la reserva del año 2006, y cuando se empieza, en octubre-noviembre, a hacer los cultivos de verano, los cultivos forrajeros de sorgo y los cultivos de maíz y sorgo, tanto para grano como para hacer silo, que es lo que utilizamos como reserva para el otoño y el invierno de 2006. Aparte de ser una seca puntual que nos afecta directamente en la producción de hoy, en este mes de enero, compromete bastante todo el año 2006, durante el cual vamos a tener que echar mano a otro tipo de reservas.

AG – Generalmente, cuando se llega a esta altura del año el tema de la sequía está siempre arriba de la mesa. Pero también es bueno hacer comparaciones. En términos comparativos, ¿cómo se puede calificar la situación actual respecto de lo que ha sucedido a esta altura del año en años anteriores?

JR – Esto es mucho más grave, por lo que hablaba anteriormente. Cuando se plantean estas sequías a fines de diciembre-enero, muchas veces es normal y estamos preparados para soportarlas, porque tenemos los cultivos ya implantados, ya hicimos las reservas forrajeras de pradera, está todo encaminado y sabemos que las plantas de verano con muy poca agua que caiga se mantienen y se desarrollan. Pero esto viene de bastante más atrás, entonces complica muchísimo más las cosas, porque no es lo que decíamos anteriormente, una seca puntual que afecta uno o dos meses, sino que puede afectar por lo menos buena parte del año 2006.

AG – Usted comentaba el impacto que tiene sobre la producción forrajera y cómo eso va a repercutir durante 2006 en la productividad de la actividad, pero también hay un impacto inmediato: ¿cómo ha evolucionado durante esta semana la remisión de leche a la industria?

JR – Las remisiones vienen bajando bastante pronunciadamente. Estamos 30 o 30 y pico por ciento por debajo de lo que se estaba produciendo, a pesar de que los productores ya hemos echado mano a las pocas reservas que teníamos y a la compra masiva de granos y subproductos en forma realmente importante. O sea que aparte de la baja producción, también tenemos un elevado costo de la misma. Eso agregado a ciertas dificultades para conseguir los subproductos y los granos; una gran parte de los cuales se importa de Argentina.

JI – ¿Qué pasa con los precios a partir de esta situación que usted está pintando? ¿Qué se está dando con la industria?

JR – Los precios están estabilizados; tuvimos una pequeña suba a partir del mes de noviembre. Eso está incambiado, en el caso de Conaprole, que es la que en definitiva rige los precios. Se han mantenido y esperamos que se mantengan. Todos sabemos que en la baja producción, cuando hay menos leche, los costos de la industria también suben, pero esperamos que los precios se mantengan por lo menos para tratar de paliar esta situación.

AG – En cuanto a la cantidad de agua que se precisa para normalizar la situación o por lo menos para paliarla, ¿de cuántos milímetros estamos hablando?

JR – Para los cultivos de verano por lo menos tiene que llover 30 o 40 milímetros para que se normalice y que lo que está para nacer pueda nacer, que aquello que está peleando pueda crecer bastante y armonizarse....Los cultivos de verano con poca agua se van a ir manteniendo. Se complica el tema del agua para los ganados, que se están retirando muy rápidamente, complicando los manejos. Para terminar con el déficit hídrico tendría que llover por arriba de los 100 milímetros.

AG – ¿En qué plazo?

JR – En un plazo corto. En enero el grado de evaporación es muy grande. Va a venir el calor, los días son muy largos y esto se acelera cada vez más. Pero también sabemos que en enero es difícil que se revierta la situación. Aunque tenemos antecedentes...Como este país es tan irregular en el tema climático, en enero pasado vivimos una crisis parecida en enero que en 10 días se revirtió. O sea que nosotros los productores siempre jugamos con esa esperanza.

JI – Prendiendo velas.

AG – Haciendo la danza de la lluvia...

JI – ¿Qué relación tienen con la Dirección de Meteorología en cuanto a los pronósticos? ¿Cómo la definiría? ¿Qué información tienen de este fenómeno que están atravesando ahora?

JR – Normalmente tenemos poca información. Y los datos que venimos teniendo vienen errando continuamente. No sé si es déficit de ellos o si el pronóstico del tiempo es muy difícil de hacer. Cuando se dan estos fenómenos, se da todo para que se dé la lluvia, pero llega el momento y se disipan las tormentas. Entendemos que la Dirección de Meteorología es bastante carente de recursos y además el tiempo no se puede pronosticar más allá de tres o cuatro días con certeza. Es de las cosas que el hombre todavía no ha podido dominar. Es una incertidumbre que tenemos los productores, que dependemos directamente del tiempo.

AG – ¿Pero es una incertidumbre en lo anímico o hay decisiones de corto plazo que se pueden ir tomando para ir reencauzando o mitigando, minimizando los efectos o las pérdidas que produce una sequía como esta?

JR – Los productores van tomando las medidas, eso es día a día. Uno va tomando las medidas para ir mitigando y minimizando los efectos de la sequía. Pero todo tiene un límite...y con la baja de producción, es una constante, porque uno la puede minimizar pero no la puede terminar. Vamos peleando contra eso, esperando día a día que venga la lluvia y podamos aliviar la situación. De cualquier manera esperamos que la importación de granos y subproductos y la oferta en general en el país sea abundante para que no haya ese tipo de problemas que tenemos ahora y que el forraje pueda venir de algún otro lado. Porque de repente el litoral está un poco mejor que el Sur, para ir paliando. Y que todos los organismos se pongan en disposición de ayudar a paliar esta situación.

AG – Usted está trabajando en la zona de San José, pero como presidente de la Intergremial seguramente tiene un relevamiento más o menos acabado de la situación en todo el sector. ¿Se puede hablar de un foco de situación problemática en materia de falta de agua?

JR – Sí, el sur está mucho más complicado. En el litoral, si bien ahora se está acentuando un poco más la seca, venía bastante mejor que el Sur. Venía lloviendo seguido, no en grandes en cantidades pero bastante más que en el Sur. Y es también una cuenca lechera importante. El Sur es la parte más castigada. El año pasado le tocó a todo el norte del país sufrir una seca bastante importante. Ahora nos toca a nosotros y esperemos que esto se acorte. Pero uno estudia el panorama de la región y ve complicado también el tema paraguayo, el sur brasileño, parte de Argentina...Es un fenómeno que se viene dando desde hace unos años en la región que no logra superarse del todo.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: María Eugenia Martínez