Entrevistas

Uruguay y México acordaron el ingreso de carne bovina

Ayer México y Uruguay firmaron el acuerdo que, tras cuatro años de negociación, permitirá el ingreso de carne bovina al país azteca. En principio se piensa en colocar 35.000 toneladas pero el total podría alcanzar las 85.000. El director de Servicios Ganaderos, Francisco Muzio, dijo que el acuerdo se da en el marco del Tratado de Libre Comercio, sin cuotas y con un arancel del 7%.

(Emitido a las 8.44)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Para presentar el tema del que vamos a hablar voy a repetir palabras del ministro de Ganadería, José Mujica, ayer: "No todas son pálidas en la vida". Seguramente muy embebido de lo que está sucediendo en el panorama político nacional, sobre todo la relación tan conflictiva con Argentina, que les ha generado muchos dolores de cabeza al gobierno y al sistema político en general.

ANDRÉS GIL:
Si querés te agrego otra, también de Mujica: "Paciencia y mucha paciencia". Esa fue su respuesta refiriéndose a lo que se precisó para destrabar la situación con México para el ingreso de la carne uruguaya a su mercado.

JI – Fueron negociaciones que llevaron más de cuatro años luego del cierre que México dispuso ante la aparición de la aftosa aquí en Uruguay para que decidiera reabrir las puertas.

AG – Ayer se firmó un memorándum entre el titular del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de México, Javier Trujillo, y el embajador de Uruguay en México, José Ignacio Korzeniak, que permite la reapertura para el ingreso de productos cárnicos de nuestro país después de que desde el año 2000 a la fecha, previo a la firma del convenio, se cerraran las fronteras a partir del brote de fiebre aftosa en Uruguay.

JI – Un dato interesante es que se trata de un mercado al que se ingresará sin límite de cuota y con un arancel inicial de 9 por ciento pero que va a bajar a 7 por ciento.

AG – Exactamente. Vale la pena entrar en detalles, porque además hay algunas consultas de la audiencia a propósito de este tema, cómo va a impactar en un sector que tuvo un comportamiento excepcional durante 2005 y que arranca 2006 con otra buena noticia que seguramente le va a permitir mantener el liderazgo en las exportaciones de nuestro país.

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JI – Antes de ingresar al diálogo con Francisco Muzio, médico veterinario y director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), vamos a repasar lo que nos decía José Ignacio Korzeniak, embajador uruguayo en México, en diálogo con En Perspectiva, mostrándose contento por haber llegado a buen puerto tras varios años de duras negociaciones.

(Audio)

"JOSÉ IGNACIO KORZENIAK:
Fue una negociación efectivamente muy trabajosa, que partió en la época en que Uruguay fue declarado libre de aftosa con vacunación, después de la crisis de aftosa. Eso determinó una serie de requerimientos específicos por parte del gobierno mexicano, de las autoridades sanitarias del Ministerio de Ganadería o su equivalente, que es el Sagarpa (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación), que establecía una serie de condiciones que Uruguay fue cumpliendo con creces. Debo decir que México importa carne de 11 países, todos libres de aftosa sin vacunación, lo que quiere decir que el hecho de que importe de Uruguay en este momento, haber llegado a este acuerdo, es excepcional, va a ser el único país libre de aftosa con vacunación que va a exportar a México".

JI – Estamos en diálogo con Francisco Muzio, director de los Servicios Ganaderos del MGAP.

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Doctor Muzio, recién decía Korzeniak que Uruguay queda en una situación excepcional en la relación con México. ¿Por qué logra esto?

FRANCISCO MUZIO:
Es así, esto explica por qué ha sido un proceso tan largo y una negociación tan dificultosa. La legislación mexicana no prevé importaciones de carne de países que, como es el caso de Uruguay, estén libres de fiebre aftosa con vacunación, ellos sólo reconocen en su legislación a los países libres de aftosa sin vacunación. No obstante eso, en el marco del Tratado de Libre Comercio que se firmó en 2004, ya se preveía que podría hacer la excepción. Esa previsión llevaba implícita una serie de garantías que México exigía para reabrirnos el comercio.

JI – Recordemos cuáles son.

FM – Lo que se firmó ayer, que es el Memorándum de Entendimiento, tiene como anexo un plan de trabajo en el que se detallan las responsabilidades que corresponden a la Sagarpa mexicana y a la Dirección General de Servicios Ganaderos, con la presencia en nuestro país de cuatro veterinarios, uno como coordinador y tres como inspectores, para habilitar todo el sistema en su funcionamiento, tanto en la parte de campo como en la parte de las plantas frigoríficas, y este es un acuerdo por el plazo de un año que a los seis meses de funcionamiento va a ser evaluado por ambas partes.

JI – ¿Presencia permanente de esos veterinarios aquí en Uruguay?

FM – Sí, era una condición sine qua non, que también tiene México en el caso de la mosca de la fruta con Chile, no había antecedentes en el área de sanidad animal de una cuestión de este tipo, por eso costó más encontrar una fórmula de entendimiento.

AG – Un tema que en su momento generó cierta controversia en lo interno, la llegada de estos veterinarios mexicanos a hacer tareas de inspección en Uruguay.

FM – Claro, hay otros países que tienen la calidad de libres de aftosa sin vacunación –el caso más conocido es Estados Unidos– y no han tenido este tipo de exigencias. De todas maneras posiblemente las condiciones de un país y otro no sean las mismas, de ahí la exigencia de México.

JI – Se habla de un acuerdo que no tiene límites en cuanto a la cuota que puede colocar Uruguay.

FM – Esa es la parte más interesante de todo este acuerdo, que México –de acuerdo con todo lo que uno ha conocido y ha escuchado de la gente que está en el comercio de la carne– no tiene cuota y el arancel, como dijo el embajador Korzeniak, es muy bajo en ese Tratado de Libre Comercio, va a llegar muy próximamente al 7 por ciento.

JI – Cuéntenos cómo impacta eso, qué dimensión tiene para el mercado uruguayo.

FM – La primera –que no por repetida deja de tener importancia– es la diversificación, evitar la concentración que hoy tiene Uruguay, que tiene prácticamente el 80 por ciento de su exportación en un solo mercado. Un análisis de riesgo muy simple hace pensar que eso, a pesar de tener sus ventajas, tiene sus desventajas si por cualquier circunstancia estuviéramos impedidos de llegar a ese mercado. En segundo término, México, por una razón de demanda interna, adquiere a mejor precio algunos cortes, como la entraña, que no son de mucho valor en el mercado internacional. No tengo los valores, pero la industria dice que los adquiere a un valor superior al que se coloca en otros mercados; eso haría que el precio final de la res fuera superior.
 
AG – Son subproductos que no se colocan en otros mercados o que se colocan a precios menores.

FM – Se colocan a precios menores.

JI - ¿Qué tipo de cortes prefieren los mexicanos, aparte de los que usted nos comentaba?

FM – La bola de lomo, no sé otros detalles. Además México, con la población que tiene, tiene un mercado que puede pagar, como pagan otros países que tienen un consumo de carne de mayor calidad. Este es el razonamiento inicial pero puede llegar a ser muy importante la colocación de Uruguay en ese mercado.

AG – Antes de cerrarle las puertas a la carne uruguaya, México compraba algo así como el 8 por ciento del total de las carnes que Uruguay exportaba. Está claro que esto va a depender de cómo empiecen a operar los actores privados del sector, ¿pero qué expectativas hay respecto del porcentaje de las exportaciones totales que se puede llegar a colocar?

FM – No sé, he visto en la prensa como mínimo 35.000 toneladas, pero he visto manifestaciones de la industria que dicen que se podría llegar a 85.000 toneladas en el año. Todo va a depender de cómo se opere en el mercado mexicano pero las perspectivas son inmejorables.

JI – Nos preguntaba un oyente cómo es el acuerdo con respecto a la presencia de los mexicanos, ¿quién paga esos sueldos? ¿quién va a hacer ese mantenimiento? ¿Eso corre por cuenta de Uruguay?

FM – Sí; en el acuerdo interviene también el Instituto Nacional de Carnes, que va a ser el que financie el costo de los veterinarios y toda la operativa acá. Ya hay un acuerdo con la industria porque sabíamos que era la única manera de poder llevar adelante ese plan.

JI - ¿Va a haber algún tipo de tratamiento especial para la carne uruguaya en cuanto a controles sanitarios con respecto a otros mercados, por ejemplo comparando con lo que se envía a Estados Unidos?

FM – No, la figura de los veterinarios que van a estar acá se denomina "médicos veterinarios inspectores de origen", quiere decir que la carne va a salir de acá con la aprobación de los médicos veterinarios mexicanos, además de todo lo que tiene que hacer Uruguay normalmente en las exportaciones. Eso aseguraría que una vez arribados a México los contenedores no tuvieran dificultades.

JI – Cuéntenos cómo es el proceso de habilitación de las plantas frigoríficas. Eso lleva también un trabajo, un estudio previo.

FM – Claro, ya hay antecedentes, Uruguay tuvo plantas habilitadas cuando estaba libre de aftosa sin vacunación, y ahora ha incorporado nuevas plantas, lo que quiere decir que va a ser un trabajo de un mes de plazo del coordinador que venga, que va a ser el auditor jefe, para inspeccionar las plantas y habilitarlas.

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AG – Quería preguntarle sobre la cadena, hay medidas especiales a partir de la salida de la carne de los frigoríficos. ¿De qué medidas estamos hablando?

FM – Todavía no tenemos los detalles propiamente operativos, los vamos a acordar con el coordinador. Pero creemos que una vez que esté el personal mexicano acá, con las garantías que da hoy Uruguay y el sello que ellos le van a poner a las exportaciones, no va a haber ninguna otra medida adicional más allá de las que normalmente existen en cuanto a maduración, PH y condiciones en general para la exportación de carne fresca madurada.

AG – Una duda que surge por el momento en que se da: se habló de que hay que tener mucha paciencia, todos seguimos de cerca las distintas instancias en las cuales parecía que el mercado mexicano se reabría y finalmente la expectativa se veía frustrada por distintas trabas que ponían las autoridades de México. ¿Por qué esto se da ahora?

FM – Esto es la coronación de un esfuerzo de mucho tiempo. Fue complicado en el sentido de que aparte de las condiciones que se iban buscando en la negociación, que fueran aceptadas por los dos países, no debemos desconocer que dentro de México seguramente hay intereses que por alguna razón no querían que entrara la carne de Uruguay. Algo de eso debe haber habido –estamos en el terreno de las suposiciones, no hay una información contundente–, así como había intereses para que la carne entrara también debe haber habido para que no entrara.

AG - ¿Pero hay algún interés especial en que la carne uruguaya entre ahora? Se lo pregunto porque, por ejemplo, hace muy pocos días se supo de un nuevo caso de vaca loca en Canadá, que complica el ingreso de las carnes canadienses al mercado estadounidense y seguramente también al mercado mexicano. ¿Eso puede haber sido un disparador de la búsqueda de otros mercados?

FM – No, porque a fines del año pasado esto estaba a punto de concretarse pero no se logró porque era un período muy especial en cuanto a las licencias en las diferentes partes que intervenían. Es importante señalar que había un compromiso político de las autoridades mexicanas de que esto se llevara a cabo, lo que demoró más fue establecer el plan de trabajo entre las dos partes, pero había una voluntad política de abrirle el mercado a Uruguay.

AG – Hemos hablado mucho de carne bovina; ¿hay expectativas de ingreso al mercado mexicano de otro tipo de carnes uruguayas?

FM – Sí, estamos viajando la semana que viene a México, hay una invitación de la comisión méxico-americana para visitar la planta de irradiación de moscas para machos estériles del gusano barrenador. Al regreso vamos a estar en contacto con las autoridades mexicanas para avanzar en todos los detalles y vamos a plantearles –ya se lo anunció el embajador– la posibilidad de exportación de carne ovina. Y también está la negociación con Estados Unidos, que ya está encaminada.

AG – También para carne ovina.

FM – Sí, también para carne ovina.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe