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La obligatoriedad de la Educación Física en las escuelas

Según señaló el presidente Tabaré Vázquez en el festejo de los 95 años de la Comisión Nacional de Educación Física, el gobierno se propone establecer la obligatoriedad de la Educación Física en la escuela primaria. El programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social, en coordinación con la Administración Nacional de Educación Publica y el Ministerio de Deportes, lleva adelante la estrategia de recreación y deportes. La meta es combatir la exclusión social que sufren cientos de niños en escuelas de contexto crítico, así como mitigar el ausentismo y la deserción escolar. Informe de Santiago Díaz

Sobre la importancia de la educación física, la recreación y el deporte en la formación de un niño ya hemos hablado algunas veces en el programa. Hace un par de semanas Natalia Trenchi explicaba como el deporte es esencial para adquirir ciertos valores, como la tolerancia, la cooperación y la aceptación de los éxitos y los fracasos. Esta estrategia de recreación y deporte apunta a eso, pero también a mitigar la exclusión social que sufren muchos niños en nuestro país, así como también la desmotivación y la deserción escolar.

Este programa, llevado a cabo por el Ministerio de Desarrollo Social, a través de Infamilia, en coordinación con el Ministerio de Turismo y Deporte y la Administración Nacional de Educación Física, está estrechamente vinculado con el programa de maestros comunitarios. Esta estrategia de recreación y deporte cubre un total de 200 escuelas de contexto crítico en todo el país. En 2005 llegó a más de 75.000 niños, cifra que es bastante similar este año.

Los profesores fueron seleccionados a través de un llamado abierto, ganan 6.846 pesos y cumplen un horario de 22 horas semanales de lunes a viernes, aunque también existen actividades especiales los sábados. Una vez que son contratados los profesores, un equipo técnico compuesto por integrantes de Infamilia, ANEP y la Dirección de Deportes los capacita fundamentalmente para que tenga mejores elementos para trabajar en una escuela de contexto crítico. 

"Es un instrumento muy importante para la promoción de la inclusión social. En este caso de niños y niñas, porque es sabido que en las escuelas de contexto crítico una de las principales causas de la desintegración, de la exclusión social es el ausentismo que luego se transforma en deserción en la enseñanza media y lleva a que estos niños tengan pocas posibilidades de inserción en la sociedad", dijo Julio Bango, director del programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social.


El panorama de la educación física en las escuelas públicas está bastante lejos del ideal. De un total de 979 escuelas públicas urbanas en todo el país, sólo 657, es decir un 67%, realizan algún tipo de actividad vinculada a la Educación Física. No es un buen panorama y contrasta con la órbita privada, que tiene un 100% de cobertura, lo cual genera una clara inequidad.

Dentro de las escuelas que cuentan con actividades vinculadas con la educación física, esta estrategia de recreación y deportes de Infamilia significa más de un 30%. Respecto a los resultados del programa en las diferentes escuelas en donde se ha instrumentado Bagno señaló: "Pudimos obtener algunos datos. Hicimos una consulta los maestros para ver la valoración que los maestros tenían sobre los resultados de la acción del programa de recreación y deporte y un 56% consideraron que las actividades realizadas influían positivamente en los niños y habían contribuido a mejorar su comportamiento. El 80% de los maestros entendieron que esta estrategia favorecía mucho la integración y socialización de los niños".

En el mismo sentido, Alicia Cabrera, directora de la Escuela 125 del barrio Lavalleja dijo que este plan ha sido muy importante, muy positivo, dentro de una escuela en donde son muchas las carencias: "Nosotros tratamos que la escuela sea un referente cultural, no tanto un referente asistencial como suele ocurrir en estas zonas. Tenemos una población de unos 450 alumnos que varían. Esta gente se muda mucho, se traslada y a veces ese número varía. La población más abundante es en los primero años y después hay niños que abandonan y se llega a quinto y sexto año con menos población", indicó.

Según señaló Cabrera lo que se trata de evitar con esta estrategia de recreación y deporte es la deserción y el ausentismo escolar. Es en este contexto que la figura del profesor de educación física cumple un rol fundamental.

Anelio Rivero es el profesor de educación física que está trabajando, a través del programa Infamilia, en la Escuela 125. Según indicó Rivero a partir de esa disciplina se han logrado importantes avances en las distintas etapas de los niños dentro de la escuela. "Fundamentalmente en los niños de primer nivel que están desarrollando su esquema corporal. Todo lo que es la parte de la lateralidad, la ubicación tiempo y espacio, que la maestra lo trabaja en el aula, nosotros trabajamos los mismos temas en lo físico. Y después en los grupos de segundo y tercero podes desarrollar valores como la cooperación, el trabajo en equipo, el saber que las cosas que están en la escuela son bienes comunitarios y no son de uno sólo y que tenemos que compartirlo con los demás. Todo eso lo logramos hacer desde el juego, la recreación y el deporte", explicó.

Además, Cabrera comentó que ni se imaginan la posibilidad de quedarse sin la actividad deportiva, que ha sido muy importante a la hora de contener los focos de violencia que tienen algunos niños.

Otro de los profesores vinculados a este programa es Alejandro Fernández Chávez, quien trabaja en la Escuela 91, de Maldonado, indicó que esta iniciativa de Infamilia debería extenderse a más escuelas: "Creo que son evidencias más que necesarias para poder ampliar este programa que, por las informaciones que hemos compartido con colegas de todo el país, ha sido más que positivo y bienvenido".

Rivero también comparte la opinión de Fernández Chávez, basándose en que considera inconcebible la formación de un individuo sin educación física.

Las particularidades de trabajar en escuelas de contexto crítico
Para Carlos Pérez, quien actualmente trabaja en la Escuela 63, ubicada en Camino Carrasco y Zum Felde, trabajar en una escuela de contexto crítico fue una experiencia nueva y reconoce que los primeros tiempos no fueron fáciles: "Sinceramente creí que la primera semana de trabajo abandonaba. Me establecí un reto personal, porque no estaba acostumbrado a este tipo de tareas. Al tener esa necesidad tan grande de movimiento (los chicos) se dispersaban, se subían a los techos, a los árboles... uno trataba de imponerse, de marcar pautas y ahí se ve que yo me adapté un poco a los chicos y ellos a mí. Estos chicos son muy activos, gustan de los juegos muy vigorosos. Tienen una muy corta capacidad de atención, podría decirse que son comparables a cualquier chico en edad inicial. Entonces, requieren de explicaciones concretas, concisas... Y si ellos no tienen interés en la actividad, la actividad fracasa", explicó. 

Pérez comentó que a estos niños les encantan las carreras, los juegos de fuerza, de competencia, en donde pueden descargar toda la agresividad y violencia que pueden llegar a tener. Otra cosa que señaló es que para los profesores es clave detectar cuales son los líderes de los diferentes grupos para congeniar con ellos y transformarlos en líderes positiva. A partir de ahí, cuando el profesor se va ganando el afecto del grupo, empiezan a mechar las actividades que los niños quieren, con otras que el profesor impone.

Esto tiene que ver con algo que también indicó Fernández Chávez y que se vincula con las carencias que encontró en algunos niños, a partir de las cuales desarrolló su plan de trabajo: "Falta de integración, el tema del respecto, los valores. Entonces allí comenzamos a centrar la atención, fomentando los valores necesarios para una convivencia social y pacífica como el respecto, la solidaridad, la responsabilidad... Entramos a atacar esos puntos. Y, puntualmente, desde la educación física yo busco aumentar los niveles de integración, trabajando en esos valores, buscando un espacio de integración y disfrute de esos valores", señaló.

Aquí hay algo interesante, que es la coordinación que se da entre el profesor de educación física y las maestras. Y, como también indicó Pérez, en el caso de la existencia de una coordinación con el maestro comunitario, que es un programa que va en la misma dirección que este de la educación física.

"En estas escuelas muchas veces vos tenés que adaptarte a cosas de culturas barriales. Y para tener los mismos objetivos y resultados que en las escuelas de contextos más favorables la demora es mucho mayor (...) Si el niño está acostumbrado a tocar timbre y salir corriendo usar eso para desarrollar técnicas atléticas, todo ese tipo de cosas...", señaló Rivero, que desde hace cuatro años trabaja en una escuela de este tipo.