Alertan sobre lógica sindical del "conflicto en la lechería"
El director de Desarrollo Productivo de la Intendencia de Florida, Alejandro Etcheverría, advirtió sobre la paradoja que significa que la lechería, el sector más exitoso de la agroeconomía nacional, enfrente periódicos conflictos. "Podemos solucionar ahora un conflicto pero en breve estaremos en otro porque la lógica que está primando es la del conflicto, no la de confluencia de intereses", explicó.
(Emitido a las 8.55)
EMILIANO COTELO:
En el panorama nacional hay un tema que en estos días resulta irritante para muchos uruguayos: el conflicto en la industria láctea. Irritante, malhumorante, sobre todo por esa consecuencia que ya ha tenido y que puede eventualmente continuar agravándose de que algunos productores deban desperdiciar, deban lisa y llanamente tirar decenas de miles de litros de leche.
Las preguntas se amontonan sobre cómo se hace para tirar la leche y no afectar el ambiente y por otro lado sobre por qué no se entrega ese alimento a los uruguayos que tienen problemas para bancar su propia alimentación.
Estamos en diálogo con Alejandro Etcheverría, ex directivo de la Sociedad de Productores de Leche de Florida, hoy director de Desarrollo Productivo del municipio de ese departamento.
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EC - Algunos gobiernos municipales han planteado una advertencia muy seria creo que el de Florida es uno de ellos sobre cómo deben comportarse los productores de leche si tienen este problema de que el camión no llega a tiempo y se ven obligados a sacrificar lo que han ordeñado. ¿Cuál es exactamente?
ALEJANDRO ETCHEVERRÍA:
Sobre ese punto en particular la Intendencia Municipal de Florida (IMF) a través del propio intendente, frente al planteo que los productores de leche y la industria realizaron respecto de la eventualidad de tener que tirar leche por no tener capacidad de frío en los tambos y la industria no está en condiciones de absorber la producción, y de ver cuáles eran los lugares autorizados para tirarla, se comunicó con el directorio de OSE a los efectos de solicitarle autorización para que el vertido pudiera realizarse en la planta de tratamiento de agua, cosa que no es posible seguramente porque la capacidad de la planta excede el tratamiento que pueda hacer adecuadamente a este fluido.
En segundo lugar, ya que no es competencia de la IMF determinar en qué puntos podría realizarse esta tarea, se les sugirió ponerse en contacto con la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), que es el organismo competente para determinar un lugar donde realizarlo sin generar un problema ambiental insuperable.
EC - Pero a la hora de considerar esto de tirar la leche estamos hablando de dos hipótesis distintas, una es la del camión cargado que no logra descargar en la planta porque esta viene atrasada en su proceso, y la otra es la del productor que en su propio tambo no tiene más remedio que ordeñar las vacas porque llegó la hora y no tiene el camión, no tiene dónde poner esa leche y no tiene más remedio que desperdiciarla. Son casos completamente distintos.
AE - Son casos completamente distintos que hablan de las dificultades que implica montar un operativo de distribución de leche. En el espíritu de todo el mundo, tanto del gobierno como de los productores, el hecho de tener que tirar la leche es una situación límite producto de que el sistema ha colapsado, la capacidad de frío en los tambos en el mejor de los casos puede tolerar un día y medio de ordeñes, se ordeña dos veces al día y la capacidad de frío en esta época del año generalmente se colma con el ordeñe de un día, entonces todo atraso en la retirada de los establecimientos lecheros implica que la leche que se ordeñe en el siguiente ordeñe no tenga dónde ubicarse.
Eso es lo que está generando el colapsado del sistema y la imposibilidad de que existan camiones para que desde los tambos pueda instrumentarse un sistema de distribución para aquellas situaciones más difíciles desde el punto de vista social.
En lo personal, el 30 de setiembre del año 2002 participé activamente en una campaña de distribución de leche en los barrios carenciados no sólo de la ciudad de Florida sino también de Las Piedras y Montevideo, lo cual significó una operativa que se planificó con mucho tiempo y en la que todas las partes estaban de acuerdo porque allí el conflicto era contra el Estado y contra el encarecimiento de los costos de la producción, que había generado una caída significativa de los precios que el productor recibía.
En esa oportunidad en el departamento de Florida se deben haber distribuido en el entorno de los 10.000 litros, quizás 15.000 con lo que se llevó a Las Piedras y La Paz, y el consumo diario de leche pasteurizada en el departamento anda en el entorno de los 8.000 litros. O sea que una cisterna de leche de Conaprole, o de cualquier industria, lleva en el entorno de los 15.000 litros de leche, con lo cual así se distribuyera leche a toda la población del departamento sobraría una cisterna.
Además en un plan de distribución de leche la gente que tiene un poder adquisitivo razonable no va a hacer cola para que usted le distribuya leche. El lunes a la tarde en la usina nº 7 de Conaprole, que está a muy pocos kilómetros de la ciudad de Florida, había 25 cisternas esperando para poder distribuir la leche. Al haber un detenimiento de esas cisternas, que son las mismas que tienen que volver a retirar la leche de los tambos, montar un operativo de distribución sería más que nada simbólico, de ahí la preocupación que todas las partes tienen que tener en cuenta a la hora de encontrar una solución a este conflicto.
EC - Por un lado está el problema social, lo chocante que resulta tener que tirar leche cuando hay gente que querría recibirla, niños que no tienen acceso a la cantidad que deberían recibir a lo largo del día. Pero por otro está el problema ambiental, si hay que llegar a tirar, ¿qué se hace? Porque el productor no tiene otra, ¿dónde va a tirar la leche? La va a tirar en el curso de agua cercano que tenga. ¿Cómo hace?
AE - En los tambos la situación es irremediable, si no se destraba este conflicto el productor se va a ver obligado a eliminar la leche. En ese sentido somos optimistas, creemos que esta situación se va a destrabar, ya ha habido un afloje en cuanto al problema de frío, si bien todavía persisten algunas situaciones importantes en algunos establecimientos que tienen la capacidad totalmente colmada y que si en las próximas horas no se resuelve la retirada de leche inevitablemente la van a tener que tirar.
En el departamento de Florida, por algunas informaciones que tenemos, ya se ha tirado leche, estimamos que en el entorno de los 20.000 litros. Esos niveles, si bien generan problemas ambientales, no son de gran magnitud. La planta de Florida recibe un millón de litros por día, volumen que sí sería realmente catastrófico por lo que significa este producto. Por eso estamos siendo moderadamente optimistas en cuanto a que va a primar la cordura y podamos discutir el futuro de la lechería sobre otras bases.
Es paradójico que el sector quizás más exitoso de la agroeconomía del país se haya consolidado sobre un concepto de conflicto de intereses y no como debería ser, sobre la base de una confluencia de intereses. Es un sector extremadamente conflictivo, que cíclicamente se ve enfrentado a problemas de este tipo. Le planteaba lo que ocurrió cuando el reparto de leche de hace cuatro años, pero si analizamos lo que ha venido sucediendo, todas las primaveras se generan estos conflictos, a veces por reivindicaciones salariales, otras por decisiones de política económica que toma el país que impactan negativamente sobre los sectores productivos. Se genera esta puja entre los intereses del sector, los productores, la industria y los trabajadores, y estamos convencidos de que en la medida que no discutamos a largo plazo, partiendo de la base de que lo que tiene que predominar es la confluencia y no el conflicto de intereses entre las partes, seguramente no somos conscientes de la importancia que tiene este sector para la economía del país.
La lechería no es cualquier sector, es un sector estratégico, es uno de los pocos sectores que han demostrado tener una muy fuerte integración vertical entre todas las partes, que genera una actividad económica colateral muy importante. Florida hoy está atravesando una actividad económica que en años anteriores no se veía, tanto en el comercio como en los servicios, se ve claramente cómo funciona la economía, y eso es producto de la fortísima recuperación que el sector lechero ha tenido en los últimos años, particularmente el año pasado, que se tradujo en la economía.
Es cierto que actualmente ha habido una reducción importante en el precio de la leche que recibe el productor como consecuencia de la caída de los precios internacionales y de un encarecimiento de los costos de producción, y por eso también se han radicalizado las posiciones, ya que los productores, que recientemente han recibido una rebaja en el precio de su producto no están dispuestos a conceder mejoras salariales por encima de las pautas que el propio Poder Ejecutivo ha establecido. Ahí es donde se radicalizan las partes.
Falta un abordaje de la problemática pensando en el mediano y el largo plazo partiendo de un análisis distinto del que se ha hecho hasta ahora, es decir, una construcción del sector sin duda más exitoso que tiene el país, en un determinado momento con un fuerte protagonismo del Estado y un conflicto fuerte entre productores y Estado, luego cuando el Estado deja de tener un rol protagónico el conflicto se da entre los productores y la industria o entre los trabajadores en algunos momentos aliados con los productores y en otros colisionando con los productores, como se ve en este momento. Hasta tanto no abordemos el problema con otra visión esto se seguirá repitiendo en el futuro, podemos solucionar ahora un conflicto pero en breve estaremos en otro porque la lógica que está primando es la del conflicto, no la de confluencia de intereses.
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Edición: Mauricio Erramuspe