La Tertulia Agropecuaria

Crecimiento y conflicto sostenido en la lechería

El sector lácteo desde hace años registra cifras favorables de crecimiento de la producción y las exportaciones. Actualmente se vende al exterior el 80% de leche que se remite a planta, hay unos 5.000 tamberos y unas 50.000 personas dependen del sector. Y en cada primavera un conflicto afecta la cadena láctea. Tertulia agropecuaria con Rodolfo Irigoyen, Leonardo Mesa, Guillermo Villa y Álvaro Lapido.

(Emitido a las 9.43)

EMILIANO COTELO:
El sector lácteo atraviesa una coyuntura, al menos, "curiosa". Por un lado, el auge económico y comercial sostenido en el tiempo, por el otro, casi como una regla, cada primavera un conflicto.

En resumen, la actividad de este sector lácteo no para de crecer: la remisión de leche aumenta; los precios internacionales ayudan y, en consecuencia, las exportaciones están alcanzando récords históricos en valor.

Sin embargo, en el último mes el sector ha tenido una presencia muy fuerte en los medios de comunicación y entre la gente pero por otro motivo: los conflictos que afectan la cadena y que, entre otras cosas, generaron problemas de abastecimiento muy notorios, por ejemplo de leche.

Por todas estas razones y por la importancia económica y social de este sector lácteo, vale la pena detenernos en él, mirar un poco más allá del conflicto de este año, sobre todo para tratar de entender dónde está la falla en la organización de la cadena que hace que, pese a la muy buena coyuntura de los últimos años, el sector esté sometido a conflictos casi sistemáticos.

Abrimos esta tertulia de hoy presentando al equipo que, de ahora en adelante –y una vez por mes– estará con nosotros ayudándonos a analizar distintos temas de la actualidad del agro de nuestro país.

Nos acompaña la ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa, que es la coordinadora de este ciclo y quien va a ir introduciendo a los integrantes de la mesa, comenzando por quienes serán los tres contertulios permanentes.

ROSANNA DELLAZOPPA:
En primer lugar Rodolfo Irigoyen, que ya nos acompañó en la tertulia de la carne que hicimos en el Prado, ingeniero agrónomo, master en Economía del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México, y además es consultor privado         y productor rural.

En segundo lugar Leonardo Mesa, ingeniero agrónomo, productor rural, asesor de un grupo CREA y de varias firmas individuales; está radicado en el departamento de San José.

Finalmente Guillermo Villa, ingeniero agrónomo, productor rural, asesor y administrador de varias empresas agropecuarias y desde 1985 gerente de Unión Rural de Flores, donde está radicado.

EC - Para cerrar esta introducción recibimos a quien será hoy nuestro invitado. Se trata de Álvaro Lapido, ingeniero agrónomo, productor ganadero y lechero, directivo de la Cámara de Industrias del Uruguay y director de Conaprole, firma responsable del 80% de la actividad del sector lechero en Uruguay.

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EC - Para empezar –y quizás sea Lapido el más indicado para responder esta pregunta–, ¿ustedes comparten lo que yo decía al principio en cuanto a que el sector viene de varios años de una coyuntura muy buena? ¿Qué datos concretos podemos manejar?

ÁLVARO LAPIDO:
Efectivamente, a partir del año 2002 la lechería en Uruguay creció a tasas de 4% y 5%, es un sector que está exportando casi el 80% de su remisión a plantas. Parece importante hablar de la gente que está directa o indirectamente vinculada con la lechería, hay casi 5.000 productores lecheros en Uruguay y 50.000 personas dependen de la leche en este país. Esas cifras nos deberían sorprender.

EC - ¿Qué está pasando en materia de mercados, qué está pasando con los precios internacionales?

AL - En este momento tenemos valores internacionales buenos en todos los commodities que exportamos. Estamos hablando de más de 50 países, 50 destinos distintos en el caso de Conaprole para todos los productos que salen de nuestras plantas. Estamos hablando de facturaciones en torno a los 300 millones de dólares, a lo que hay que adicionarle el mercado interno, que por cierto es importante también.

EC - ¿Cómo estamos en materia de competitividad?

AL - La gran ventaja competitiva que tiene el sector lácteo está en los productores, en el bajo costo de producción de leche. De ahí sale una cadena muy fortalecida; es importante aclarar que los tambos no son sólo productores de leche, son también grandes productores de carne, en lo cual Uruguay es muy eficiente y ese es el disparador de una cadena que llega a todo el mundo con precios muy competitivos. El comienzo de todo está en el bajo costo de producción que tenemos.

EC - A continuación quería preguntarles a propósito de la importancia social de este sector. En la introducción yo lo mencionaba, algo al pasar dijo Lapido, ¿y los demás cómo destacan el impacto social? En particular, ¿qué elementos distinguen al sector lácteo de otros sectores agropecuarios?

GUILLERMO VILLA:
Cuando uno habla del sector lechero, sobre todo a nivel urbano no hay un claro dimensionamiento de qué comprende y uno piensa que son productores importantes. Es cierto, hay productores de mucha remisión, pero lo importante es detallar cómo se sectorizan esos productores.

EC - ¿Cómo es la estructura social de los tamberos?

GV - En información de Conaprole, que es bastante parecida al resto, tenemos que son todos pequeños productores, de los cuales 85%-87% está ordeñando promedios anuales de 55 vacas por día. Son productores que ocupan predios menores a 300 hectáreas, prácticamente el 25% de los productores de Conaprole ocupa menos de 50 hectáreas, otro 25% corresponde a productores que ocupan menos de 100 hectáreas y así seguimos hasta llegar a casi 90%, que son productores menores a 300 hectáreas. Si hablamos de capital y lo extrapolamos a ganaderos, son muy pequeños ganaderos. Es una estructura que viabilizó la cadena láctea, de otra forma no serían viables bajo ningún concepto.

EC - ¿Qué pasa en materia de ingresos de estos productores lácteos, de estos tamberos?

LEONARDO MESA:
A nivel general, alrededor de la mitad de los productores de Uruguay produce menos de 500 litros. Conaprole tiene cifras de ingreso del grueso de sus pequeños productores, la disponibilidad de dinero mensual es del orden de los 13.000 pesos. Es un área de la producción que requiere mucha mano de obra. Volviendo al tema social de la cadena láctea, de las actividades pecuarias, sacando horticultura y fruticultura e incluyendo la gran ganadería y la agricultura, la lechería es la más intensiva, requiere alta cantidad de mano de obra y una bastante buena calificación. Esto lleva a un aprendizaje del rubro, un arraigo al sector, y es por eso que familias con muy poca producción y muy poco ingreso logran subsistir, porque en cualquier otro rubro no podrían tener esos ingresos.

Por otro lado, en el nivel más empresarial hay empresas lecheras muy grandes y empresas lecheras muy pequeñas que también se manejan como empresas obteniendo ingresos de dinero bastante interesantes, rentabilidades bastante interesantes atractivas no sólo para las familias de bajos recursos o de poco capital, sino también para que inversores y productores de más tamaño, más empresarios, puedan tener rentabilidades adecuadas.

RD - Sería interesante que Irigoyen aportara, en una mirada más macro de la cadena lechera, los números y lo que hace al movimiento del país, como hicimos con la cadena cárnica, porque también lo que hace a exportaciones y volúmenes son datos interesantes.

RODOLFO IRIGOYEN:
Los lácteos exportan en el orden de los 300 millones de dólares, lo cual es una magnitud muy trascendente. Pero más que poner énfasis en esa parte, me gustaría complementar lo que estaban diciendo los otros expositores, dándole un enfoque no tanto agronómico sino más social. Conaprole solo tiene en el orden de los 1.500 productores familiares, con mano de obra básicamente familiar, no contratada. Y a esos 1.500 tendríamos que sumarles muchos otros productores pequeños, artesanales que no remiten a planta ni están registrados en Conaprole. Para esos productores el tambo es no sólo su única fuente de trabajo, sino también su domicilio, su estilo de vida, hace a su cultura. Tenemos que incorporar todos esos elementos cuando queremos dimensionar la importancia del sector, no sólo en términos numéricos sino también sociales.

EC - ¿Cómo les va a esos pequeños productores a la hora de encarar las inversiones que la producción de leche requiere? Pienso por ejemplo en la maquinaria para el ordeñe automatizado, en los tanques de frío.

LM - Cada vez es más difícil para esos pequeños productores permanecer en los predios. Quiero agregar sobre el efecto socializador de los tambos. Hablábamos de esas familias establecidas en sus predios; donde se instalan tambos llegan las carreteras, llega la luz, llegan los teléfonos, llega el ómnibus, llegan las escuelas. Es impresionante la cantidad de gente que en los últimos 30 años ha logrado establecerse en base a todos estos elementos.

Y también es impactante cómo pequeños productores de Canelones, de Rocha, de Anzina, del litoral, familias de ingresos del entorno de los 13.000 pesos, logran ordeñar unas pocas vacas, enviar la leche a plantas industrializadoras, leche que después sale al mundo en productos, en queso, en leche en polvo. Esa es la gran fortaleza que tiene este sector, que no han logrado los queseros artesanales, por ejemplo. Pequeñas familias que ordeñan vacas, leche que luego es consumida por argelinos, norteamericanos, mexicanos, eso es lo mágico de este sector.

RI - Conviene poner un poquito más énfasis en este tema, porque si bien esa función social es extraordinariamente importante, no deja de ser una carga para la competitividad del sector. Esos productores que tienen problemas de escala, problemas financieros, que pueden incorporar menos tecnología, etcétera, son menos competitivos, producen a costos unitarios superiores. Es una carga importante que Conaprole asume dada su condición de cooperativa pero comprometiendo en alguna medida su competitividad.

Tenemos que buscar la expansión del sector por el lado de la competitividad, por lograr cada vez más empresas con dimensiones adecuadas, con tecnologías adecuadas, con eficiencia productiva.

EC - ¿Y cómo se hace con los pequeños productores, para que puedan invertir y permanecer en el negocio?

RI - Voy a dejar ese punto para los más especializados, pero sería un enorme riesgo, dado que cumple esa función social, buscar expandir el sector a partir de ese tipo de productores, con pequeños predios, alejados, para los que hay que crear nueva infraestructura. La expansión del sector debe ir por el lado empresarial y estos pequeños productores deben buscar medidas asistenciales que los hagan más competitivos, que irán por la escala, por la tecnología, pero no se puede pensar en llenar el país de estos pequeños productores como forma de aumentar la importancia del sector.

ML - Estoy totalmente de acuerdo, simplemente algún aporte más. El tamaño promedio de los tambos, de las empresas, viene creciendo fuertemente, el número de productores viene bajando y la producción viene aumentando. Viene aumentando por aumento de área dedicada al sector y mucho también por aumento de productividad. Lo que viene creciendo es el tema empresarial, los tambos empresariales y los tambos familiares que tienen buenos retornos económicos y capacidad de inversión.

Tenemos datos objetivos de una muestra importante del movimiento CREA, alrededor de 60 productores que llevan los registros económicos con resultados realmente buenos. En los últimos dos ejercicios se han dado 200 dólares de ingreso por hectárea, sin contar la renta, que es un problema. El precio de la tierra está subiendo, hay mucha competencia, tanto para comprar como para arrendar tierra. Quizás la mitad de los 200 dólares se vaya en el arrendamiento, pero así y todo hasta ahora el sector ha podido seguir creciendo en área y aumentando la productividad por hectárea. Entre los productores pequeños puede haber excepciones por el lado de una solución empresarial, tecnología hay suficiente pero no pasa por el lado empresarial la salida grosera de la masa de productores.

Hay un problema de acceso a la tierra, hay cada vez más competencia, en la cuenca lechera se pasó de valores de 1.000 y pico a más de 2.000 o 3.000 dólares en números muy gruesos. Es notorio el aumento de la tierra por varios motivos, desde el lado argentino se compra y arrienda tierra para producir, ha habido una revolución en el tema agrícola en Uruguay, y eso aprieta cada vez más al productor pequeño que si no tiene escala no tiene salida. Hay muchos pequeños productores muy buenos, que producen muy intensivamente y con muy buenos resultados por hectárea, pero lo que les queda de ganancia les permite apenas una vida digna desde el punto de vista económico y un muy pequeño crecimiento.

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EC - Supongo que estas lluvias vienen bien para los tamberos, ¿eran algo necesario?

GV - Sin duda, para todos los sectores.

EC - ¿Llovió donde tiene que llover?

GV - Yo vine de Flores esta mañana y empezó a llover desde la ciudad de San José hacia el sur, en Trinidad había una preciosa mañana.

ML - En Libertad llovía suave, sé que llovió bien en Colonia, ya iban 10 o 15 milímetros de madrugada, venía muy bien el agua.

EC - Se estaba precisando.

LM - Muchísimo.

RI - En el norte lo que llueve son grados de temperatura.

EC - 35º C debe ser un problema para la actividad agropecuaria y para la leche en especial.

RI - Sí, en varios aspectos, porque son temperaturas que normalmente se dan en verano cuando las actividades productivas son otras, las de este momento no están acompasadas con estas temperaturas entonces ocurren muchas distorsiones.

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EC - Hemos hablado de cómo funciona el sector lácteo desde el punto de vista social, es un buen momento para pasar a describir la cadena. ¿Cómo es la cadena en la lechería?

RI - Son distintas fases. Me gustaría empezar haciendo un comentario sobre el primer eslabón, o el último, según se mire, que es la producción primaria. En ese sentido el diagnóstico es muy claro, lo daba Álvaro al principio, hay un elevado nivel de producción, se obtienen precios elevados que son explicación de eso, pero quiero poner el acento en el gran incremento de los costos.

Los márgenes netos de ingreso de los productores, tanto en la lechería como en otros sectores, como en la carne, se han mantenido más o menos constantes, las cifras microeconómicas muestran eso en los últimos dos o tres años, pero aumentando simultáneamente los ingresos y los costos. En principio se puede pensar que la situación no cambia, pero cambia en un sentido muy importante que es el alto aumento del riesgo. Por ejemplo, con ingresos de 100 y costos de 80 se obtiene un margen de 20, y con ingresos de 40 y costos de 20 también se obtiene un margen de 20, pero en el primer caso si hubiera una caída de los precios del 10%, que es una cosa totalmente normal porque son precios muy volátiles, y una caída de la producción de otro 10%, que también es una cosa totalmente normal por cualquier problema climático, quedaríamos redondeando 80, por lo tanto quedamos en 0. Si el promedio es 0 quiere decir que medio país queda con números rojos y que la inversión se derrumba porque los que quedan en negro quedan con números muy bajos.

En el otro caso, con ingresos de 40 y costos de 20, si hay una caída del 20, el 20 de 40 es 8, queda en 32 con un margen de 12. A más alta relación insumo/producto el riesgo crece exponencialmente, por lo tanto estamos en una situación que si bien es buena, es de alto riesgo por el elevado nivel de los costos. La lechería está enfrentada a un sistema de costos que no presenta ningún indicio de que vaya a bajar, por el contrario, se va a mantener o va a subir.

Leonardo hablaba del precio de la tierra; tanto en compra como en arrendamiento, está el precio de la energía, ya sea directa en el gasoil o la energía eléctrica, que crece también en forma muy importante; el sector lechero es consumidor de otros productos primarios como las raciones, y los granos forrajeros también crecen; el trabajo, porque si bien mucha mano de obra es familiar también ha estado aumentando. Estamos enfrentados a un paquete costoso que crece en general –los últimos datos de FUCREA así lo indican– a tasas mayores, por lo tanto el margen se va achicando y el riesgo va incrementándose muchísimo.

AL - Permitime un aporte en ese sentido. Comparando el ejercicio 2005-2006 con el ejercicio 2004-2005, la ganancia por hectárea de los productores fue la misma, 4 dólares menos, pasó de 208 a 204, subió el precio de la leche en dólares un par de centavos, subió el costo un par de centavos. En realidad la leche en pesos se mantuvo constante, no hubo variaciones en el período, lo que bajó fue el dólar, lo que hace que la leche suba en dólares porque con los mismos pesos compro más dólares.

Pero también subieron los costos, básicamente los referidos a los bienes no transables, subió el costo de la mano de obra, sube el costo de la energía, sube el bps. Y paralelamente suben algunos precios internacionales en dólares, como el del petróleo que arrastra el del combustible, que arrastra el de los fertilizantes. Hasta ahora veníamos con unos centavos más de precios, pero a partir del cierre de este ejercicio el precio de la leche bajó.

Entonces realmente el riesgo aumenta, ante cualquier pequeño traspié climático o de precios internacionales la leche puede quedar empatada o llegar a perder dinero, porque en el costo que estábamos mencionando no está incluido el costo de la tierra, que puede ser de 2 o más centavos por litros de acuerdo con la zona en que se esté y las condiciones locales, y tampoco está incluido el costo financiero, la deuda, y hay productores que no tienen deuda y productores que tienen una deuda relativamente importante.

EC - Ustedes ponen allí una luz amarilla a tener en cuenta cuando estamos hablando de cómo funciona esta cadena. ¿Alguna otra consideración sobre los distintos eslabones?

GV - Volviendo sobre el sector primario de la cadena, que es el productor, es un tema muy importante. El sector primario está constituido en 90% por productores muy chicos, y como están subiendo los costos una de las formas de mejorar su situación es aumentar escala. Nos pasa en todos los órdenes, no sólo en la producción de los tambos. ¿Cómo podemos crecer en escala? El 48% de la producción láctea se produce sobre superficies arrendadas. El arrendamiento es un mercado de ofertas y demandas, y hoy entraron a jugar otros actores como las forestales y la agricultura que hicieron crecer los valores en el entorno de 300% o 400%.

Pero independientemente del costo del arrendamiento, el problema más grave que se está generando para esos pequeños productores es la disponibilidad de tierras, hoy no hay tierras para arrendar en el mercado. La cadena ha hecho un esfuerzo enorme durante muchos años por viabilizar productores que serían absolutamente inviables, que hoy no serían productores, estarían en los cinturones de las ciudades, y esos campos estarían agregados a otras producciones de mayor escala.

AL - Sería bueno presentar los distintos eslabones de la cadena porque todos arrancamos hablando de los productores pero también están quienes trabajan, los obreros que trabajan en los tambos, el transporte de la leche, las industrias, la gente que trabaja en la industria, los distribuidores de los productos, los comerciantes, y finalmente, lo más importante, los consumidores. Esa es la cadena completa, esa cadena de más de 50.000 personas vinculadas con la cadena láctea que a veces no parece una cadena.

EC - Es una cadena que tiene un factor crítico que es la leche. Parece de Perogrullo pero es crítica la leche en el sentido de que es un alimento que no puede almacenarse o acopiarse por tiempos más o menos largos.

AL - Desde que se fundó Conaprole en 1970 ha habido lo que se ha llamado el problema de la leche, cuando no había problemas con los productores había problemas con los distribuidores o con el informalismo. Hoy tenemos dificultades, toda la industria láctea está en conflicto con sus trabajadores, con la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, y es importante que analicemos que todos los que estamos vinculados con la cadena estamos siendo perjudicados por esto. La que está siendo beneficiada con este conflicto es la industria láctea argentina, que entra con miles de productos, con cientos de camiones diariamente a ocupar los lugares que nosotros estamos dejando vacíos en las góndolas, y también a nivel de exportación. Lo está haciendo Nueva Zelanda, lo está haciendo Australia, lo está haciendo la propia lechería chilena llenando con los productos en tiempo, en forma y con calidad los espacios que estamos dejando libres. Toda nuestra cadena está afectada y festejan los de fuera.

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EC - Desde la audiencia, Alejandro, de Tacuarembó, dice que está escuchando el programa mientras revuelve el queso. "Acá hay 35º C y una seca infernal, y a pesar de todo producimos leche, producimos queso, no somos un lastre". No sé quién se da por aludido ante esa sentencia tan fuerte. ¿A qué hace referencia?

LM - Supongo que hablamos bastante de los productores pequeños y del costo mayor costo de producción que tienen. Yo insisto en un detalle personal, hay muchos productores pequeños muy eficientes, que tienen una rentabilidad muy buena y que producen a un costo muy bajo, pero son la excepción. Podría ser el ejemplo de ellos, es un trabajo que habría que hacer, pero de todas formas el sector tiene un problema estructural de productores pequeños con poca capacidad de crecer y de aumentar su escala.

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EC - Vamos a recordar una entrevista que tuvimos el 21 de setiembre con Alejandro Etcheverría, ex directivo de la Sociedad de Productores de Leche de Florida, hoy director de Desarrollo Productivo de la Intendencia de ese departamento. Cuando empezaba el conflicto en el sector lácteo Etcheverría decía lo siguiente.

(Audio Alejandro Etcheverría.)

"Es paradójico que el sector quizás más exitoso de la agroeconomía del país se haya consolidado sobre un concepto de conflicto de intereses y no como debería ser, sobre la base de una confluencia de intereses. Es un sector extremadamente conflictivo, que cíclicamente se ve enfrentado a problemas de este tipo. Si analizamos lo que ha venido sucediendo, todas las primaveras se generan estos conflictos, a veces por reivindicaciones salariales, otras por decisiones de política económica que toma el país que impactan negativamente sobre los sectores productivos. Se genera esta puja entre los intereses del sector, los productores, la industria y los trabajadores."

(Fin.)

EC - ¿Qué dicen ustedes a partir del análisis del ingeniero agrónomo Etcheverría? ¿Por qué hay tantas dificultades para armar una cadena que funcione de una manera más armónica?

AL - Es importante repetir que 70% u 80% de lo que producimos sale para el exterior. El mercado es el mundo, esa es la gran oportunidad que día a día debemos recorrer, explorar. Pero no todos entendemos claramente ese tema, debemos hacer un mea culpa porque la industria manda sus técnicos al exterior para mostrarles el mundo, para que vean dónde está la tecnología, para capacitarlos, para abrirles la cabeza; nuestros hijos los hijos de los productores van a la meca de la lechería que es Nueva Zelanda a abrir su cabeza y ver que ahí están las oportunidades, ahí es donde se puede aprender. Y el mea culpa que haría como director de una empresa exportadora como es Conaprole es no haber logrado abrir la cabeza de los sindicalistas, de nuestro movimiento sindical, que sigue pensando que el enemigo es la patronal –estamos diciendo que la patronal son las familias tamberas–, que el enemigo es la gente que dirige las empresas, que sigue con el mismo discurso, cuando el enemigo está en el exterior, el que ocupa la góndola en aquel país al que no puedo llegar porque no cumplo con la calidad, no cumplo con los embarques. El concepto está en llevar esta gente, mostrarle el mundo, que vea que el problema no está en los empresarios, en las empresas, que la amenaza son quienes nos dejan fuera con subsidios, con trabas arancelarias, con cuotas, con acceso a mercados. Es un debe que tenemos, lo hemos comentado con esta gente, sería bueno cambiarles la cabeza a los líderes sindicales no sólo de la lechería, de toda la industria uruguaya, subirlos en un avión y decirles "el mundo es este, ahí está la oportunidad".

GV - Yo soy funcionario de una cooperativa desde hace más de veinte años y estoy del otro lado del mostrador. Para que una cadena funcione aceitadamente lo primero que tiene que tener es un objetivo común, tenemos que tener claro cuál es nuestro objetivo común y sentirnos eslabones que tenemos que cinchar todos parejo para que esa cadena realmente arrastre lo que tiene que arrastrar. Si por parte de distintos eslabones no hay una conciencia clara de eso y aprovechamos los momentos de fortalezas o debilidades para ejercer determinadas presiones, indudablemente la cadena se vuelve débil y su debilidad va a estar marcada por su eslabón más débil. Con esto no quiero culpar al sindicato ni a la patronal, tiene que haber una conciencia de todas las partes.

Los conflictos suceden en primavera no por razones aleatorias sino porque es cuando todo el resto de la cadena, sobre todo el sector primario, es más débil y tiene menos posibilidades de defenderse, pero todos los integrantes de la cadena debemos tener una visión largoplacista. Como funcionario mi primer objetivo integrando una cadena es pensar que es una cooperativa de trabajo, que somos más de mil personas que trabajamos y que debemos compatibilizar para que la cadena pueda subsistir en el tiempo. No tenemos que tener visiones puntuales y coyunturales sino análisis estructurales de la cadena de todos los actores, por ahí va a pasar la solución del problema.

AL - Quiero dar un ejemplo sobre lo que está diciendo Guillermo. Toda la leche que recibimos hoy en Uruguay, en el entorno de los 4 millones de litros por día, en Nueva Zelanda la industrializa una sola planta en la que trabajan 180 personas. Repito: toda la leche que recibe Uruguay con toda esta gente de la que estamos hablando. Esa es la empresa que compite con nosotros en el mundo. Esto ilustra la necesidad de bajar los costos, de ser eficientes porque esos monstruos que manejan el 50% del mercado internacional nos van a sacar de los mercados y la lechería se va a limitar al mercado interno exclusivamente.

RI - Estoy de acuerdo con Guillermo, no hay una visión de todos los integrantes de la cadena de dónde está el punto final al que debemos apuntar. Cada uno, supongo que los obreros de la industria y también los productores, defiende su chacrita, somos todos culpables, nadie mira el objetivo final. Y voy más allá, Uruguay no es consciente de la importancia de la agropecuaria, voy a poner solamente un ejemplo: quizás la aftosa habría entrado igual al país, pero es inconcebible que un país de base agropecuaria no haya tenido un mínimo de cuidado con la frontera argentina en aquel trágico año, en aquel Turismo. Me gustaría saber qué hubiera hecho Nueva Zelanda si hubiera estado en el lugar de Uruguay, no habría entrado nadie, ni aviones.

EC - Quizás en esa misma línea pero con un enfoque un poco más confrontativo, Rolando, de Sayago, dice: "Creo que lo fundamental sería llevar a los sindicalistas de este sector al campo y mostrarles cuál es la realidad. Es inútil dialogar con gente que no conoce más allá de la realidad de la ciudad".

RI - Nadie es más culpable que otro, ni en la cadena ni en la sociedad, la función de nosotros cuatro hoy, fundamentalmente de los tres fijos, es intentar acercar las dos visiones. No somos ni malos ni buenos, cada parte cumple una función y en la medida que todos la cumplamos mejor va a ser mejor la cadena y va a andar mejor el país, pasa por ahí. Recuerdo de mi ida a Nueva Zelanda, hace ya diez años, que en la capital o en cualquier ciudad el taximetrista, todas las personas conocían exactamente de qué vive Nueva Zelanda, la importancia que tiene la agropecuaria y los productores eran muy bien vistos, los empresarios son muy valorados por la sociedad.

EC - Aquí tenemos el caso paradójico de que hay una enorme cantidad de productores –en el caso de Conaprole la mitad– que ganan por mes en el orden de 13.000 pesos, y por otro lado en la misma empresa en el sector industrial el empleado con el sueldo mínimo está en los 16.000 pesos. Ahí hay algo que no funciona, que chirría si uno examina esos números. ¿Qué pasa? ¿El productor está ganando muy poco y quizás por eso se logra esa competitividad tan alta del sector lácteo uruguayo?, ¿no es a costa de un ingreso muy bajo del productor?

LM - Una breve acotación sobre lo que decía Guillermo. En primavera es cuando el productor es más frágil paradójicamente porque es cuando produce más y está en una bicicleta de piñón fijo, no puede dejar de producir, no puede dejar de ordeñar porque las vacas revientan. Eso es lo que genera su debilidad y lo lleva a tirar la leche porque si no se termina el negocio.

GV - Yo decía que en estos conflictos pierde todo el mundo, y cuando se generan todos los años cambian los objetivos de la empresa y empiezan los problemas, el objetivo de la empresa va a pasar a ser lo que dijo Álvaro: ¿cómo hago para producir más con menos gente? De 3.000 empleados en su momento hoy hay 1.500 y el objetivo de la empresa pasa a ser 500 en poco plazo. Yo prefiero el país donde se produce con menor costo la leche, ¿pero qué es el menor costo? Nos estamos refiriendo al valor que recibe el productor. Otra lectura de eso es el país donde el productor recibe menos valor residual de la leche. Quizás el objetivo de la empresa integrante de la cadena tiene que ser también, si no tuviera los problemas puntuales que tiene que no la dejan funcionar muy bien como son los conflictos, cómo llegar al productor con el mayor valor residual de la leche. Eso pasa por vender mejor, eliminar los commodities, un montón de cosas que ellos saben, pero mejorar los procesos de eficiencia y llegar al productor mejorando el ingreso.

EC - Ingresaste en la última pregunta: ¿dónde están los desafíos del sector? ¿Cómo ven el futuro inmediato?, ¿qué tipo de decisiones hay que tomar?

RI - Para dar un mensaje optimista –porque nuestra uruguayez nos lleva a ver los problemas antes que nada–, somos muy competitivos pero esa competitividad radica básicamente en el sector primario. Si miramos a la meca de la lechería, que es Nueva Zelanda, claramente el motor de crecimiento es el sector agroindustrial, y para que la industria se consolide como sector de crecimiento los neozelandeses ponen énfasis en tres cosas: reglas claras, estabilidad y claro enfoque exportador. El tema macroeconómico es esencial pero no hay tiempo para entrar en él.

AL - Cuando nos exigen agregar valor a los productos, cuando nos exigen productos más sofisticados, es importante hacer una puntualización. Yo pertenezco a la Cámara de Industrias y veo que continuamente los empresarios de este país se quejan de que somos buenos cuando exportamos commodities, somos competitivos cuando agarramos un árbol, lo cortamos y lo ponemos en el puerto, cuando agarramos una res, la dividimos al medio y la ponemos dentro de un contendor, cuando agarramos la leche, la secamos y la exportamos, cuando hacemos productos primarios, cuando lavan la lana y hacen un top, pero cuando avanzamos en la cadena de producción, cuando avanzamos en el valor agregado empezamos a ser cada vez menos competitivos, empezamos a trasladar costos del Estado, de las tarifas públicas, de la mano de obra, y eso es nefasto, ahí empezamos a perder competitividad. Ese es el mensaje preocupante, esa es la razón por la cual seguimos exportando manteca y leche en polvo, porque no somos competitivos, no sólo a nivel de la industria láctea sino de toda la industria uruguaya a medida que avanzamos en la cadena.