El precio de la tierra, nueva regla de juego en el campo
Hay una tendencia creciente en el precio de la tierra en Uruguay y el fenómeno comienza a mostrar sus consecuencias. "Llegó la globalización, llegaron los precios, los agentes económicos, los empresarios...Y las reglas de juego, que son universales, cambian", evaluó el ingeniero agrónomo Rodolfo Irigoyen junto a Leonardo Mesa, Guillermo Villa y Rosanna Dellazoppa. La Tertulia Agropecuaria analizó, entre otras cosas, los pro y los contra de las inversiones extranjeras en el campo.
(Emitido a las 09.35) EMILIANO COTELO: El aumento del precio de la tierra es una cuestión que está sobre la mesa del debate en nuestro país. Parece que el campo de Uruguay "está de moda" para los empresarios extranjeros. Por ejemplo, para inversores forestales finlandeses o españoles. Por ejemplo, para productores argentinos de soja, ganaderos brasileños o incluso tamberos neocelandeses. A cada rato escuchamos la historia del productor Fulano de Tal, que no tenía previsto dejar su campo pero que al recibir una oferta sideral, por ejemplo de 2.500, 3.000 dólares la hectárea, terminó vendiendo y con el dinero que obtuvo compró en otra zona otro campo más barato y, además, pudo sanear sus deudas o, si no las tenía, se quedó con un capital interesante para encarar otros proyectos. ¿Qué es lo que está pasando? Esta tendencia creciente del precio de la tierra en Uruguay, ¿es un fenómeno coyuntural o seguirá dándose en el futuro? ¿Y qué consecuencias está teniendo o puede tener en el agro de nuestro país? Ese será nuestro tema hoy. *** EC - Abrimos esta tertulia agropecuaria presentando al equipo que desde este año colabora con nosotros para analizar los asuntos del agro de nuestro país y que seguirá acompañándonos en 2007 a partir de febrero. En primer lugar la ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa (que es la coordinadora de este ciclo) y los ingenieros agrónomos Rodolfo Irigoyen, Leonardo Mesa y Guillermo Villa. *** EC - Rosanna, te pido una breve introducción para situar el tema y disparar la discusión que vamos a tener esta mañana. ROSANNA DELLAZOPPA: Esta introducción está organizada con aportes del Instituto Nacional de Colonización (INC), de economistas de la OPYPA y de entrevistas con referentes calificados, con los cuales hemos elaborado un breve resumen para situar a la audiencia. Hay una gráfica muy interesante de OPYPA que grafica la evolución del precio de la tierra entre el 69 y el 05. Va mostrando la evolución del precio promedio por hectárea. Allí se observan dos fuertes incrementos, un pico entre el 79 y el 82 (durante el cual se observa un incremento promedio de alrededor de 170% en dólares en cuatro años) y luego un pico cerca de 2005, durante el cual se pasa a los 1.050 dólares por hectárea. Antes de entrar comentábamos que son precios promedio del índice de CONEAT 100, lo cual hace que varíe de lugar a lugar en el territorio nacional. La curva oscila entre 150 y 500 dólares y pasa a este pico grande a partir de 2004. Se habla de una explosión del precio de la tierra, entonces vale la pena analizar cuáles son los factores para ver la pregunta que tú hacías, si es coyuntural o estructural que están dinamizando los precios, que se pueden dividir en factores de índole financiera y factores de índole productiva. EC - ¿Cuáles serían cada uno de ellos? RD - Si miramos los productivos, están asociados con inversiones extranjeras directas. En términos generales, los argentinos relacionados con la agricultura, los brasileños con la ganadería pero también con algo de arroz, y con la forestación fundamentalmente europeos. Y si miramos los factores financieros, están asociados con la abundancia de capitales y el buen momento en general de la economía mundial. Este fenómeno es compartido con todos los activos relacionados con la economía. Parece importante iniciar la discusión tratando de focalizar a la audiencia en cuáles serían los impactos sociales que tiene todo esto, los resultados para el país en su conjunto. EC - Vamos a la integrantes de la mesa. ¿Ustedes qué piensan?, esta situación de crecimiento explosivo de los precios de la tierra, ¿es coyuntural o estructural? RODOLFO IRIGOYEN: Creo que es estructural, que es una puesta al día de Uruguay frente a un rezago en precios que tenía tanto regional como internacionalmente. Eso no quiere decir que dentro de una estructura de precios ya definitivamente diferente no pueda haber en el corto plazo pequeñas oscilaciones o picos al alza o a la baja. Pero estamos ante un escenario definitivamente diferente. EC - ¿Qué piensan los demás? GUILLERMO VILLA: Comparto plenamente, es absolutamente estructural. Podrá tener oscilaciones pero no se vuelve más a los valores a los que estábamos acostumbrados históricamente de campos de 400 o 500 dólares para el índice de CONEAT 100. EC - ¿Por qué no? ¿Por qué es estructural? GV - Se "aggiornaron" un poco los precios de Uruguay a los del resto del mercado, y se está dando un montón de circunstancias para invertir en Uruguay que está llevando a que se vuelva más a esos valores. LEONARDO MESA: Entre otras cosas y fundamentalmente, esto responde a la rentabilidad. Los precios de los productos agropecuarios, de los "commodities", están altos y la tecnología de producción ha mejorado muchísimo, lo que hace que la rentabilidad crezca fuertemente. Históricamente hubo una relación entre el precio del novillo gordo y el precio de la tierra. Esa relación se modificó en parte, porque si bien ha crecido la importancia del volumen de la producción de carne en Uruguay, han crecido mucho más fuertemente la producción agrícola y la producción forestal. Entonces entran a jugar en la ecuación de formación del precio de la tierra otras cosas además de la carne. El precio se relaciona, en general, en una proporción, con la rentabilidad de las empresas agropecuarias, cuánto dinero gano con una hectárea tierra o qué renta me da una hectárea de tierra. Si sube el ingreso también sube el valor, porque hay más gente interesada en tener el activo tierra. Primero por la tranquilidad y la seguridad que da tener tierra. Y segundo porque la rentabilidad realmente ha subido, el ingreso realmente ha subido. EC - ¿También tiene que ver el hecho de que entre esos interesados hay inversores y empresarios de fuera acostumbrados a otros valores de la tierra más altos? Parecería que los precios uruguayos de la tierra no estaban acompasados con el contexto. ¿Hay algo de eso también? RI - Sí, había precios más bajos acordes con rentabilidades más bajas. En este momento se ha ajustado al alza en ambos sentidos, el precio de la tierra ha respondido a un retorno económico esperado mayor, facilitado por la gran movilidad en capitales, en tecnologías, en casi todos los factores productivos que hace que se pueda hacer en Uruguay lo que antes se hacía en otros lados y obtener en Uruguay precios más o menos equivalentes a los que antes se obtenían en otros lados. Por eso hay una equiparación general. RD - Pongo un ejemplo: en la jornada Del campo al plato, en el LATU, hace pocos días, un neocelandés presentó una charla en la que manejaba valores de la tierra de 12.000 dólares la hectárea. EC - ¿Dónde? RD - En Nueva Zelanda, gente que hoy está viniendo a Uruguay. O sea que estamos lejos. EC - Vamos a incorporar a esta charla a Romualdo Rodríguez, que tiene vasta trayectoria y experiencia en negocios en el sector agropecuario. ¿Cómo lo definimos? ¿Como rematador? ROMUALDO RODRÍGUEZ: Sí. En el escritorio de negocios rurales atendemos todo lo que refiere a remates, consignaciones, venta de campos, etcétera. EC - En particular, usted está muy involucrado en este fenómeno que estamos comentando...negocios de compraventa de tierras, incluso con clientes del exterior. ¿Cómo estamos hoy en precios? ¿Puede manejar algunos ejemplos? RR - Con mucho gusto. En primer lugar, coincido casi en un todo con los comentarios que ustedes estaban haciendo. Mirando los negocios de hoy día y lo que hay para el futuro, hemos tenido oportunidad de conversar con gente europea y algunos americanos acerca de por qué vienen a comprar tierras a Uruguay. Ahí surge una cantidad de comentarios, algunos que coinciden con lo que usted dice. Pero yo agregaría que también comentan que Uruguay les ofrece mucha seguridad jurídica y civil; cosa que en el mundo hoy día no es un tema muy sencillo. Después, ni que hablar que los valores de la tierra para nosotros hoy son excelentes porque siempre estuvimos manejando precios mucho más bajos. Yo dejo una pregunta en el aire respecto de lo que decía Rosanna, que en todo o casi todo el mundo, fundamentalmente en Europa, Australia, Nueva Zelanda, los campos valen muchísimo dinero. Acá en Uruguay los valores son buenos para nosotros. Pero si este empuje de inversiones, no sólo de argentinos sino también de europeos y de otros lugares, sigue a través del tiempo, se van a incrementar. EC - Vamos a números, ¿qué valores se están pagando en Uruguay hoy por un campo de productividad promedio índice de CONEAT 100? RR - Se manejan muchos valores. Voy a mencionar algunos, pero es muy difícil dar una opinión generalizada sobre lo que ocurre en todo el país...por ubicación de los campos, por calidad. EC - Está bien, pero sería bueno conocer algunos ejemplos. RR - Los valores corrientes para un campo agrícola- ganadero en el centro o en el sur del país andan entre 1.700 y 2.000 dólares. Si nos vamos hacia el litoral, las pocas concreciones de negocios que se hacen, empujadas por la agricultura, andan entre 3.000 y 3.500 dólares. O sea que hoy, para campos bien ubicados, con un índice de 100, con establecimientos completos, estamos hablando de valores de 2.000 dólares. EC - ¿Tiene antecedentes una cifra como esa? RR - Cómo no. Tenemos antecedentes. El escritorio ha comercializado campos a esos valores. EC - Me refiero al pasado. ¿Esos números lo impresionan? RR - Son números correctos frente a las ventajas que otorga Uruguay en todo sentido. EC - ¿Y cuál es su impresión con respecto al futuro? ¿Ya hemos llegado al techo o hay margen para seguir subiendo? RR - Tengo la percepción y afirmo bien lo que voy a decir de que a medida que vayan pasando los meses va a haber un repunte. EC - ¿Cuáles son las razones que estarían detrás de eso? ¿Cuáles son los factores que todavía no están jugando? RR - Cada vez hay menos campos para la venta. Nosotros que estamos en los negocios de campo tenemos cada vez menos carpetas. Ya hoy día estamos golpeando puertas a productores y tentándolos a la venta. Eso lleva a que si hoy el campo vale 2.000, el productor pida 2.300, 2.500, pasen unas semanas y ese valor se logre. Ha venido pasando esto o algo similar en los últimos tiempos. Entonces fundamento lo que estoy diciendo en que las cosas se vienen dando en ese sentido. EC - ¿Cómo puede impactar la ley que se está discutiendo en el Parlamento, que obligará a las sociedades anónimas propietarias de tierras a operar con acciones nominativas? RR - Si eso se lleva adelante, que aparentemente ya es un hecho, sin duda que enlentecería un poco los negocios. Pero todavía no está demasiado claro, de acuerdo con la información que tengo todavía se están manejando esos temas. No se sabe bien cómo va a quedar. Sin duda que para los clientes europeos a los que no les interesa que su nombre figure en una sociedad anónima es un "pero". Esperemos que no incida en los valores. *** EC - Desde la audiencia llegan algunos datos extra o comentarios, como por ejemplo este de Alberto, de Paysandú, que dice: "Si consideramos la misma calidad de tierra en Argentina, los campos valen entre 9.000 y 12.000 dólares la hectárea". Tú recién manejabas estos números, Rosanna, a propósito de Nueva Zelanda. Este oyente los incorpora para algunos lugares de Argentina. RD - Se conocen en Pergamino, por ejemplo. LM - En zonas muy puntuales, en campos absolutamente excepcionales, que no serían los nuestros. EC - ¿Dónde queda Pergamino? LM - En la provincia de Buenos Aires. RD - En la zona triguera. *** EC - Ustedes escuchaban el diálogo que teníamos recién con Romualdo Rodríguez. ¿Qué tienen para agregar? RI - De acuerdo en general. Tenemos todos una tendencia por lo que estábamos diciendo antes cuando hablábamos de precios a mencionar precios máximos y capaz que trasmitimos una idea un poquito sesgada. Ayer estuve en el remate de un campo ganadero duro de productividad baja que se vendió a 600 dólares la hectárea: hubo un solo interesado. Hay una gama de situaciones, el precio depende de muchas variables. Estos valores que hemos estado manejando son los techos dentro de las distintas categorías de campo. EC - Vale la advertencia. GV - Comparto lo que él decía en cuanto a que los campos van a seguir subiendo pero no estoy muy de acuerdo con el tema de las sociedades anónimas. Él descomprimió un poco el tema, porque si se promulga la ley y las sociedades tienen que ser nominativas, eso va a ser una tranca más grande de lo que dijo. Detrás de todas estas inversiones hay pools de productores. En el caso de esta inversión neocelandesa hay empresas, detrás de la forestación hay empresas, a las que en muchos casos no les interesa que figuren sus nombres y en otros casos son empresas con acciones al portador o que cotizan en bolsa para las que sería absolutamente imposible poner los nombres. EC - Más allá de este enfoque, vale la pena ingresar en el debate sobre si esto que está pasando, que más o menos hemos diagnosticado y cuya tendencia ha quedado clara, es bueno o malo para el país. Están las dos opiniones. RI - Es excelente, no bueno. EC - Comencemos con Rodolfo Irigoyen. RI - Lo plantearía por el absurdo: ¿en qué se puede basar la opinión de que es malo? EC - Menciono algún argumento: la tierra queda fuera del alcance de determinado tipo de productores, se vuelve inaccesible. RI - ¿Y eso por qué está mal? EC - ¿Qué destino terminan teniendo los productores vocacionales que dejan el campo al vender? Y está el riesgo de la utilización de algunas de esas tierras compradas en gran escala y por grandes inversores. Menciono algunos argumentos que he escuchado. RD - Agrego otro que aparece siempre, el de los pequeños productores. RI - Respondería a la primera parte, a esto que dice Rosanna. Hay que entender de una buena vez que la explotación agropecuaria es una actividad económica intensiva en capital. Hay que tener mucho dinero. Lo mismo que si queremos tener torres de petróleo. No basta con decir "tengo vocación de ser petrolero". Es una actividad en la que finalmente, como ocurre en todas partes del mundo y aquí no había ocurrido, los precios son acordes con la escasez del recurso. Hay que tener mucho dinero para entrar en esa actividad. ¿Por qué se piensa que todo el que va a la actividad agropecuaria tiene que ir como patrón? ¿Por qué la vocación es la de ser patrón? ¿Por qué la sociedad está vertiendo recursos a través del INC o intenta hacerlo al menos para que una cantidad de gente acceda a la tierra como patrón? Si yo tengo vocación por la computación, me van a decir "estudiá computación, da un concurso para entrar a una empresa, entrá como empleado y capaz que a los 20 años sos el dueño", o no. Depende de mi esfuerzo y de mis talentos, pero no puedo pretender ir como dueño. Podríamos invertir lo que estamos invirtiendo socialmente para que haya gente que acceda a la propiedad de una empresa, en capacitar gente para que acceda como empleada, como en cualquier otro sector de la economía. No veo por qué en el campo tiene que ser diferente. EC - Estaban todos interesados en contestar esta pregunta. LM - Cada uno mira el mundo a través de su ojo. En el ámbito en el que yo me muevo, con productores de muchos tamaños, pero muchos chicos y medianos, están comprando campos a estos precios. Ser un productor pequeño, una empresa pequeña no quiere decir no tener una buenísima rentabilidad. Frente a una potencia capaz de subir la apuesta hasta el infinito, es complicado. Pero productores buenos, intensivos, de alta productividad perfectamente pueden seguir accediendo a la tierra. Incluso el Banco República (BROU) tiene crédito, en estos días en algunas sucursales he tenido información absolutamente verídica de que se están otorgando préstamos para comprar tierras a pequeñísimos productores que la van a pagar con su esfuerzo y que ya han comprado antes a través del BROU. Ni tan tan ni muy muy. EC - También es cierto que estos precios altos de los que estamos hablando no se están produciendo en todo el territorio. Aquí mismo viene este mensaje de María, que dice: "Yo soy hija de un productor rural, y ojo con respecto a los precios de la tierra. En el sur de Uruguay, en Montevideo, en Canelones, no es así. Los valores y la productividad han bajado enormemente en estas partes". LM - No tengo la menor idea de lo que pasa en esa zona. Realmente no conozco. GV - En cuanto a la pregunta original, si es bueno o malo, para el pequeño productor lo mejor es que Uruguay tenga rentabilidad, que el productor con un pequeño predio pueda ser rentable. Y aquí me preocupan otras cosas que están pasando, como el tema del tipo de cambio, un montón de cosas que afectan. Porque el pequeño productor, cuando el campo valía 400 o 500 dólares, tenía pasivos mayores que sus activos y una situación de indigencia. Hoy día, con la mejora de la rentabilidad, van cambiando las cosas, tenemos que preocuparnos por que el pequeño productor mantenga la rentabilidad. En cuanto a si es bueno o malo, sin duda que es bueno. El productor agropecuario históricamente fue un empresario que invirtió dentro de su sector. Cuando el campo no valía nada utilizaba los resultados que obtenía para invertir en más campo, era más barato comprar más campo que invertir en su propio campo. Hoy día, cuando estamos obteniendo rentabilidad y la queremos invertir en nuestro mismo sector, que es lo único que sabemos hacer, nos encontramos con que mirar para la vereda de enfrente cuesta 2.500 y 3.000 dólares. Entonces, obligada por las circunstancias, la mayoría de los productores está mirando hacia dentro de su propio campo y se está dando cuenta de que tiene un potencial mucho mayor que el que conocía. Entonces está reinvirtiendo dentro del propio campo y a nivel de país, el impacto en índices de productividad de todo tipo y en cualquiera de los sectores está subiendo enormemente. Porque el productor, obligado por las circunstancias, le está dando a su predio el nivel de inversión que ese predio siempre precisó. EC - Vamos a una agropecuaria uruguaya más intensiva. RD - Crecimiento vertical. LM - Los precios altos de las tierras obligan necesariamente a obtener mejor recurso de cada unidad de suelo. Eso necesariamente, obligatoriamente conduce a mayor productividad. Y se está viendo. La forestación le sacó a la ganadería un millón de hectáreas, algo así. La agricultura le sacó al engorde de ganado otro millón de hectáreas. Sin embargo, tenemos la misma cantidad de cabezas y producimos mucha más carne y exportamos mucha más carne. RI - Se produce mucho más. O sea que eso socialmente es muy favorable. Y hay otros aspectos sociales muy favorables. El BROU, a través de las transacciones, ha cobrado la mitad de sus deudas. Las intendencias han cobrado deudas de décadas. Porque cuando se hacen las transacciones se tiene que poner todo al día. O sea que los efectos sociales indudablemente son muy positivos. *** EC - Rosanna, querías agregar algo. RD - Ejemplos de lo que decía Irigoyen desde el punto de vista social y de mirar esto como oportunidad o como todo lo contrario. Tengo conocimiento específicamente de gente amiga en Soriano, donde me tocó trabajar en mis inicios, como recién recibida, en grupos CREA, de productores que han saldado sus deudas, que han vendido y ahora ofrecen servicios a los argentinos, fundamentalmente, que han comprado sus campos, los cuales conocen y dominan perfectamente hasta el último rincón, el último desperdicio. Han hecho una reconversión de su propia actividad en la vida. LM - Un agregado a lo de Rosanna. Además, en la zona de Soriano, que es una zona de argentinos, no son capitales especulativos. Es gente que en su mayoría es productora en Argentina y viene a producir acá. Abre un poquito la gama de su inversión. No pone todos los huevos en la misma canasta. Kirchner les saca cada día un poquito más y ellos abren la jugada y vienen a Uruguay. Quizás los suelos no son tan buenos como los de allá, pero tenemos otro montón de condiciones mejores que en Argentina. Es así, exactamente lo que decía Rosanna. RI - Es muy diferente de lo que pasaba décadas atrás, cuando exclusivamente por los bajos precios había inversiones inmobiliarias totalmente especulativas que generaban lo que en su momento se llamó la tecnología del candado, sobre todo en toda la faja fronteriza con Brasil: se compraban grandes superficies, se cerraban y se esperaba un cambio de precio. Este es un fenómeno absolutamente diferente. *** EC - Marta, de Juan Lacaze, dice: "Conozco grandes extensiones de tierras que se han vendido a sociedades anónimas que refaccionan un poquito, ponen un candado y no explotan el predio. Para mí eso es lavado de dinero. Por eso estoy de acuerdo con la nueva ley que impulsa el gobierno sobre las sociedades anónimas". Josefina, de San José, dice: "En este país cualquiera puede comprar campo, el único límite es el precio. Y en ningún país es así, en todos lados se legisla imponiendo condiciones y en Uruguay debería ser así". *** EC - Hablábamos sobre si es bueno o es malo para el país esto que está pasando con el precio de la tierra y ustedes se pronunciaban tajantemente por la respuesta de que es bueno. Irigoyen preguntaba cuáles pueden ser las objeciones y yo le tiraba algunas de las que he escuchado, algunos de los temores, algunos riesgos, y ustedes contestaron a esos argumentos. Me gustaría que ahora lo viéramos del otro lado, que enumeremos los beneficios, ¿dónde están las consecuencias positivas? RI - Subyace a todo esto un prejuicio bastante generalizado en nuestra sociedad: que en el campo rigen condiciones de funcionamiento económico, un sistema económico diferente del resto de la economía: condiciones precapitalistas. Si aquello era cierto, que lo dudo, ahora el capitalismo llegó al campo. EC - Llegó la globalización al campo. RI - Llegó la globalización, llegaron los precios, llegaron los agentes económicos, llegaron los empresarios, y las reglas de juego, que son universales, cambian. Entonces no veo por qué puede ser malo. Se dice que tendría que haber un precio justo para la tierra para que pudieran acceder pequeños productores. ¿Cuál es el precio justo? ¿Quién puede definir eso? Cuando existe un mercado que funciona, con oferentes y demandantes que operan con total libertad, con información sobre las operaciones, con cristalinidad, con garantías jurídicas, con contratos que funcionan y se respetan, el precio justo es el que fija el mercado. Cualquier desviación que hagamos de eso por más que inmediatamente a esto se le cuelgue el rótulo de neoliberalismo, a lo que en principio no me opongo dogmáticamente, tiene que estar muy bien fundamentada y muy bien sustentada desde el punto de vista del interés social, porque si no, no corresponde hacerla. EC - Guillermo, ¿tus argumentos a favor de este fenómeno?, ¿cuáles son los destaques que tú haces de sus consecuencias positivas? GV - Esta etapa de crecimiento del valor de la tierra y de la inversión extranjera es diferente de otras etapas que se dieron. Un mail mencionaba que hay gente que compra, pone un candado, cierra y espera... RI - Es masoquista, poner una fortuna a que no produzca nada... GV - En esta etapa del crecimiento de la tierra y de las inversiones en la mayoría de los casos no está sucediendo eso. Ese mayor valor ha traído aparejadas muchísimas inversiones, no las podemos cuantificar en este momento pero todas esas actividades han traído mucho nivel de actividad para el interior, mucha mayor ocupación, mucho mejores remuneraciones. Indudablemente, a los que estamos en el campo, que toda la vida vivimos en el campo y tenemos campo, nos parece un deshonor tener que retirarnos o vender un pedazo de campo. Pero sin duda a nivel de país el resultado económico va a ser impactante en poquísimo tiempo. LM - Lo bueno quizás no sea que el precio sea alto. Lo bueno es por qué el precio es alto. El precio es alto porque nuestro campo produce riqueza. Produce mucha riqueza y produce cada vez más riqueza. El huevo o la gallina, ¿quién alimenta a quién? Evidentemente el precio responde a condiciones de rentabilidad o de altos valores. Y cuanto más suban los valores de los commodities, cuanto más suba nuestra productividad y nuestra ganancia de dinero por hectárea, más va a subir la tierra, independientemente de otros factores que serán inmobiliarios y también de especulación, de lavado de dinero, será lo que será, pero básicamente el precio de nuestro campo es una buena noticia porque el campo produce riqueza y cada vez más. Por otro lado, para un productor cualquiera, esté o no endeudado, que tiene 100 hectáreas de tierra, esas tierras antes valían 1.000 dólares y ahora valen 3.000. Eso es muy bueno. Si estaba endeudado, soluciona su problema o por lo menos tiene muchas más posibilidades de pagar la deuda o de quedarse con un buen capital si se retira. Hay muchos ejemplos. Hace tres años, a los productores no les alcanzaba todo su capital para pagar al banco y hoy le pagan con el ganado que tienen encima, porque también subió el ganado. No sólo sube la tierra, el ganado ha tenido un incremento fuerte en el precio en los últimos años, por el tema aftósico; tal vez también acompañado por un excelente momento en el precio de la leche, etcétera. La buena noticia es que nuestro campo está produciendo mucha riqueza y por eso sube. En cualquier parte del mundo cuando algo da mucha plata aumenta su valor. RI - Es una riqueza que no queda encerrada en el campo. Tiene un efecto multiplicador a nivel industrial y de los servicios que es fundamental. Si no, recordemos lo que pasó en 2001, cuando la aftosa golpeó el campo y todo el país estaba como muerto. Porque cuando decimos que genera riqueza parece que es algo que se mete debajo del colchón de los estancieros y nadie más accede a ella, y no es así. EC - Además hay liberación de recursos que se vuelcan dentro del propio agro o a otras actividades. El que vende, ¿qué hace con esa plata? El que está muy atado al campo, el que tiene toda la vida dedicada a eso y no concibe otro ámbito de acción, probablemente compre campo o invierta en algún otro campo que tiene. LM - Puede incrementar la productividad de su propio campo. EC - Pero también cabe la posibilidad de que arranque para otro lado. ¿Eso se está dando también? RD - Es más difícil. RI - A servicios estrechamente vinculados, por supuesto que sí. RD - Pero que cambie radicalmente su actividad... LM - Ese caso se da en los productores muy endeudados que vendieron ya hace tiempo, no a estos precios, que arreglaron sus situaciones y quedaron con un pequeño capital para vivir una vejez relativamente tranquila. En general hoy día no se está dando eso. Más bien hay excedentes en las empresas agropecuarias que permiten competir con los extranjeros para comprar tierra. Hay uruguayos que están comprando tierra, productores uruguayos que - con su ganancia - también están accediendo al mercado de la tierra. EC - ¿Qué pasa en cuanto a incorporación de nuevos modelos de producción e incluso tecnologías? Algo de eso ustedes insinuaban en comentarios anteriores. RI - Sin duda vemos los índices de productividad de la gran mayoría de los rubros y se observa el crecimiento en áreas relativamente menores, porque hay más rubros. La intensificación de la producción es una consecuencia inevitable. Si no, no se pueden pagar esos precios. Todos los extranjeros que están viniendo, y los uruguayos que compiten en ese primer nivel, lo hacen con niveles de productividad crecientes, con incorporación de tecnología, con una gran calificación de los trabajadores. Porque si bien es cierto que el avance tecnológico, por lo general requiere menos mano de obra, esa mano de obra es muchísimo más calificada. Hay máquinas que se manejan en la agricultura, en la forestación, etcétera, de cientos de miles de dólares, el operario que las maneja es prácticamente un ingeniero. Entonces, si bien el número de empleados quizás se esté reduciendo... LM - En la explotación agropecuaria. RI - ...no el volumen de las remuneraciones, el ingreso de los asalariados. RD - Ayer un economista me lo comparaba con el negocio inmobiliario, decía que si alguien compra un terreno en Punta del Este, que seguramente le sale caro, va a construir algo caro y bueno. Es decir que cuando compro algo que me cuesta mucha plata, seguramente le voy a poner mucha plata dentro, y eso es bueno para el país. Es lo que hablábamos hoy al inicio: el crecimiento vertical. RI - Un agregado más con respecto a las tecnologías. En Uruguay tenemos desde hace muchísimos años muchos ejemplos de que se puede producir mucha carne y mucha leche. En la parte pecuaria está clarísimo. La agricultura hasta ahora era algo mucho más riesgoso, mucho más inestable y Uruguay no se caracterizaba por su producción agrícola. Hay un cambio absolutamente fundamental, los argentinos han colaborado en movernos un poco el marote y obligarnos a pensar en otras cosas. El cambio fundamental es la siembra directa. Dentro de la siembra directa básicamente la expansión de la soja a través de algo muy discutible, la soja transgénica, que soporta herbicidas y hace muy práctica, muy fácil, muy presupuestable la siembra de agricultura básicamente de verano. Se han estabilizado los rendimientos de los cultivos de verano; en parte por la siembra directa y por el tema del agua del que hablamos en la tertulia anterior. Hay un uso mejor del agua cuando se combinan bien los recursos y se aplican tecnologías. El gran cambio tecnológico está en nuestra agricultura y sigue. Hay muchísimo campo en Uruguay que todavía no se ha explotado con agricultura y probablemente vaya por ese camino. GV - Quiero tirar un problema mucho más de fondo. Cuando hablamos de si es bueno o malo, a nadie le cabe la menor duda de que es bueno. Pero toda la inversión en el campo está asociada con inversión extranjera, y con la idiosincrasia del uruguayo nos duele que sean de extranjeros. EC - Aquí llega un mensaje de la audiencia en esa dirección. Miguel, de Fray Bentos, dice: "Quisiera que discutieran el problema de la extranjerización de la tierra. La mayoría de estos inversores son argentinos y brasileños, y con los problemas que tenemos con esos países resulta que estamos enajenándoles a ellos nuestra propia tierra. ¿Y qué pasa con todo el complejo agroindustrial?". *** EC - Vamos a redondear esta tertulia agropecuaria con este ángulo que largaba Miguel, de Fray Bentos: el debate a propósito de la extranjerización de la tierra. La mayoría de estos inversores son argentinos y brasileños; ¿tiene sentido enajenar nada menos que nuestra propia tierra con ese destino cuando estamos teniendo problemas con esos países? Y ocurre lo mismo con todo el complejo agroindustrial, dice este oyente. GV - El problema pasa porque este crecimiento de los valores se está dando por una inversión extranjera y a todos a priori nos rechina y nos prende luces amarillas y rojas. Me costó asumirlo. Me considero tan patriota como muchos de los que están mandando los correos, soy uruguayo. Tenemos que ver la parte positiva. Primero, la tierra no se va a ir. Va a seguir estando en Uruguay. Nadie, por más extranjero que sea, puede comprarla y llevársela. Segundo, la gente asocia que como son inversiones extranjeras el país no les interesa, entonces lo van a degradar, lo van a destrozar. Mentira, nadie que haya invertido 3.000 o 4.000 dólares en un pedazo de campo y ese activo se esté valorizando lo hizo tras haber ganado el 5 de Oro. Son empresarios que han sido eficientes en sus actividades. La mayoría son productores y tienen muy claro que tienen que conservar esos bienes para que sigan valiendo. Nos preocupamos ahora por si la tierra se va a conservar porque están invirtiendo extranjeros, ¿pero qué pasó cuando la mayoría de los dueños del campo éramos uruguayos? ¿Nos preocupamos? Se hizo todo tipo de zafarrancho con los campos que no tenían control. No pasa por ahí tampoco. También criticamos que son extranjeros y se llevan la riqueza que obtienen en el campo. ¿Qué riqueza se obtiene? La soja es un ejemplo clarísimo. Hace cinco, seis o siete años en Uruguay se plantaban 20.000 hectáreas. Cuando pasamos de 20.000 a 50.000 hectáreas con esfuerzo uruguayo nos parecía que habíamos tocado el cielo con la mano. Hoy estamos plantando 400.000 hectáreas, vamos a seguir plantando y eso está generando una riqueza incremental, que en su inmensa mayoría queda dentro del país, queda como combustible, como fertilizante, como mano de obra, como servicios agrícolas conexos, plantas de silo y demás. No me importa que esos extranjeros se lleven 70 u 80 dólares por hectárea. En Uruguay no se lo llevaba nadie porque no se lo producía. RI - Comparto totalmente. Además asumen el riesgo. Porque pagan 2.000 o 3.000 dólares la hectárea, ¿y si baja? Aparentemente no sería el caso pero podría ocurrir, asumen un enorme riesgo. El corte no va por la nacionalidad. Va por cómo se explote, qué se hace con la tierra. Me gustaría introducir un nuevo aspecto: ¿con qué autoridad moral juzgamos a un extranjero? Yo soy nieto de extranjeros. Soy nieto de vascos, ¿dos generaciones me dan la autoridad moral para decir que se cortó ahora y que no entre nadie más? Todos los uruguayos en una, dos, tres, a lo sumo cuatro generaciones atrás somos hijos de extranjeros, entonces no hay que verlos como invasores, más que extranjerizar el país, el que viene se uruguayiza. Es cierto, es un tema complejo y hay muchas variantes en el ámbito internacional. Los países en general protegen, pero es una cuestión sumamente amplia y compleja como para estigmatizarla a través de un dato como la nacionalidad. LM - Resumo lo mío en una frase cortita: racionalmente estoy absolutamente de acuerdo pero mi corazoncito se queda triste... Mi bisabuelo era canario, mi abuelo no tenía tierra y vivió debajo de una carreta (...). LM - Racionalmente tenés razón, me gustaría que hubiera más uruguayos pugnando. El único matiz que agregaría es que hay cierta competencia. No sé si desleal, pero estamos un poquito en inferioridad de condiciones en cuanto a que son empresas monstruosas las que vienen. En Uruguay no hay empresas grandes. RI - Nos llegó la globalización. LM - Como en todo, llegó la globalización. GV - Pasa en el supermercadismo y en todos los órdenes de la economía nacional. EC - A propósito del ejemplo del supermercadismo, ya tuvimos el debate sobre si había que regular o no. GV - ¿Y en qué terminó? EC - Algo se hizo. La pregunta es: ¿hay que regular en este terreno? GV - Más que regular hay que controlar. Pero no sólo a los extranjeros. Hay que controlar las tierras que están en manos de uruguayos mal manejadas. Hoy, lamentablemente, cuando recorremos el país, encontramos muchas tierras subutilizadas y en la mayoría de los casos, no digo en absolutamente todos, los propietarios no son extranjeros. RI - Hay una ley que permite sancionar el mal uso de la tierra pero que, como tantas otras, nunca se aplicó. Empecemos por aplicarla sin fijarnos en la nacionalidad del que la está trabajando. LM - Millones de toneladas de tierra por año terminan saliendo del campo, moviéndose hacia las cañadas y tapándolas. Eso se podría evitar. EC - ¿Cómo es eso? LM - La erosión del suelo, suelo mal trabajado, a favor de la pendiente, con pocos cultivos protectores, con poco rastrojo, etcétera. Está más que estudiado el tema. Se sabe y se puede evitar. GV - El riesgo más grande desde ese punto de vista no pasa por la tenencia de la tierra, por si se es extranjero o no. Los problemas más graves de erosión en la parte agrícola pasan por el régimen de contratación. La mayoría de los casos se están dando en medianeros que de repente actúan con cierta irresponsabilidad. EC - Aclaremos el término medianero. GV - El medianero es una persona que, sin tener tierra, hace una sociedad con un propietario de tierra, la explota haciendo agricultura y paga una renta. Más que nada pasa por medianeros que actúan con irresponsabilidad, por propietarios de campos que no los estaban explotando que actúan con negligencia y no exigen al momento de los contratos las pautas de control. RI - El fenómeno de la erosión es mundial. FAO saca todos los años publicaciones sobre los millones de hectáreas perdidas cada año. O sea que no ocurre sólo en el caso uruguayo. En general, esos fenómenos de mal manejo están asociados con niveles tecnológicos muy bajos, con agriculturas campesinas de muy bajo nivel técnico, que no es el caso de las empresas que están llegando a Uruguay. No digo que todas hagan un buen manejo, pero como tendencia se mejora cuando se accede a niveles tecnológicos superiores en la conservación de un recurso vital como es la tierra. EC - Desde la audiencia, Guillermo replantea el tema con una pregunta por el absurdo: "¿Por qué si uno quiere comprar tierras en Estados Unidos o la Unión Europea no lo puede hacer si es extranjero?". GV - Es un problema de política de gobierno. No pasa por un problema de que se conserve o no el suelo. RD - Es algo de lo que se decía hoy, tiene un componente incluso psicológico. El punto sería la regularización, pensando sobre todo en el cuidado de los recursos naturales. RI - No sé si es así, Estados Unidos es un país de inmigrantes, gente de todas las nacionalidades compró mucha tierra y sigue llegando gente de todas las nacionalidades. No tengo información objetiva. RD - El dato que me dieron ayer a mí, un economista y un colega, es que hay un porcentaje, no más del 5% puede estar en manos de extranjeros. RI - Tenemos tendencias. Todo lo que sea extranjero nos parece bien o nos parece mal según la circunstancia. RD - Otra cosa que me parece importante cuando hablamos de regularizar el control de recursos naturales, que también decía Romualdo, es por qué los extranjeros buscan Uruguay. Él hablaba de claridad de políticas y estabilidad, pero todos mencionan en sus razones la calidad de la gente. Volviendo al aspecto positivo que queremos destacar acá, cierra perfecto para mirar todo esto como oportunidad, no como negativo. *** EC - Hay otras variables que inciden en este fenómeno y que no llegamos a mencionar. Por ejemplo, ¿cómo va a impactar en estos valores la necesidad de biocombustibles que se fortalece? Europa, Estados Unidos están necesitando que en otros lugares del mundo se planten biocombustibles. LM - Son uno de los pilares para sostener la rentabilidad en la parte agrícola. Y el tema carne es un pilar para sostener la rentabilidad de la parte ganadera. RI - Cientos de millones de personas en el mundo están accediendo a alimentos a los que antes no accedían y están incrementando la demanda.