Biocombustibles, ¿un nuevo paradigma, una nueva polémica?
Con Brasil y Estados Unidos como locomotoras, la producción agrícola con destino a los biocombustibles avanza en el mundo. Un proceso que abre oportunidades para Uruguay pero también recibe críticas desde el punto de vista ambiental y de la producción de alimentos. Los ingenieros agrónomos Leonardo Mesa, Rodolfo Irigoyen, Guillermo Villa y Rosanna Dellazoppa debatieron el tema en La Tertulia Agropecuaria.
(Emitido el miércoles 28.03.07 a las 9.35)
EMILIANO COTELO:
Los biocombustibles son, sin duda, una de las vedettes del momento. Si uno participa en cualquier discusión (obviamente en una sobre energía, pero también sobre economía o a propósito de problemas sociales, demográficos, geopolíticos, medioambientales), en todos los casos seguramente terminará hablando de biodiesel, etanol u otras variantes de la agroenergía.
Hay quienes entienden que se trata de una tendencia irrefrenable y, aun más, que es un fenómeno que debe ser bienvenido. Por citar un ejemplo: el ex ministro de Agricultura de Brasil, Roberto Rodrigues, alguien que ha estado vinculado desde hace años a este proyecto tan comentado del etanol en Brasil, nos decía:
(Audio)
"ROBERTO RODRIGUES:
En verdad, agroenergía representa un nuevo paradigma agrícola para el mundo. Yo pienso en verdad que es casi la construcción de una nueva civilización que reemplaza a la civilización del petróleo. Que va a cambiar totalmente la geoeconomía agrícola del planeta. Países hoy pobres, miserables, como los países africanos, pueden en pocos años, 10, 15, 20 años, transformarse en productores de etanol a través de celulosa y eso les garantiza una posición nueva en el escenario mundial".
(Fin)
EC - Frente a estas visiones tan optimistas, que abundan por estos días, aparecen también los cuestionamientos. Por ejemplo, se ha vuelto a usar aquella consigna "tanque lleno, estómago vacío", que alerta sobre la competencia por la tierra que se dará entre generación de biocombustibles y producción de alimentos, en la que esta última terminaría perdiendo.
¿Cómo se analizan estas advertencias, las éticas y las medioambientales, que también se han levantado contra la agroenergía? ¿Qué recaudos deben tomar países como el nuestro a la hora de subirse a este tren? ¿Hay allí, en los biocombustibles, una oportunidad de desarrollo para el campo uruguayo?
Sobre estos temas vamos a conversar en esta Tertulia Agropecuaria, junto a los ingenieros agrónomos Leonardo Mesa, Rodolfo Irigoyen y Guillermo Vila, y la coordinadora de este espacio, ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa.
***
EC - Rosanna, brevemente, porque de esto ya hemos hablado mucho en el programa, ¿cómo definimos la agroenergía?
ROSANNA DELLAZOPPA:
Agroenergía se define como aquella energía que procede del sector agroindustrial y que integra el conjunto de las energías renovables; esto se menciona en contraposición a las energías no renovables, como es el caso del petróleo.
El segundo punto es que se usan indistintamente en forma permanente biocombustibles, biocarburantes, biodiesel, bioetanol o etanol solo o alcohol solo en algunos casos.
Quizás valga la pena diferenciar estos conceptos de alguna manera nuevos. Por biocombustibles o biocarburantes se entiende a los combustibles líquidos o gaseosos que se producen a partir de seres vivos. Tú en algún programa hablabas de la definición de biomasa. En general son productos agropecuarios o residuos de la agroindustria. Y los más comunes o los más mencionados son el biodiesel y el bioetanol o el alcohol, porque son los que han tenido mayor perspectiva de desarrollo a nivel mundial.
Para biodiesel las materias primas precursoras y las más conocidas, especialmente en nuestro país, serían soja y girasol. En otros países con mayor adaptación está el caso de colza y canola.
LEONARDO MESA:
Todos ellos tienen en común que producen aceite.
RZ - Exactamente, en todos los casos de ellos se obtienen aceites vegetales.
EC - Pensando en biodiesel, los cultivos son básicamente...
RD - Decíamos que eran oleaginosas: soja, girasol, y en otros países con mayor adaptación, colza y canola. Aquí sería incipiente.
EC - En el caso del etanol, ¿cuáles serían los cultivos base?
RZ - En el caso del etanol, bioetanol o comúnmente usado (como en Brasil) como alcohol, en general se produce a partir de caña de azúcar o maíz. En el caso de Brasil sería caña de azúcar y en el de Estados Unidos maíz.
GUILLERMO VILLA:
En el biodiesel faltó el aceite de palma, que en Asia es un componente importante.
LM - Todos los cultivos que tengan un alto contenido de aceite.
RD - Claro, traté de centralizar en los que serían adaptables a las condiciones de Uruguay.
EC - Está claro que todos los países desarrollados están transitando este camino hacia el uso de los biocombustibles. Y acá nomás, en Brasil, tenemos un caso realmente consolidado, Brasil ha hecho un terreno de 30 años de experiencia acumulada.
¿Ustedes entienden que los biocombustibles, efectivamente, son una alternativa razonable a los hidrocarburos?
RODOLFO IRIGOYEN:
Cuando uno empieza a internarse en estos temas, por cada respuesta que encuentra, encuentra diez nuevas preguntas. Así que si la audiencia pensaba que oyéndonos hoy le iban a quedar todas las cosas claras, desde ya le digo que lo lamento pero la vamos a defraudar.
Esto es así porque esta problemática impacta en las tres dimensiones básicas de todo lo que nos rodea, que son la económica, la social y la ambiental. Y derivada de estas tres dimensiones básicas, todas las que se les ocurran, las comerciales, las de las producciones alternativas, que pueden ser perjudicadas por estos desarrollos, los agregados de valor en las distintas cadenas y un etcétera no largo, infinito.
Por lo tanto, lo primero que yo querría destacar es que esas dicotomías que somos tan afectos a plantear para buscar soluciones fáciles como puede ser eso que puede ser un poco el lema de los Sin Tierra en Brasil: "tanques llenos y estómagos vacíos". Son simplificaciones o reduccionismos que siempre enmascaran la complejidad de los fenómenos.
EC Vamos a ir entrando de a uno en los puntos de la discusión un poco más tarde. Está claro que los combustibles tienen algunas ventajas notorias, ¿no?
LM El consumo mundial de petróleo es algo así como un río muy torrentoso. El consumo diario de petróleo es algo absolutamente inimaginable, algo así como 500.000 camiones cisterna grandes por día. Es un volumen inmenso. Pensar que vamos a solucionar el problema energético con los biocombustibles es un poquito ambicioso pero sin duda es una buena pata para empezar y no depender tanto energéticamente del petróleo. Es un proceso muy lento. Brasil lo empezó con muchísimo trabajo hace 30 años, de los países de nuestra área es de los que mejor posicionado se encuentran en este tema, pero el consumo actual a nivel mundial de biocombustibles es muy, muy menor, de un dígito porcentualmente, en los países que tienen más consumo.
EC - Está bien, pero como un aporte a la solución del desabastecimiento del petróleo sin duda que tiene algunas virtudes. Estamos hablando de una fuente de energía renovable, punto muy delicado y muy interesante; segundo, pueden producirlo países como el nuestro, que petróleo no tienen, entonces se garantizaría un grado mayor de independencia, no digo "la independencia" pero se avanzaría; tercero, no habría que destinar divisas a importar, por lo menos no la cantidad de petróleo que se destina hoy; cuarto, se generarían puestos de trabajo en los cultivos o en la producción. Menciono algunos, nada más.
GV - Con respecto a tu pregunta, los biocombustibles no son la solución pero sí la alternativa. La pregunta que nos tenemos que hacer al principio es por qué estamos embromando con todas estas alternativas de energía, porque no es sólo esto, es energía nuclear, es energía hidráulica... Porque indudablemente el mundo se está abasteciendo de un recurso energético, que es el petróleo, que es de origen fósil, que no es renovable y que se está terminando. Además hay una cosa que la gente no maneja habitualmente: en todo el tema del calentamiento de la Tierra, del efecto invernadero, el gran contribuyente a los problemas ambientales es la combustión de derivados del petróleo. Entonces sin duda no va a ser la solución, porque es imposible sustituir el consumo de petróleo por biocombustibles, pero es una alternativa muy seria y en el caso nuestro, que no tenemos petróleo, es la alternativa.
RI - Yo querría reforzar un poquito lo que decía Leonardo para dimensionar el problema. Lo que se está sustituyendo en los países más avanzados actualmente es el 2% del petróleo, lo que se adiciona en estos combustibles. Y el objetivo es un 5% en unos años, Uruguay se está planteando esos objetivos de 5% para 2015, vamos a sustituir una parte muy pequeña. Pero quizás lo más importante sean las posibilidades que surjan del desarrollo tecnológico que tenemos que hacer para llegar a esa sustitución.
EC - ¿Qué quiere decir eso?
RI - Que quizás los biocombustibles sean un puente de algunas décadas entre el petróleo, un combustible fósil, y el futuro, que estaría en la explotación de otro tipo de energías más limpias e infinitas, como podría ser el hidrógeno. Entonces quizás el desarrollo tecnológico a que nos obliga esta disyuntiva que se nos plantea por no tener petróleo y porque el petróleo se termina nos dé posibilidades realmente mucho mayores a futuro.
EC - Rosanna, te quedó algo en el tintero.
RD - Cuando preparábamos esto mirábamos que un poquito menos del 60% de la matriz energética uruguaya es petróleo, entonces evidentemente que como estrategia de país es una alternativa que hay que considerar.
EC - ¿Cómo ven el proceso en Uruguay a nivel de los distintos agentes que tienen que ver con los biocombustibles? ¿Cómo ven lo que está pasando a nivel de los productores, de la academia, del gobierno, de los inversores? ¿Qué percepción tienen? Parece haber un impulso.
GV - ¿Qué está pasando en Uruguay? Hay gente que está contra estos proyectos porque en realidad le teme a la masificación de la agricultura, porque la opción inmediata que uno está pensando es el biodiesel a partir de la soja, y después el etanol un poco más lejano a partir de caña de azúcar, sorgo dulce o maíz. Pero lo más inmediato es el biodiesel a partir de soja.
EC - Es más, ya hay algunas experiencias avanzadas.
GV - Exacto, pero son experiencias muy puntuales, con uso doméstico; falta un marco regulatorio, falta una política. Lo que pasa es que el mundo ya se movió y Uruguay está produciendo granos para el mundo. Lo que está pasando hoy día es que se está masificando la agricultura, yo veo las opiniones contrarias al biodiesel que hablan de los suelos, de todo el deterioro que se va a generar en los suelos. Es cierto, hay que ser muy cauto. El problema es que ese grano que estamos produciendo, si no produce biodiesel en Uruguay va a producirlo en Argentina, en Estados Unidos, en Brasil. El problema es que primero se está produciendo grano, y si no nos subimos al tren y empezamos a generar el biodiesel, se va a hacer en otra parte del mundo con nuestro grano y no vamos a evitar el problema que están vaticinando algunos, que es el crecimiento ilimitado de la agricultura.
LM - Hay otros emprendimientos que no son para biodiesel, todo el tema Calnu, todo el tema del norte con el etanol a partir de caña de azúcar.
GV - Correcto, sí.
EC - Sí, un proyecto que tiene sus tiempos, un proyecto que en sí mismo, según destacaban las autoridades de Ancap con las que conversábamos hace pocos días, apenas daría para el autoabastecimiento en plazos largos como esos que se están
previendo en el proyecto de ley de los biocombustibles. No tendríamos ahí una alternativa, por ejemplo, para la exportación, que es otra de las expectativas que este rubro genera.
RI - Además es una apuesta oficial, digamos, en un cultivo en el que Uruguay no es muy competitivo. La caña de azúcar es un cultivo tropical, que se da sólo marginalmente en Uruguay. Nuestra competitividad más bien está en cultivos de clima templado, como pueden ser los oleaginosos, soja, girasol, etcétera.
EC - El proyecto de Ancap en Bella Unión es un proyecto sucro-alcoholero, no va sólo al alcohol, va también a la producción de azúcar, así que en todo caso las expectativas en materia de etanol van a venir de otros cultivos que se están estudiando y experimentando, y eventualmente, además, de inversiones privadas. Se sabe que Petrobras, por ejemplo, tiene interés en avanzar en esta materia también acá en Uruguay. Pero no sería el emprendimiento de Ancap el que adquiriría una masa crítica relevante.
***
EC - Hay un consenso bastante general en cuanto a la necesidad de buscar alternativas a los hidrocarburos, pero hay también quienes ya han ido encendiendo algunas señales de alerta. Les propongo empezar a detenernos en algunas de ellas.
Por ejemplo, el secretario ejecutivo del Centro Uruguayo de Tecnologías Apropiadas (CEUTA), Gerardo Honty, alguien que se ha especializado en energías renovables, nos decía lo siguiente.
(Audio)
"GERNARDO HONTY:
Por un lado hay un problema que es el rendimiento de la planta y que en la conversión energética, cuando está produciendo ya sea etanol, biodiesel o lo que fuere, la energía que entra al sistema para poder producir, al procesar los vegetales y obtener los combustibles el output o la salida de energía que uno obtiene sea mayor a la que entra. En algunos cultivos, o en algunos sistemas de cultivos que tienen mucha maquinaria o mucho transporte para su procesamiento, hay algunos cálculos que están indicando que la energía que finalmente termina saliendo puede ser menos que la que entra. Este es un problema que depende del cultivo que se elija, de los lugares donde se aplique y de la tecnología de cultivo.
Otro problema que se empieza a ver es que los modelos extensivos de cultivo para biocombustibles, en un paquete tecnológico que involucra fertilizantes, pesticidas y plaguicidas químicos, tienen un impacto muy grande a nivel de suelo y a nivel de agua por la extensión del monocultivo, en primer lugar, y por el uso de agroquímicos a gran escala, en segundo lugar".
(Fin.)
(N. de E.: Artículo relacionado de Gerardo Honty publicado en el semanario Peripecias Nº 18 el 11 de octubre 2006)
EC - Por aquí aparece un par de fuentes de preocupación, la primera, eficiencia energética no siempre probada, algo que está muy vinculado a una realidad que es la aplicación de subsidios en casi todas las experiencias conocidas a nivel mundial, y segundo, impacto negativo sobre el suelo. ¿Qué dicen ustedes?
LM - Obviamente, cuanto más exijamos a la tierra que produzca y menos medidas de protección tengamos, la presión sobre el recurso suelo aumentará, la extracción de nutrientes del suelo aumentará, es absolutamente evidente. Si el hombre primitivo hubiera tenido en cuenta eso estaríamos todavía con la honda y el arco y la flecha. Yo sacaba la cuenta de que para producir diesel en Uruguay sólo para sustituir al gasoil precisaríamos más de un millón de hectáreas de algún cultivo. Eso es más de lo que estamos sembrando de todos los cultivos sumados actualmente. Obviamente esto va a generar un cambio enorme en el mapa de nuestro país, y en el mapa del mundo, si es que vamos a depender en un porcentaje alto de los biocombustibles. Hay que tenerlo en cuenta.
EC - Tengo aquí un mensaje de la audiencia que va por estos lados. Carlos, de Dolores, Soriano, dice: "No creo que los biocombustibles sean la alternativa al petróleo ni de cerca, porque en la ecuación no se ha puesto el suelo agrícola, que desaparece más rápido que el petróleo. Creo en la energía hidráulica, solar, eólica, en el hidrógeno, pero el aumento de la presión sobre el recurso suelo aumenta fatalmente la desertificación, que ya está sucediendo a una velocidad inusitada. Circunstancialmente, un nivel de precios agrícolas altos, como consecuencia de esta demanda agregada de granos, nos vendrá bien, o parecerá que nos vendrá bien, porque la cuenta no incluirá el suelo perdido".
RD - Carlos, de Solymar, va en el mismo sentido, en su opinión el problema radica en el modelo agrícola e industrial que se utiliza para producirlos. Y Rosina en el mismo sentido.
GV - Comparto las dos inquietudes que se manifestaron recién, y creo que son válidas. Pero, primero, la ecuación de la matriz energética, o sea lo que se gasta frente a lo que genera el producto, la va a regular el mercado, las plantas de biodiesel van a premiar o castigar a los productos de esa ecuación. Es lo mismo que en el caso de un pozo petrolero, cuando se hace una prospección y el pozo no da lo que genera explotarlo; hasta cierto punto, después se empieza a explotar. Eso se va a regular con el mercado.
EC - Teóricamente puede ocurrir, y de hecho ocurre, que se gasta más energía en plantar y en llegar al biocombustible que la energía que se puede obtener.
RI - No siempre.
LM - En muchos cultivos es uno a uno, se gasta la misma energía que se produce. Depende del cultivo, del potencial de la zona.
GV - En el caso del girasol es tres a uno a favor. Lo que pasa es que de todos los granos se puede sacar alcohol y de todas las oleaginosas se puede sacar aceite, el tema es buscar la ecuación del producto más racional para hacerlo.
Pero lo que me preocupa más no es esta ecuación, que la regula el mercado, sino el tema de los suelos. Vuelvo a lo que decía hoy, creo que confundimos, la gente está asociando el crecimiento de la agricultura en Uruguay con el impulso de los biocombustibles, y los biocombustibles en Uruguay funcionan como motor de los granos desde no hace más de dos años, cuando empezó a subir el maíz. Hace cuatro, cinco o seis años en Uruguay se plantaban 20.000 hectáreas de soja y hoy estamos plantando arriba de 400.000. ¿Eso fue el biocombustible? No, empezó siendo el mayor consumo de proteína a nivel mundial, que los chinos empezaron a comer (discusión de hace dos o tres años) y Uruguay empezó a crecer con el valor de la soja, no de la mano del biocombustible sino del crecimiento de la proteína. Hoy tenemos el biocombustible sumado a la proteína y mañana va a ser otra cosa. La realidad es que Uruguay está siendo visto por grandes inversiones como granero para el mundo. Es una realidad irreversible, sea para biocombustible o para lo que sea.
LM - Un dato. El contenido en materia orgánica de los suelos de Argentina bajo labranza cero aumentó 1% en los últimos años.
EC - ¿Qué quiere decir eso?
LM - Quiere decir que con buenas tecnologías de producción es posible mantener e incluso mejorar el recurso. Lo que es un desastre desde el punto de vista ecológico es mover el suelo, y mucho más cuando hay pendientes porque el agua de lluvia se lleva toda la tierra para las cañadas, los arroyos y los ríos.
EC - Vamos de a poco, ¿de qué tecnologías de cultivo estás hablando?
LM - Siembra directa con rotación de cultivos que aporte materia orgánica al suelo. En Argentina está mucho más adelantado que aquí. La soja deja muy poco rastrojo, muy poco material que se pudre y se incorpora al suelo. Por ejemplo, rastros de alto volumen son sorgo y maíz, se extrae una pequeña parte del total de la producción y se deja en el suelo más de la mitad de la biomasa que se produce. Eso hace que el suelo se vaya enriqueciendo en materia orgánica.
Ese sistema de laboreo cero, sin movimiento de tierra, simplemente incorporando la semilla dentro del suelo y nada más, hace que el nivel de materia orgánica, que es la vida del suelo, que es la estructura, que es la capacidad de esponjar el suelo y hacerlo más apto para recibir y acumular mucha agua, por ejemplo, para hacer más intercambio de gases, está mejorando lentísimamente con la siembra directa. Se desmejoró rapidísimamente con la tecnología convencional de laboreo.
EC - Tú dices que la siembra directa unida a la rotación de cultivos permite que el suelo no se empobrezca.
LM - A mí también me da miedo un Uruguay con tres o cuatro millones de hectáreas de agricultura. Tenemos que trabajar muchísimo, es un enorme desafío que no podemos desaprovechar.
GV - El problema no es la agricultura, es la agricultura irresponsable.
RD - Ahí está.
RI - Vuelvo un poquito atrás, a la consulta de la audiencia. Obviamente todos vamos a estar de acuerdo en que son mejores las energías baratas, limpias, que no compiten con otra cosa, que no contaminan, etcétera. El asunto es que eso no existe, siempre hay pros y contras. En este tema es fundamental la eficiencia de producción, y esa eficiencia se da, hay que estudiarla a muchos niveles.
Por ejemplo, respecto de la cuestión básica, que es el balance de energía, tengo aquí unos datos que vienen de The Economist que dicen que una unidad de energía puesta en el cultivo de maíz devuelve 1,3 (es positivo pero muy levemente), una unidad de energía puesta en producción de caña devuelve 8 veces, y una unidad de energía puesta en producción forestal devuelve, a través de los residuos, la leña y demás, 16 veces. Hay grandes variaciones.
LM - El costo de extraer y procesar el petróleo es 1 a 7.
RI - Pero hay grandes variaciones en la eficiencia primaria, biológica, pero después están las grandes variaciones en la eficiencia que tengamos nosotros en particular, Uruguay, porque por ejemplo somos más competitivos en maíz que en caña pero es más eficiente la conversión de caña que la del maíz. En parte porque el maíz ha sido seleccionado durante décadas para producir básicamente grano y lo que nos interesa ahora es la masa vegetal total. Después a esto tenemos que sumarle otro nivel de complejidad que es la eficiencia en los procesos industriales. Es tan amplio el tema y tiene tantas variantes que en esas soluciones simplificadoras de decir "prefiero la energía derivada del hidrógeno y no quiero que se desertifique el planeta y demás", podemos estar todos de acuerdo pero no dan respuesta a ninguno de los problemas.
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EC - Apenas estamos entrando en la polémica a propósito de los biocombustibles. Hacía un rato aparecía la preocupación por el efecto que estas grandes plantaciones, por ejemplo de soja o de maíz, pueden tener sobre los suelos. El efecto empobrecedor de los suelos. Y Leonardo destacaba que hay ventajas que se han ido obteniendo con la combinación de siembra directa y rotación de cultivos que permiten asegurar que el suelo mantiene sus cualidades.
LM - Claro, el sistema se hace sustentable en el largo plazo.
EC - Pero ya aparecen cuestionamientos. Carlos, de Solymar, dice: "La siembra directa requiere aplicación masiva de herbicidas. ¿Por qué no hay nadie ahí que lo diga? Así se falsean completamente las cosas. No hay debate, por lo visto lo que hay son variaciones sobre las mismas ideas. Otra vez En Perspectiva cero en apertura y pluralismo en estos temas". ¡Carlos está muy enojado...!
RI - No me especializo en aplacar a nadie. Cuando estaba hablando Leonardo quería aclarar, para la gente que no está mucho en estos temas, que la siembra directa implica la aplicación de herbicida (el más conocido es el glifosato) a los efectos de evitar la competencia de las otras plantas frente a la que se siembra y no tener que arar el suelo, que es lo que se hacía habitualmente en lo que se conoce como cultivos convencionales.
El tema es que hay que elegir, si querés conservación de los suelos y los recursos, que no haya erosión, que no haya desertificación, no tenés que ararlos; para no ararlos hay que usar glifosato. O una cosa o la otra, la chancha y los cuatro reales no existen en esto. Lo mismo con los transgénicos.
EC - Algo parecido plantea Claudio: "Los biocombustibles constituyen un tema analizable desde múltiples vertientes, no sólo económica. ¿Por qué caemos en el lugar común de que tiene que ser la soja el cultivo para producir el aceite para elaborar biocombustible? ¿Por qué es parte de un paquete de la soja transgénica resistente al glifosato que plantan grandes y muy grandes productores y empresas con muy dudosos efectos sobre el ambiente? ¿Por qué no el girasol, por qué no el ricino, que produce el doble de aceite y da mucho más calidad para hacer biodiesel?"
RI - Como decíamos, esto es infinito. Primero, hay posibilidad de producir biodiesel o etanol con productos como los que hemos mencionado, con subproductos como puede ser la grasa de la industria frigorífica, e incluso con desperdicios, como pueden ser los residuos de la explotación forestal o la cáscara de arroz, etcétera. Hay de todo, pero como mencionábamos antes, hay distintas potencialidades, hay distintas eficiencias técnicas, de conversión de cada uno de esos productos, hay distintas eficiencias en los procesos posteriores, no es blanco o negro. Hay infinitas posibilidades y ninguna de ellas reúne todas las ventajas ni todas las desventajas. Esas son las cosas que hay que analizar, conocer y ponderar.
RD - Y diferentes adaptaciones agronómicas de los distintos cultivos, además de la eficiencia.
RI - A eso me refería con la eficiencia de Uruguay, nosotros somos de clima templado, entonces vamos a tener más eficiencia con esos productos. De repente uno de esos productos es mucho menos eficiente que uno tropical, pero nosotros somos muy ineficientes en la fase primaria. Es muy complicado el tema para solucionarlo con respuestas conspirativas.
GV - Un comentario. Primero, como mencionaba que no había debate, simplemente hacer una pequeña aclaración: nosotros no ensayamos estas charlas, venimos del campo, yo hacía dos meses que no veía a los demás contertulios, no sé ni qué piensan, me entero de lo que piensan igual que los oyentes. No hay ningún ensayo, simplemente coincidimos en determinadas cosas.
Coincido con Carlos de Solymar en que la siembra directa va asociada con glifosato, pero Carlos vive en Solymar y un día como hoy, que llueve, sería bueno, si puede, que saliera en un vehículo y recorriera Canelones, que vaya a Chamizo, que vaya a Fray Marcos, que vaya a San Ramón y recorra las zonas donde se hacía agricultura convencional intensiva en el país. No queda nada, no existe el horizonte A, va a ver unas preciosas cárcavas donde el agua corre como ríos. Es cierto, el glifosato contamina el suelo, ¿pero qué suelo?, la agricultura convencional y el monocultivo durante años se llevaron el suelo, ya no había nada para contaminar.
Lo mejor sería no hacer nada, dejar todo Uruguay en pasturas y dedicarnos a la ganadería de Hernandarias. Pero hay una realidad: el mundo crece, crece en forma exponencial y hay que vivir y producir. Ningún sistema productivo que altere las condiciones naturales es bueno, pero tenemos que buscar el mal menor.
LM - No existe el sistema productivo que no las altere.
GV - Exacto, tenemos que buscar el mal menor y la cosa que genere más recursos con menos daño.
RI - Es como la contaminación de las plantas de celulosa, cualquier actividad humana contamina, el asunto es hacés algo o no hacés nada.
***
EC - Seguimos con los argumentos que se cruzan en el debate a propósito de los biocombustibles, seguimos con los alertas. Volvemos a escuchar al licenciado Gerardo Honty, de CEUTA, que agrega otra fuente de preocupación, que es la otra cara de esa suba de los precios de los granos que sería beneficiosa para los productores. Hay consecuencias de otro tipo.
(Audio)
"GH - El otro problema que aparece es que al tener una mayor demanda de granos, en este caso para biocombustibles, aumentan los precios de los granos, aumenta el precio de la tierra y, por ende, empiezan a subir los precios de los alimentos, con su consecuencia para el resto de la sociedad en la suba de la canasta alimentaria. Claramente los biocombustibles son una solución ante la inminencia del agotamiento del petróleo o, por lo menos, del fin del petróleo barato, pero claramente no se puede pensar en sustituir todo el combustible que hoy se consume en el mundo, ni siquiera en nuestro país o en la región, a partir de los biocombustibles o los combustibles del agro."
(Fin.)
EC - O sea, si bien el aumento de estos precios de los granos debido a la demanda por agrocombustibles puede ser beneficioso para los productores, ¿será un perjuicio para la sociedad?
RI - Volvemos a lo de siempre, se plantea como si alguien estuviera proponiendo acá sustituir todo por biocombustibles, cuando las metas ambiciosas son que dentro de diez años hayamos sustituido 5%.
EC - Por ejemplo, ya hay advertencias sobre lo que ha ocurrido últimamente en México, donde el maíz, a raíz de la fiebre de los biocombustibles, ha ido aumentando de precio. Estamos hablando de un producto de la canasta básica de los sectores de menores recursos.
RI - Calderón se enfrentó a una revolución porque se triplicó el precio del maíz, por lo tanto de la tortilla y por lo tanto de la alimentación popular, porque el maíz se va para Estados Unidos.
EC - ¿Entonces?
RI - Obviamente, es un problema, pero tenemos que dimensionarlo. Primero, nuestro caso no es el de la dependencia de México del maíz, no estamos al lado de Estados Unidos que es el gran demandante, etcétera.
Me aburre un poco insistir con lo mismo, lo de los balances. Probablemente quien está planteando sustentabilidad no quiere transgénicos, que van asociados, y quien está planteando energías limpias no quiere biocombustibles. Pero no podemos encerrarnos en esos planteos de blanco o negro.
Por otra parte, es cierto se está sustituyendo la seguridad alimentaria por la seguridad energética pero para producir alimentos se necesita energía, también si vamos a producir alimentos con una energía que aumenta extraordinariamente de precio los alimentos van a ser mucho más caros y menos accesibles para la gente.
EC - ¿Y el problema del aumento del precio de la tierra, que está muy atado a todo esto?
GV - Más que ir al precio de la tierra quiero volver al precio de los granos. Eso que dice este hombre de CEUTA es una verdad a medias, y muchas veces una verdad a medias es peor que una mentira.
En el caso de México subió la tortilla, ¿pero qué pasó? México tiene petróleo, ¿qué pasó con el petróleo de 20 dólares el barril a 60 como está hoy? Cuando no se usaban granos para biocombustibles, ¿no había pobreza y la pobreza se está generando hoy? ¿Qué pasó en México con la suba del petróleo? Es una gran mentira, la pobreza no se va a terminar porque destinemos los granos del biocombustible a la alimentación. Los países más ricos y que tienen petróleo son los que tienen mayor pobreza. La pobreza se va a terminar con políticas sociales de los gobiernos. Si en Uruguay se planta más, se generan recursos, se generan fuentes de trabajo. Es una gran mentira que hay que marcar.
EC - Más respuestas a estas preguntas o a estas advertencias vienen de nuestro invitado hoy, un hombre que ha estado en el gobierno de Brasil y muy ligado al asunto, el ex ministro de Agricultura Roberto Rodrigues. Él entiende que esta especie de oposición entre agroenergía y alimentos no tiene sentido. Y lo plantea con números, con la experiencia de su país de 30 años en esta materia.
(Audio)
"RR - La cuestión de la competencia entre alimentos y agroenergía es un tema totalmente ridículo. Yo le doy un conjunto de números solamente referentes al caso de Brasil: hoy en Brasil tenemos 62 millones de hectáreas cultivadas con todos los productos agrícolas. De estos 62 millones, 3 millones son cultivados con caña para etanol, y otros 3 millones con caña para azúcar. Pero para etanol, menos de 5% de todo el área de agricultura brasileña.
Punto número 2: los avances tecnológicos en términos de búsqueda de nuevas variedades de caña, de nuevos regímenes de cultivo, de nuevos mecanismos de extracción del etanol de la caña, permitirán que en diez años se produzca el doble de etanol por hectárea. Es decir, en diez años, con la misma área, se podrá producir el doble de lo que se produce hoy en día, lo que sería suficiente para cubrir toda la demanda interna nacional, con el crecimiento que viene, más lo que puede demandarse de algunas regiones.
Segundo conjunto de números. Tenemos hoy en Brasil 220 millones de hectáreas de pastaje; el crecimiento tecnológico de la pecuaria ganadera de cortes de carne es tal que se calcula que en pocos años más de 30 millones de hectáreas de pastaje serán liberados para agricultura, aunque crezca la producción de carne por hectárea. De estos 220 millones de hectáreas de pastaje, 90 son aptos para la agricultura. De esos 90, 22 millones son aptos para caña. Es decir, sobran otros 68 millones de hectáreas para producir alimentos, así que eso representa más del doble del área cultivada hoy día con alimentos en Brasil.
Entonces podemos crecer horizontalmente y con el crecimiento de la productividad agrícola podemos crecer verticalmente. Por eso es absolutamente falaz la idea de que va a haber una competencia entre alimentos y agroenergía."
(Fin.)
EC - El ex ministro Roberto Rodrigues luce contundente con su análisis.
RI - También se podría decir que las condiciones de Brasil son obviamente muy diferentes de las de Uruguay. Esas conclusiones que son muy contundentes en muchos casos en nuestro país no se aplican.
Quiero poner un par de ejemplos en los que puede haber simbiosis entre la producción de energía a través de biomasa y la producción de alimentos, lo que podría abaratar.
EC - ¿Cuáles?
RI - Una, las fábricas de aceite, según datos de un trabajo de OPYPA, están con una enorme capacidad ociosa, de más de 50%, que disminuye mucho su eficiencia y por lo tanto aumenta sus costos operativos. Si esa capacidad ociosa se cubriera con una mayor producción de oleaginosos, podrían bajar los costos al menos de ese tipo de alimentos.
EC - O sea, si esas plantas se utilizaran también para producir biodiesel.
RI - Si por el aumento de la producción de oleaginosos esas plantas pudieran trabajar a pleno régimen, en vez de a un tercio de capacidad como ahora, y mejoraran mucho su eficiencia.
LM - Se bajan 20 o 25 dólares de costo la tonelada procesada, que es lo que hoy nos hace no competitivos frente a los aceites argentinos, por ejemplo.
RI - La otra cosa es que con la expansión agrícola derivada de este aumento de la demanda por energía se podrían instalar plantas locales de procesamiento, que actualmente no son viables pero que harían viables producciones en suelos no de primer nivel de competitividad. Se viabilizarían porque disminuirían los costos de transporte al ser plantas locales, y a su vez eso impactaría positivamente sobre producciones animales que pueden utilizar los subproductos como las tortas oleaginosas, etcétera, para la alimentación. Entonces, a veces pueden ser competencia y a veces pueden ser asociaciones.
***
EC - Tenemos una cantidad de preguntas de los oyentes. Por ejemplo, esta de César, de Belvedere, que dice: "Todo el mundo habla del biodiesel y del etanol, pero, ¿no es mucho más eficiente el biogás? ¿No rinde mucho más la conversión de biomasa en metano?".
RD - Todo lo que he leído de bibliografía son experiencias incipientes y alentadoras. Está la ingeniera Methol, en Opypa, con esos trabajos que dicen que son alentadores, pero todo a nivel experimental. Igual que el tema a partir de residuos lignocelulósicos, como la paja de arroz y la forestación, son todos trabajos incipientes. Hemos tratado de focalizarnos en los que tienen mayor experiencia y que han sido validados.
LM - Hay experiencias de biogás en unos tambos con resultados regulares.
RD - Y con sebo y grasa vacuna también.
LM - Fuentes de energía renovable hay infinidad, nos concentramos en las de mayor posibilidad de futuro y con mayor cantidad de trabajos realizados sobre ellos.
EC - En el final, y a partir de la discusión que hemos tenido esta mañana, pensando en Uruguay, ¿cómo ven el futuro en materia de biocombustibles?
RI - A partir del cierto consenso que hubo aquí, la idea es que hay un futuro promisorio pero que se debe estudiar bastante, que hay posibilidades muy diferentes de realización, que no se debe enfrentar con posiciones maximalistas de esto o lo otro.
EC - Leonardo, tú tenías una idea muy concreta de por dónde pasa este rubro.
LM - El mundo nos necesita. Uruguay tiene una situación privilegiada en cuanto a que su consumo de energía es relativamente bajo por habitante y porque además somos chicos y tenemos un área importantísima de tierras que todavía no están ni siquiera a medio acelerador. El hemisferio norte está consumiendo mucha más energía a nivel global y mucha más por habitante y su crecimiento sigue siendo espectacular. Entonces el problema hoy grosso modo lo tienen ellos. También nosotros pero en muchísimo menor escala.
Uruguay debe manejar con inteligencia este asunto, el hemisferio norte nos necesita para producir energía. No podemos cegarnos con las luces, tenemos que aprovechar el momento y que no pase lo que pasa siempre, que dos trasnacionales acaparan todo y con el cuento de que creamos algunas fuentes de trabajo terminamos sacando muy poco provecho de esto. Como pasa con los países petroleros, que venden petróleo y la gente es más pobre que en ninguna otra parte del mundo.
EC - ¿Pero cuál debe ser la prioridad? ¿El autoabastecimiento o la exportación?
LM - Yo no descartaría nada. Uruguay debe manejar con mucha inteligencia el asunto, debe intentar sustituir al petróleo, depender mucho menos del petróleo que importa. Con este tipo de energías renovables que permiten desarrollos pequeños, de pequeños emprendimientos, se descentraliza el tema energético de Ancap, de UTE o de quien sea, y se puede ser mucho más autosustentable energéticamente en empresas pequeñas, pueblos alrededor de industrias, como Frigorífico Tacuarembó, por ejemplo, donde ya hay un emprendimiento al respecto.
Manejar esto con muchísima inteligencia, investigar muchísimo sobre nuevos cultivos, sobre procesos industriales y desarrollar las tecnologías apropiadas para nuestro país. Intentar hacerlo a la uruguaya, tenemos gente capacitada, tenemos investigadores, tenemos tierras, tenemos los recursos, tenemos poca gente, tenemos poca demanda energética por ahora en nuestro país.
GV - Quiero resumir. En los biocombustibles, si comparamos combustibles contra combustibles, sin duda tienen ventajas. Es menos contaminante y menos riesgoso, ese punto no se discute. Yo creo que acá hay que ponerle el nombre a las cosas y el problema que genera esto es el crecimiento de la agricultura que se está dando en Uruguay y ese crecimiento hoy lo asociamos a biocombustibles, ayer a proteínas y mañana lo vamos a asociar a otra cosa.
El problema que esto le genera a todos los uruguayos, entre ellos a mí, es que este crecimiento en la agricultura vino de la mano de inversión extranjera, grandes grupos extranjeros y detrás de ellos hay grandes trasnacionales. Creo que el desafío que tenemos de aquí en más es cómo compatibilizamos la realidad que se nos viene que es un crecimiento importantísimo en la agricultura con responsabilidad, con sustentabilidad. El biodiesel es un detalle mucho menor en esta discusión.
EC Rodolfo, te quedó alguna cosa en el terreno de los desafíos justamente.
RI Que no suene todo como positivo porque también hay grandes debilidades en el tema de los agrocombustibles. Hago un punteo muy rápido.
La baja densidad energética. Son grandes volúmenes que en general están dispersos, lo que lleva a aumento de costos en transporte, almacenamiento.
Hay alta variabilidad en las materias primas. Hay estacionalidad y variabilidad en la producción porque son muy dependientes del clima. Hay necesidades de acondicionamiento y transformación para la utilización de estos productos. Hay una serie de complejidades que hay que tener muy en cuenta.
RD En el rol de coordinadora me quedaba una reflexión final: toda la bibliografía que hemos manejado para esta tertulia indica que para el sector agropecuario nuestro, hay una oportunidad. Somos un equipo sensible y somos conscientes de que hay aspectos en lo que es la estrategia del país, aspectos sociales y ambientales que evidentemente tienen que ser manejados con rigurosidad y con cautela. Pero creemos que efectivamente hay una oportunidad.
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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Guzmán Gordillo