Buscan complementar la ganadería y la forestación
El gobierno reunió a las empresas forestales y las gremiales agrarias. El área forestada en el país no es preocupante, dijo el director nacional de Forestación, Andrés Berterreche, pero se busca que el crecimiento de esta producción "no sea la piedra en el zapato del desarrollo agropecuario". "Este es un país ganadero, culturalmente ganadero y el tema es que la forestación se integre en forma armónica".
(Emitido a las 9.11)
EMILIANO COTELO:
Que la forestación disputa su espacio en el campo uruguayo con la ganadería y la agricultura... eso no es una gran novedad. Pero que el gobierno tome cartas en el asunto, definitivamente sí es una novedad.
Con esa inquietud de por medio, el viernes el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) organizó una reunión donde estuvieron, por un lado, sus máximas autoridades y, por otro, representantes de las principales empresas forestales del país y de varias gremiales del agro.
¿Qué se buscaba? Fomentar un diálogo entre las partes para que el desarrollo forestal sea más controlado y permita una convivencia más armónica e integrada con la ganadería.
Para conocer los resultados de esta reunión, vamos a conversar esta mañana con el director general forestal en el MGAP, doctor Andrés Berterreche.
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Doctor Berterreche, me pareció que valía la pena conocer más en profundidad lo del viernes porque de algún modo tiene que ver con un tema que discutimos en la Tertulia Agropecuaria a fines de febrero, cuando usted estuvo aquí en estudios como uno de los invitados.
ANDRÉS BERTERRECHE:
Efectivamente, fue casi alumbradora la tertulia para eso.
EC - Tenía que ver con este tipo de debates que anda dando vueltas desde hace un tiempo en el país.
Vamos a los detalles. La reunión del viernes fue de alto nivel, por el ministerio concurrieron el ministro, el subsecretario, usted, más los directores de Plan Ganadero y de OPYPA, y otros asesores. Por otra parte comparecieron representantes de las principales firmas forestales, como Botnia, ENCE, Stora Enso y Weyerhauser, pero además algunos pequeños productores, cooperativas forestales y grupos familiares. Y, por último, gremiales del agro, como la Asociación Rural, la Federación Rural, la Asociación Nacional de Productores de Leche, las Cooperativas Agropecuarias Federadas y la Comisión Nacional de Fomento Rural. ¿Qué cantidad de gente fue al final?
AB - Más de 20 personas, entre 20 y 30 personas muy disímiles en sus intereses. El Estado no sólo tiene que generar normas jurídicas sino que a veces también tiene que ser un buen articulador entre los diferentes intereses del sector privado.
EC - ¿Por qué convocaron a todos estos actores? ¿Cuál era la idea, concretamente?
AB - Hay una discusión instalada, que no es solamente el tema forestal. El tema forestal es un poco vanguardia en lo que llamamos discusiones sectoriales, el tema está instalado y es importante que los diferentes actores de esta intersectorialidad comiencen a comunicarse entre sí. Utilizamos al Estado como elemento de articulación, como la bisagra entre esas partes. La idea era empezar con un diálogo para disminuir las contradicciones que pudieran disminuirse, porque siempre va a haber algunas que no se puedan sacar de la discusión. Tuvimos en cuenta a todos los sectores, no sólo a los más grandes, también llamamos a los más pequeños, a los de menor presencia institucional, tanto a nivel forestal como agropecuario, para que pudieran poner cada cual sus razones y ver los puntos de acercamiento posibles.
EC - Fue una reunión con delegaciones numerosas y calificadas, y además larga, se extendió durante cuatro horas, aproximadamente. ¿Se puede hablar de preocupación en el gobierno por este tema?
AB - Efectivamente, hay una fuerte preocupación, y hay una fuerte preocupación en la sociedad uruguaya.
EC - ¿Cuál es, concretamente, el foco de esa preocupación?
AB - Todos los temas de contradicción que hay sobre el acceso a la tierra por parte de las empresas forestales y el resto de las empresas agropecuarias. Nosotros que vamos muy seguido al interior a hablar con el conjunto de la población, no sólo con el sector forestal, vemos que existe esta preocupación. Y estamos tratando de lograr medidas para que el desarrollo forestal, el modelo forestal que nos interesa, sea armónico entre los distintos sectores.
EC - ¿Podemos hilar un poco más fino en esta preocupación? ¿Qué es lo que ocurre con ese avance de la forestación en el campo uruguayo?
AB - El tema es trasversal a todos los sectores, es el problema de la concentración y la extranjerización de la tierra, es la falta de opciones para que la familia rural se quede en el campo. Desde la Dirección Forestal nos preocupa esa relación y estamos proponiendo que el sector forestal siga creciendo pero no a expensas de que se concentre y se extranjerice cada vez más la tierra y haya cada vez menos opciones para la familia de campo. Creemos que es posible tomar acciones en ese sentido y de eso se trató la discusión, la charla, el intercambio entre los diferentes actores. El Estado no fue a poner lineamientos sino a tratar de que dialogaran todas las partes y a sacar apuntes. Lo organizamos y fuimos más oídos que boca.
EC - ¿Hay números sobre cuán concentrada está al día de hoy la forestación en nuestro país?
AB - Sí, y los números de la forestación son muy parecidos a los de otros rubros. Insisto, a mí me toca el sector forestal y por eso, responsablemente, ataco la problemática de ese sector. En un 10% de las empresas hay más de un 30% de la propiedad de los montes y la tierra. La gran mayoría de los productores son pequeños y tienen un peso muy pequeño en el volumen de producción, pero esto no pasa sólo en la forestación, pasa en todos los sectores, nosotros queremos que no pase en la forestación.
EC - En cuanto a la utilización de tierra para forestación, los números que se manejaron en aquella tertulia a fines del mes de febrero no lucieron por sí mismos preocupantes, del total de 15 millones de hectáreas con aptitud agropecuaria del país están forestadas 750.000, lo cual equivale a 5%.
AB - Es así. El problema es que ese 5% se distribuye concentradamente en pocas empresas y nuestra idea es que el mercado forestal sea más parecido a un verdadero mercado y no a un oligopolio, y que en ese marco el productor agropecuario tradicional, diversificando, pueda ser parte del proceso. No dejando su tierra y vendiéndosela a un grupo que concentre, sino en el entendido de diversificar su propia producción. En este momento, con esas mismas cifras, hay algunos problemas de carácter social, como son los pequeños arrendatarios, porque los propietarios venden porque les conviene, toman su opción de vender, pero muchas veces asociado con ese propietario hay un arrendatario que como consecuencia queda pastoreando en los caminos. La idea es que no pase eso, integrar todo ese tipo de situaciones para que no haya conflictos de carácter social, más allá del escaso 5% de plantaciones forestales del país.
EC - Voy entendiendo un poco mejor, el problema no es tanto el área ocupada por la forestación.
AB - No, de hecho no puede serlo, un 5% no puede ser preocupante. Y de todas maneras, aun con un crecimiento explosivo, nunca se llegaría a un porcentaje demasiado fuerte. Es muy significativo, en Facultad de Agronomía, a pesar de que hay una sobredemanda de profesionales en el área forestal, siguen entrando los entre 15 y 20 tradicionales estudiantes forestales. Este es un país ganadero, culturalmente ganadero, y lo va a seguir siendo. El tema es que la forestación, que viene creciendo en forma importante, se integre en forma armónica con el resto de los sectores y no sea la piedra en el zapato del desarrollo agropecuario nacional.
EC - Algunos ejemplos concretos de situaciones que preocupan al MGAP y que estuvieron en la conversación del viernes. Se habló del sector lechero y la dificultad para incrementar la superficie de los campos dedicados a la recría.
AB - Ese fue uno de los puntos que se tocaron y se manejaron, aunque por la vía de los hechos ya está empezando a funcionar.
EC - ¿Cómo es este problema?
AB - Hoy el acceso a la tierra es requerido por todos los sectores, no sólo por la forestación o la lechería, también por la agricultura, como el tema de la soja, y aun por la ganadería. Todo esto hace que la tierra haya subido de precio y en ese acceso los más débiles son los que quedan con menos posibilidades.
En el caso de la lechería, que es un sector que al ministerio le interesa particularmente, es ver la posibilidad de que en aquellos campos forestales donde no hay más de 60% o 65% de aprovechamiento del terreno el resto pueda ser utilizado por este sistema colectivo de uso de la tierra que son los campos de recría, que tienen particular importancia en el sector lechero.
EC - ¿Qué es la recría?
AB - Sacar los ganados que están directamente en producción de leche a engordar o a mantenerse fuera del establecimiento donde la prioridad son las vacas que están en ordeñe. Sacar todo ese ganado, que puede pasar a producción o ir a otras vías que no son la lechería, del lugar donde se produce la leche. Se manejó, a partir de una propuesta de productores nacionales, una manera colectiva en los llamados campos de recría, que se manejan principalmente desde Colonización. La Asociación Nacional de Productores de Leche hoy tiene un convenio con la empresa ENCE para trabajar 2.400 o 2.500 hectáreas de los campos forestados como campos de recría para sus asociados. Estamos previendo lo mismo en otras empresas forestales. Este tipo de cosas se discutieron en la reunión del viernes.
EC - No estamos hablando de que empresas forestales vendan parte de su terreno para ser utilizado para recría, estamos hablando de formas de asociación. ¿Cómo es?
AB - Sí, aunque, como estamos siendo muy terminantes en cuanto a suelos que se pueden forestar y terrenos que no se deben forestar, me consta que se han separado algunos potreros y han pasado al mercado agropecuario en general. Pero mayoritariamente estamos hablando de darles un trato preferencial a los campos de recría, a las organizaciones ganaderas locales, a aquellos pequeños productores que, si no, no tienen otra opción. Priorizar el aspecto de carácter más social del uso de la tierra en aquellos lugares donde el pastoreo con lo forestal todavía puede ser importante.
EC - El silvopastoreo.
AB - Sí, pero no sólo, hay toda una discusión, que todavía no está saldada, sobre si lo mejor es el silvopastoreo o el uso correcto de los montes en aquellos lugares donde andan mejor y la ganadería anda peor.
EC - El silvopastoreo es la posibilidad de que el ganado se alimente en las áreas del monte que quedan sin forestar, por ejemplo en las calles cortafuegos, etcétera.
AB - Para nosotros eso no es exactamente silvopastoreo, por eso hago la diferenciación. El silvopastoreo, que es una medida que desde el ministerio nos interesa fomentar, es la plantación que prioriza el manejo conjunto forestal y ganadero, que no es lo mismo que echar ganado en los "desperdicios" que no quedan forestados, en los caminos cortafuegos o en las zonas bajas. La idea es ir hacia un modelo en el que se priorice el manejo conjunto.
Eso es parte de la discusión, a algunas empresas les interesa y a otras no tanto y prefieren hacer un ordenamiento más eficiente de esos caminos y esas zonas. Hay algunos datos interesantes en cuanto a qué hacer y cómo hacer. Como dijo el ministro, quedamos con unas cuantas respuestas y muchas dudas.
EC - En aquella tertulia en la que usted participó, uno de los integrantes permanentes, el ingeniero agrónomo Rodolfo Irigoyen, decía: "No conozco ningún estudio serio y objetivo sobre silvopastoreo, que es una forma asociativa entre ganadería y forestación, aparentemente muy favorable para ambas partes". Ese es sólo un ejemplo de estudios que Irigoyen entendía que estaban faltando. Por eso mi pregunta es: todo este planteo del MGAP, ¿se apoya en investigaciones sólidas?
AB - Sí, es parte de una discusión sobre cómo optimizar. Ahí entran no sólo la posibilidad de hacerlo sino también temas de carácter estrictamente empresarial, como la renta, cuál es la mejor renta, que varía según la relación de precios entre el valor de la madera y el valor de la ganadería. Tenemos que trascender esas situaciones, tenemos que ir al mejor uso del suelo, y tenemos experiencias. Hace poco estuvimos en la FAO y en un evento lateral de la Comisión Forestal de la FAO expusimos sobre un proyecto de silvopastoreo que se está haciendo en Uruguay y que está dando buenos resultados, que están científicamente medidos. Hay que sistematizarlos y adecuarlos porque no todos los montes ni los suelos son iguales ni podemos hacer generalizaciones y empezar a trabajar. No sólo hay que priorizar la posibilidad de silvopastoreo, sino, en aquellas empresas forestales que tienen sus plantaciones y no van a hacer silvopastoreo porque su negocio es la fibra, el pastoreo dentro de los montes y en las zonas de caminos y bajas, priorizar el aspecto social de los sectores que tienen mayores dificultades para el acceso a la tierra.
EC - Decía Fernando López, de la Comisión Nacional de Fomento Rural, después de la reunión del viernes, que una de las ideas era establecer un mecanismo para que los pequeños y medianos productores puedan involucrarse en la forestación. Y agregó que eso sucede, por ejemplo, en Finlandia. ¿De qué estaba hablando López?
AB - Es una apuesta que tenemos. Dentro de dos años y medio, cuando termine esta administración, deberemos evaluar si logramos ganar, empatar o perder. Se trata de que el sector agropecuario tradicional se involucre de una manera diversificada, que pequeños, medianos y aun grandes productores nacionales sean parte del mercado forestal, no porque se transformen en empresas forestales sino porque en alguna parte de su campo hagan forestación.
EC - Estamos hablando de otra línea de trabajo.
AB - Sí, se habló de un montón de líneas.
EC - Aquí estamos hablando de que productores ganaderos también sean productores forestales.
AB - Es la única manera de que el sector crezca sin que haya una profunda concentración de la tierra en algunas empresas forestales, es decir, que vayamos hacia un modelo en el cual los productores agropecuarios vean el tema madera como uno más de su ecuación productiva. Vamos a eso, si no, vamos a terminar en un montoncito de empresas que van a tener casi toda la producción y la tierra, el sector agropecuario no va a participar y muchos, los más débiles, terminarán desplazados de la producción. La idea es que el productor nacional se integre, es la mejor manera para que el problema de concentración y extranjerización no se dé tan intensamente.
EC - ¿Estamos hablando de que el gobierno intervenga en el mercado, o de promover la autorregulación?
AB - El gobierno siempre interviene en el mercado, interviene cuando junta a todos estos operadores y los sienta en una mesa en la que se discute frontalmente durante cuatro horas. Dice cuáles son las políticas que se quieren llevar adelante y las empresas toman nota.
EC - ¿Se maneja la posibilidad de legislar en esta materia?
AB - Tal vez en algunas de estas materias haya que legislar, en otras se seguirá con el proceso de diálogo y articulación entre las partes. Cuanto más en función del requerimiento de ambas partes se puedan hacer las cosas, mejor, pero si hay que legislar se legislará, no lo vemos inconveniente.
EC - Parece que el ambiente fue bueno, varios representantes del sector privado salieron satisfechos del intercambio del viernes. Incluso los propios forestales. Decía Álvaro Molinari, presidente de la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay: "Se abrió un canal de diálogo y discusión muy fructífero y positivo, que sirve para desmitificar temas, evitar conflictos y que cada uno de los sectores conozca mejor la realidad de los otros y entre todos podamos establecer mecanismos de convivencia. Nos gustó a nosotros y le gustó al gobierno".
¿Fue así como suena, algo tan pacífico?
AB - Hubo un clima bastante armónico. Si le gustó a la Sociedad de Productores Forestales, me alegro. El gobierno quedó conforme. También tenemos que preguntarle al resto de los sectores agropecuarios si tienen la misma visión, si la instancia les sirvió para avanzar en sus objetivos. La idea es lograr acuerdos entre todas las partes.
EC - ¿Cómo fue el trámite de la reunión? ¿Hubo momentos complicados?
AB - No, los requerimientos fueron claros, duros y respetuosos en todo momento. No hubo un conflicto fuerte como puede haber cuando a uno le toca ir a dar la cara con algunos productores en el interior del país, ahí se pone bastante más fuerte. El interés era que no sólo el Estado tuviera que dar la cara por determinadas cosas sino que los sectores pudieran compartir las visiones. Fue una reunión de carácter cordial.
EC - ¿Cómo sigue esto ahora?
AB - Se tomó nota de todo lo que se dijo durante cuatro horas, se van a repartir con suficiente anticipación las grandes conclusiones a todos los sectores y posiblemente llamemos a una nueva mesa intersectorial vinculada con el tema forestal dentro de 15 días o de un mes.
EC - Están armando esta mesa de diálogo entre productores forestales, empresas forestales y distintas gremiales del agro...
AB - Y el Estado.
EC - Sí, claro. ¿Y van a abrir otros ámbitos parecidos con otros sectores que también vienen teniendo un desarrollo fuerte y que pueden estar acorralando a la producción ganadera? Concretamente, la agricultura intensiva.
AB - Sería interesante poder dar un diálogo intersectorial entre todas estas situaciones, eso permite menos contradicciones, sobre todo poner los límites y llegar a acuerdos entre los sectores. A mí me corresponde el sector forestal, no tengo vocación de abarcar más que eso. Ojalá este sea un buen ejemplo. Creo que dimos un paso importante en la discusión de este tipo de temas.
EC - Se lo pregunto porque a partir del desarrollo tan impetuoso que viene teniendo últimamente el cultivo de soja, por citar uno, se escuchan planteos similares a los que usted ha manejado recién.
AB - Sí, es más, todo el tema biocombustibles y su vinculación con los diferentes cultivos bioenergéticos va a estar en la agenda del agro, va a ser parte de la discusión también. Como director forestal no puedo adelantar que eso se dé, me corresponde desarrollarlo, promoverlo y provocarlo en el ámbito de la intersectorialidad con lo forestal.
EC - Está bien. ¿Cuándo cree que será la próxima reunión?
AB - Para el mes de mayo posiblemente tengamos algún adelanto. Como habrá visto, hicimos esto sin prensa porque preferíamos discutir sobre lo que realmente pensamos y no sobre lo que podemos interpretar en los medios.
EC - La información se conoció después, cuando terminó la reunión.
AB - Y no fue casual, se actuó bastante bien porque no se filtró mucho, pudimos trabajar mejor en ese sentido. Por supuesto que van a tener acceso a toda la información sobre lo que se produzca, en ese sentido también vamos por buen camino.
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Edición: Mauricio Erramuspe