La Tertulia Agropecuaria

La expansión agrícola, ¿llegó para quedarse?

La expansión agrícola, ¿llegó para quedarse?

El crecimiento del área de cultivo, los granos transgénicos, la fuerte llegada de capitales extranjeros, sobre todo argentinos. Esos y otros fenómenos están detrás de la explosión agrícola que vive Uruguay. Un crecimiento que no está ajeno a las polémicas. Los ingenieros agrónomos Rodolfo Irigoyen, Guillermo Villa, Marcos Guigou y Eduardo Gudynas, junto a Rosanna Dellazoppa, analizaron el tema.

(Emitido el 25.04.07 a las 9.36)

EMILIANO COTELO:
Soja, sorgo, maíz, trigo, cebada... plantaciones cada vez más grandes... producciones cada vez más intensivas.

En Uruguay ya no nos asombra el crecimiento explosivo de la agricultura.

Ahora, ¿se trata de un fenómeno coyuntural? ¿O es un cambio estructural al cual deben adaptarse tanto el país como sus estructuras económicas y sociales?

Sobre los beneficios de este "boom" de la agricultura se ha hablado mucho. Pero, al mismo tiempo, ¿hay riesgos asociados? ¿Es necesario poner algún límite a este desarrollo tan fuerte?

Sobre estos y otros temas vamos a discutir en los próximos minutos en una nueva Tertulia Agropecuaria.

Hoy, con dos de sus integrantes habituales, los ingenieros agrónomos Rodolfo Irigoyen y Guillermo Villa, la coordinadota de este espacio, la ingeniera agrónoma Rosanna della Zoppa, y dos invitados esta vez: el ingeniero agrónomo Marcos Guigou y el master en Ecología Social Eduardo Gudynas.

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Rosanna, ¿podemos completar la presentación de nuestros invitados?

ROSANNA DELLAZOPPA:
Marcos Guigou es ingeniero agrónomo, cursó un posgrado en Dirección en Agronegocios y Alimentos; es un conocido productor agropecuario en el litoral del país, específicamente radicado en Dolores, en Soriano; y es presidente y gerente general de Agronegocios del Plata y director de Technoloy SA.

Eduardo Gudynas es director del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES); coordinador técnico de los Reportes Ambientales de Naciones Unidas para América Latina y para el Mercosur; Duggan Fellow del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales de Estados Unidos; y autor de libros sobre desarrollo sostenible, en la temática de la sustentabilidad agropecuaria.

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EC - Rosanna, vamos manejar algunos números que pongan en evidencia este fenómeno de la expansión agrícola, del boom agrícola. Porque en estas tertulias hemos hablado ya del aumento del precio de la tierra, algo que, entre otras cosas, se debe al desarrollo explosivo que ha tenido la agricultura en algunas zonas del país en los últimos años. Por ejemplo, ¿cuánto está plantado en agricultura?

RD - Los últimos datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) indican que 33% del área, de ese millón de hectáreas, está plantado con trigo y cebada, que son cereales de invierno, 11% con cereales de verano, maíz y sorgo, 44% con oleaginosas, fundamentalmente soja (436.000 hectáreas) y girasol (36.000 hectáreas), y 15% con arroz. Según los pronósticos de los distintos expertos, incluida la propia DIEA, y las tendencias, estas cifras van en aumento hacia la próxima zafra.

EC - Parece claro que esta expansión agrícola no se manifiesta sólo en esos números, en el aumento del área explotada por la agricultura, tiene otras manifestaciones: incorporación de tecnología, cambio en el modelo de gestión, llegada de empresarios extranjeros, cambio en el tipo de empresarios. ¿Cómo ven estas cuestiones?

GUILLERMO VILLA:
Con respecto a la primera pregunta, si no hay grandes cambios a nivel del Estado, esto es estructural. La gente asocia crecimiento de la agricultura con área, pero eso no es lo más importante porque si analizamos la historia, en las décadas de los sesenta y de los setenta se plantaba más área que hoy. El cambio importante que se está dando hoy es en la cultura, en la tecnología, en los materiales que se utilizan, en el tipo de empresarios.

EC - ¿Algunos ejemplos?

GV - Los materiales genéticamente modificados, como la soja resistente a glifosatos, que marcó un antes y un después en la soja, la siembra directa, y un montón de ejemplos más.

EC - ¿Otros enfoques sobre esto mismo?

RODOLFO IRIGOYEN:
Hay una enorme cantidad de ejemplos, yo pondría uno: el temor de las otras explotaciones que compiten por los mismos suelos, básicamente la ganadería y actualmente también la lechería. Hay una permanente discusión sobre si son actividades que pueden funcionar en forma asociativa, en simbiosis o beneficio mutuo entre ellas, o si son antagónicas que están compitiendo por un recurso escaso que es el suelo.

EC - Hablábamos de cambios en el modelo de gestión. Quizás el empresario invitado hoy nos pueda hablar de eso.

MARCOS GUIGOU:
Hay cambios que como se van dando gradualmente no nos damos mucha cuenta, pero si uno va hoy a alguna de las ciudades del interior donde hay más agricultura se encuentra con que es difícil conseguir agrónomos para trabajar, gente capacitada, y hace dos o tres años había abundancia de gente sin trabajo. También se ve que hay negocios que funcionan, hay un cambio en la organización, en la cultura, en la cantidad de información que se maneja. Es enorme la cantidad de información que maneja hoy un productor, un empleado, un tractorista que está en el campo, es fabuloso con relación a lo que era 10 años atrás. Por ahí están pasando los principales cambios.

EC - Aparece de forma muy notoria la participación de inversores y empresarios extranjeros.

MG - Sin duda.

EC - ¿Cuánto pesa esto?

MG - Ha pesado mucho. Habría que ver por qué pesó tanto y por qué no logramos que haya más productores uruguayos liderando este avance de la agricultura. Sin duda ha habido una inversión enorme, se ve en el precio de las tierras, que ha ido creciendo, ahora se va notando también en el precio de los arrendamientos. En el litoral uno se cruza con tantos vehículos argentinos que a veces se sorprende. Eso es parte de lo que está pasando en todo el mundo: mercados muy conectados, globalización y un montón de temas que pasan en otros sectores de la economía y hoy también en el agro.

EDUARDO GUDYNAS:
Me gustaría agregar un par de ejemplos más. Uno es el creciente sesgo exportador, que se ha ido incrementando y se profundiza. Va asociado con importantes cambios que tienen que ver con los controles de calidad, la trazabilidad, cómo nos insertamos en los mercados internacionales, y comenzar a prestar un poco más de atención a las exigencias y los requerimientos de nuestros compradores en el exterior, qué es lo que quieren y qué es lo que rechazan. Asimismo un sesgo dentro del país hacia las producciones a escala y un mayor sesgo hacia el componente agroindustrial, con lo que eso tiene de bueno y de malo. Por ejemplo, la presencia de inversores extranjeros tiene aspectos positivos por la entrada de capitales, tiene aspectos negativos por a quién desplaza dentro de nuestro país y tiene de bueno y de malo cómo esos beneficios llegan o no a todas las familias rurales.

EC - Ya vamos a ir a esa discusión. Antes, una pregunta más en esta parte introductoria. Está claro que en este boom de la agricultura están jugando factores coyunturales, algunos de ellos, los más evidentes, externos al país, por ejemplo los precios internacionales de los granos, que están altos debido a la mayor demanda de alimentos en el mundo, entre otras cosas por el fenómeno de China y la India, hay una buena liquidez en la región mientras va quedando menos tierra disponible en los países vecinos. Entonces, además de esos factores externos, ¿hay factores internos, coyunturales, incidiendo? ¿Qué impresión tienen ustedes? Eduardo dice que sí.

EG - Sí, dentro del sector hay subsectores, hay situaciones distintas en los diferentes rubros de la agricultura, en la ganadería y en el sector forestal. En algunos de ellos hay cambios estructurales, por ejemplo en la ganadería, donde ha habido fuertes innovaciones, aumento de la faena y fuertes cambios, mientras que en algunos subsectores de la agricultura el componente estructural externo es fuerte. Por ejemplo, en los mercados internacionales de soja los cambios que introduce la alta demanda del sureste asiático, los cambios que introducen los cambios de la dieta en esas regiones, cuestiones de controles de calidad en los grandes mercados importadores de los países industrializados, lo que quieren comer, el boom de la ganadería orgánica en Uruguay está asociado a esos países industrializados.

Uruguay como es un país chiquito, de producción pequeña en términos absolutos, aprovecha esos resquicios, esos huequitos en nichos de mercado que le quedan. Ahí está la gran discusión, cómo nos paramos frente a grandes agroexportadores, como Argentina o Brasil, nuestros vecinos, con nuestra producción, si vamos a enfocar hacia el volumen o hacia la calidad.

EC - La pregunta era si hay factores internos jugando en este boom agrícola.

RI - Son muchos más importantes los factores externos que los internos, enormemente más importantes. Pero quiero rescatar la gran capacidad de respuesta que ha habido a nivel interno a esos estímulos externos. Capacidad de respuesta que en este país muchas veces se ponía en duda, se pensaba que el sector agropecuario era mucho más tradicional, que no tenía esa capacidad de respuesta. Esta espectacular reacción ante esos estímulos favorables que vienen del exterior ha disipado ese tipo de dudas.

GV - Un detalle que para mí no es menor y es interno. En poco tiempo se instalaron en Uruguay un montón de empresas, por ejemplo en la industria frigorífica se ha invertido mucho, y en la parte agrícola se han instalado grandes multinacionales. Antiguamente como productores éramos prácticamente cautivos de monopolios o de pequeños oligopolios en los cuales el productor recibía precios residuales. La instalación ahora de estas empresas que compiten por los productores, que compiten por la producción, es un cambio interno no menor que ha llevado a que estos cambios se estén dando con escala. Antes crecíamos en escala y teníamos una sobreproducción que implicaba que el precio bajara, hoy ya no hay límites en ese punto.

MG - Estoy de acuerdo con Irigoyen en que los factores externos son los que han fomentado esto, pero los internos han sido la reacción y la adaptación del sector. Un ejemplo interesante para otras actividades en Uruguay, porque a veces somos bastante temerosos. Desde que está creciendo la agricultura, desde que entró la soja transgénica y se dieron algunos cambios, nos hemos planteado que el puerto va a colapsar, que los camiones no van a alcanzar, que la organización no va a funcionar, y en realidad se ve que las empresas trabajan, que la gente trabaja, de manera aparentemente descoordinada pero funciona. Las cosechas son cada vez mayores, la cosecha llega al puerto, los mercados están, y se hace todo con una previsibilidad mayor. Hoy la soja (aunque para mí no es el cultivo que debe reinar) permite tener precios de la producción de lo que se va a plantar y cosechar el año que viene. Es un cambio enorme que ha traccionado tremendamente.

Es externo porque el precio viene del exterior, pero se ha recogido el guante y ha funcionado de manera notable en cuanto a respuesta y cambios, porque uno ve que todos los años el negocio está diferente, los operadores se van adaptando, la gente busca nuevas funciones, de repente el que era agricultor es contratista, el que era agrónomo aprende otras habilidades. Me parece un ejemplo muy bueno.

EC - Ahora sí llegamos a la pregunta que estaba planteada como título del debate: ¿estamos ante un fenómeno momentáneo, ante algo coyuntural que puede desarmarse cuando cambien algunos de estos factores que mencionamos? ¿O ya se trata de un proceso más estructural?

RI - Si yo tuviera la respuesta a esta pregunta no la daría gratis, tenga la certeza.

EC - ¿Pero es estructural o coyuntural?

RI - Para mí es estructural, básicamente.

EC - ¿Qué dice Gudynas?

EG - Algunos segmentos son estructurales y otros son coyunturales.

EC - ¿Qué dice Villa?

GV - Que es estructural.

EC - ¿Qué dice Guigou?

MG - Estructural.

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EC - Rosanna, ¿qué dio esta encuesta rápida? ¿Mayoría por estructural o por coyuntural?

RD - Mayoría por estructural. De todos modos me gustaría que Eduardo contara cuáles son esos aspectos que separó dentro de lo coyuntural.

EG - Tal cual decían Irigoyen y los otros panelistas, hay muchas condiciones externas, del mercado externo, que condicionan fuertemente a sectores que están en alza. Un ejemplo claro es la soja. Hoy tenemos condiciones de producción dentro del país que son favorables en algún sentido, pero también actúan agentes externos, la alta demanda. Esa coyuntura va a cambiar mucho de acuerdo con el desempeño del mercado de biocombustibles en el hemisferio norte, y con el avance de la demanda de los países del sureste asiático. Pero también tenemos situaciones coyunturales relacionadas con las condiciones sanitarias de calidad a nivel global, cualquier rebrote de la enfermedad de la vaca loca, por ejemplo, va a afectar a todo el mercado de la carne a nivel global. Y así sucesivamente.

Tenemos esos componentes coyunturales que no podemos obviar, si echamos un vistazo a los estudios de prospectiva recientes, por ejemplo los del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, los de la OCDE, o los del Centro IFTRIC, que se dedica a políticas agropecuarias a nivel global, en general y yendo a los grandes titulares, predicen que para los años 2015, 2020 nuestros países van a producir más, van a exportar más, se van a sumar otros países productores de otras regiones, la competencia va a ser creciente entre nuestras naciones y los márgenes de rentabilidad en general se van a achicar. Eso nos hace muy pero muy sensibles a los riesgos de la coyuntura. Entonces cuando dicen "es estructural" me da un poco de miedo, es como dormirse en los laureles, ya está todo arreglado, estamos súper bien en el sector, somos lo suficientemente fuertes para sobrellevar los vaivenes del mercado global.

EC - Quienes dijeron que era estructural, ¿por qué entienden que es así?

GV - Básicamente porque el gran crecimiento que se ha dado ahora, que no es un crecimiento histórico sino que es volver a áreas históricas, se da por capitales extranjeros, en particular argentinos, empresas que están plantando en Uruguay un porcentaje menor de lo que están plantando en su país, que están plantando en Uruguay como una forma de dispersión del riesgo, plantan en varias zonas de su país y Uruguay es una más. Si yo pensara que es coyuntural en Uruguay no podría pensar en Uruguay solo, tendría que pensar en el conjunto, si hubiera factores externos que afectaran la agricultura a nivel regional ahí sí aceptaría que bajaría Uruguay, si no, creo que va a seguir la línea que siguió en Argentina.

EC - Otro que habló de estructural, Marcos.

MG - Cualquier actividad que uno desarrolla tiene riesgos, aun quedándose quieto tiene riesgos, pero hay que trabajar con faros largos, a mediano, a largo plazo, y esta ventaja o esta forma de trabajar, este crecimiento, va a ser sostenible en la medida que asociemos no sólo lo que podemos hacer directamente en el sector sino las políticas públicas. Es fundamental que la sociedad conozca más lo que es el campo, que entienda por qué el país tiene cierta dependencia del negocio agropecuario, que se construya mucho conocimiento y se agregue mucho valor por ese lado.

Aprovechando que tenemos productos que hoy tienen demanda. El caso de la soja, la podemos producir de diferentes maneras, con mucha tecnología, con poca, la podemos producir con innovación. Y la soja transgénica, que tiene muchísima tecnología en origen, el que hizo la semilla le agregó el gen RR, y la innovación sudamericana, soja transgénica con glifosato chino, que nos hizo muy competitivos en costos y de repente los países desarrollados no tenían esa combinación. En ese tipo de innovaciones y de mejoras en la organización y en la capacitación permanente están el futuro y la posibilidad de que sea más estructural.

EC - A Rodolfo le costó más contestar sí o no, coyuntural o estructural.

RI - No, no tengo dudas, los cuatro contestamos que es estructural, lo que varían son las relativizaciones, porque no se pueden dar respuestas absolutas. En cuanto a argumentos que fundamentan el hecho de que sea estructural, la gran movilidad de factores productivos que implica la globalización, básicamente los tecnológicos, los humanos, los financieros, etcétera, aspectos vinculados con la demanda, como el gran crecimiento económico asiático o la crisis energética con sus consecuencias sobre la demanda de biocombustibles, etcétera, es un factor muy importante que hace que esto sea estructural. Pero toda fase de crecimiento, regional o mundial, a corto o a largo plazo termina en una crisis, la economía nos enseña eso. El asunto es el plazo. Aparentemente este plazo va a ser relativamente mucho más largo que el de otros crecimientos más coyunturales que hemos sufrido en otros momentos. Lo claro es que es una fase de crecimiento particularmente fuerte y prolongada, pero no podemos concluir de ahí que este dinamismo es algo que queda inamovible para siempre.

EC - Han llegado algunos mensajes de los oyentes. Por ejemplo, Mario, de Ombúes de Lavalle, dice: "Son cambios estructurales, no hay marcha atrás, pero pueden volver a bajar los precios y entonces retornarse a la ganadería". ¿Qué dicen de esto?

GV - Todas las producciones estaban en equilibrio, en este momento se quebró el equilibrio a favor de la agricultura, la ganadería no puede sostener las rentas que está pagando la agricultura. Si los valores de los granos persisten, indudablemente la carne va a tener que subir porque en el mundo sobre todo las carnes blancas se alimentan con granos, si la carne sube indudablemente va a haber un reacomodo de los equilibrios y se va a parar este crecimiento explosivo.

EC - Dice Perico: "El cambio es estructural, pero la vaca gana".

MG - Vamos siempre por el camino que no debemos tomar, el de contraponer cosas. La vaca gana, y la agricultura y la forestación. Uruguay necesita crecer 10 años al 7%, o 20, si es posible, y a veces nosotros mismos nos asustamos de lo que crecemos, en realidad debería ser al revés. Si miramos lo que es Uruguay y lo que son otros países desarrollados y si vemos que la gente que se va de Uruguay se va hacia países ricos porque busca consumo, si uno ve hacia dónde emigra la gente, deberíamos buscar crecer, crecer integrando, no separando y poniendo una cosa contra la otra, hay lugar para las vacas, para la agricultura y para la forestación. Está en nuestra capacidad poder combinar esas cosas y llevarlas todas adelante con éxito.

EC - Roberto, de Trinidad, pregunta: "Entre los factores internos, ¿qué incidencia tiene la necesidad de raciones en la lechería o la ganadería en general? ¿Qué incidencia tiene en el área de sorgo?".

GV - Básicamente el sorgo creció en estos últimos años por eso, al reducirse las áreas pastoriles hay que trabajar con mayor intensidad en la parte ganadera. Se está suplementando cada vez más y el sorgo pinta ser el grano básico para toda esa alimentación. Sin duda que eso llevó al crecimiento del área sembrada de sorgo.

EC - Federico dice: "Basta de soja y cultivos transgénicos, queremos comer sano".

RD - Invitación a la próxima tertulia.

RI - Yo le recomendaría que coma transgénicos si quiere comer sano.

EC - ¿Cómo es eso?

RI - Pongo el ejemplo del maíz dulce que no se puede sembrar en Uruguay por ser un cultivo transgénico, pero el maíz dulce que se siembra en Uruguay tiene una serie impresionante de tratamientos con agroquímicos para control de plagas, cosa que el maíz transgénico no necesita.

EG - Pero eso no hace al producto transgénico mejor, es un argumento que explica que algunos de nuestros productos de alimentación están muy mal.

RI - Como quieras.

EG - Si eso sucede es porque algún control de calidad está fallando groseramente en algún lado de la cadena de regulación.

RD - Gustavo, de Colonia, dice: "Más granos, forrajes y alimento para el ganado y cada vez menos cabezas engordadas a campo o en praderas naturales. La gran amenaza para la carne está en la cría, no en la invernada".

RI - Discrepo totalmente. Primero, no hay ninguna restricción fuerte para la cría, simplemente, como es el primer eslabón de una larga cadena, es el último en recibir los estímulos económicos, y como le llega, como ocurre en la actualidad, está respondiendo en forma muy dinámica. Como decía Marcos hoy, esas dicotomías que se plantean son falsas, lo que hay son asociaciones. Si se produce para el ganado no se deja de producir para la gente, se produce indirectamente para la gente, el ganado se alimenta cada vez más con subproductos de la agricultura, con cultivos asociados. Hay que buscar las asociaciones, hay respuestas técnicas para ellas, no plantear las cosas en términos dicotómicos que siempre nos empantanan y no nos dejan crecer.

***

EC - ¿Hay necesariamente una crisis al final de este camino? ¿Hacia dónde vamos? ¿Hay que ponerle límites a este desarrollo explosivo de la agricultura en Uruguay? ¿Tenemos políticas en esta materia, o el fenómeno se está dando como quiere? ¿Es bueno que haya políticas?

¿Cómo entran a esta parte de la discusión?

EG - El tema de las políticas posiblemente sea un gran debe en el país. Tenemos algunas políticas incipientes, algunos programas de asistencia, algunos programas de extensión, pero está claro que se necesita una discusión más profunda, más diversificada y con más actores.

EC - ¿Por qué? ¿Hay riesgos?

EG - Hay riesgos, pero además me preocupa cuáles son los argumentos en esa discusión que nos debemos dar, porque hay muchos indicadores y evaluaciones que están en el debe que el país necesita calcular. Por ejemplo, cuáles son los costos o los beneficios ocultos y no evidentes para la economía tradicional de este avance del sector agropecuario, porque hay muchas cuentas que la economía tradicional no está calculando en este momento.

***

EC - Vamos al punto que dejamos colgado antes de la pausa: ¿dónde están los principales cuestionamientos a la forma como ha venido dándose este desarrollo tan explosivo de la agricultura? ¿Qué luces de alerta conviene prender?

RI - Hay dos niveles básicos. Primero, a nivel primario, la exclusión social que se genera porque estas tecnologías son muy intensivas en capital y de grandes escalas de producción. Exclusión social que afecta lo cultural. La gravedad de este fenómeno depende mucho del grado de reinserción laboral que tengan esas familias.

EC - Son producciones que demandan menos mano de obra por hectárea que otras.

RI - Sí, y superficies cada vez mayores, entonces cosas que antes hacían cuatro agricultores ahora las hace uno. Pero está habiendo una muy importante reinserción por el propio dinamismo que genera la actividad. Como decía hoy Marcos, el que antes era productor ahora es un empresario que vende servicios, ya no tiene tierra. Como siempre, hay que ver los balances entre esas dos cosas. Ese es un plano de preocupación, el tema social.

Otro plano de preocupación es la sostenibilidad ambiental de estos crecimientos.

EC - Tengo un mensaje que dice: "Este proceso es antinatura y eso tarde o temprano se paga, no será barato".

RI - Nunca comparto respuestas fundamentalistas, tampoco esta. Hay que ver lo que dicen los especialistas en ese tema, porque la agricultura intensiva, como cualquier otra actividad humana, puede ser muy bien o muy mal hecha. Por ese lado es muy importante que el Estado desempolve alguna normativa sobre el control del uso de los recursos naturales y cumpla su función de control sin meterse a digitar directamente las producciones.

Son los dos ámbitos que nos deberían preocupar, lo social y lo ambiental.

EG - Siguiendo la línea de razonamiento de Irigoyen, tres pastillitas para la audiencia.

Empleo, los problemas del empleo. En Uruguay no tenemos datos, en Brasil hubo un gran boom de exportación agrícola en 1985, en el sector soja, en números redondos producía 20 millones de toneladas de soja y empleaba más de 1,5 millón de trabajadores en el sector, y en 2004, 20 años después, Brasil produce 50 millones de toneladas de soja, más del doble, y sólo tiene 335.000 trabajadores en el sector, cayeron a un cuarto.

RI - Un economista te puede decir que eso es una muestra de un gran aumento en la productividad del trabajo. Toda cosa depende de cómo la miras para que la veas positiva o negativa.

EG - Está bien, pero ese argumento posiblemente no satisfaga (tal cual tú dijiste hace un par de minutos) a quien se quedó sin trabajo. Es un argumento para la contabilidad pero no para el bienestar social y la generación de empleo.

EC - ¿Qué dicen los demás sobre ese punto?

MG - Hay un error en el enfoque económico, se contabilizan los empleos directamente en el agro, cosa que en Uruguay también hacemos. No es por traer malos recuerdos, pero en la crisis se vio que en la medida que el agro se cayó, se cayó todo. Cuando se mide así no se miden los servicios que genera el agro, el transporte, toda la agroindustria que depende del agro. Brasil es tremendamente exitoso en su agroindustria, en su industria alcoholera, y todo eso depende de que haya producción. Si la producción de base no se hace con los métodos más eficientes, utilizando los beneficios de la escala y generando puestos de trabajo en esa producción que se puedan remunerar mejor, ¿qué queremos? ¿Tener trabajadores de jornales bajos, en malas condiciones de vida? ¿O queremos trabajadores que andan en maquinaria con aire acondicionado, como pasa hoy, con filtros de carbón activado, con posibilidades de tener buenas remuneraciones? Por eso yo hablaba hoy de capacitación. Los empleados que necesitamos hoy para producir indudablemente son menos por hectárea que los que se necesitaban hace 30 años, pero es gente que puede ir de noche a su casa, en la ciudad, a mirar televisión con su familia, que vive, que tiene un buen sueldo, tiene auto, está capacitada, que maneja computadoras. Es fabuloso el cambio que ha habido. Siempre va a haber indicadores que den mal, pero el indicador de agroeconomía o de agroindustria debería medir el cluster, el grupo de empresas desde la producción hasta el puerto, no utilizando un concepto de economía que no se adapta acá, porque gran parte depende del sector agropecuario.

EG - Me quedan dos pastillitas y una reacción mínima. Ese estudio que tú decís, Guigou, fue hecho por lo menos por dos grupos de investigación en la Universidad de Buenos Aires para todo el encadenamiento del sector y el resultado es el mismo: tengo menos gente trabajando en todo el sector por cuestiones de escala, mayor productividad por persona, automatización de las plantas, etcétera. Lo podemos ilustrar.

Segunda pastillita, siguiendo con lo de Irigoyen. Costos ambientales, varios países, algunos de ellos en América Latina, están haciendo lo que llaman cuentas satélite, les ponen valor en dinero a los impactos ambientales que tiene esta intensificación de la agricultura y en algunos casos de la ganadería, que son muchos. En números redondos, en los países desarrollados entre 10% y 20% del PBI agropecuario se pierde por costos ambientales. Desde el punto de vista de este análisis económico ambiental también hay ganancias ambientales, por ejemplo por mantener un paisaje agropecuario, una amenidad, etcétera. Pero el saldo neto es una pérdida de entre 10% y 20%, sobre todo por erosión y por contaminación del agua.

La tercera pastillita es el endeudamiento, los estrechos márgenes de rentabilidad que afectan sobre todo a la pequeña y la mediana producción, en especial en la agricultura familiar. Es un hecho importante y a veces dramático en algunos sectores de Uruguay, donde más o menos el 80% de los productores sigue siendo producción familiar y para ellos es muy difícil acceder a esos niveles de alta tecnología que explicaba recién Guigou. Tenemos que analizar todos estos claroscuros.

GV - El problema vuelve a nuestra primera discusión, si es estructural o si es coyuntural. Si lo pensamos como coyuntural indudablemente los pros de este crecimiento son mucho menores que las contras, si estamos haciendo toda esta inversión de sacar gente, de crecer en forma ... por una coyuntura de dos o tres años, no cabe la menor duda de que la relación costo-beneficio se vuelca mucho más al costo que al beneficio. A nivel del país tiene que hacerse lo que no se hace nunca, que es pensar antes de que las cosas pasen y analizar si esto es estructural y si queremos que sea estructural, ese es el fondo de la cosa. Si como país queremos que sea estructural, pensamos que tiene que ser estructural, sin duda los beneficios van a ser mucho más grandes que los costos, porque los empleos que hoy se pierden mañana se van a ganar con mejores calificaciones. No hay que hacer mucha historia, hoy día tenemos una sola aceitera y hace pocos años había tres, las otras dos cerraron porque no había materia prima. Pasó con la industria frigorífica, los frigoríficos cambiaban de mano por 10.000 o 20.000 dólares, los vendía el Banco República, porque no había negocios. Entonces, si el país piensa que esto es estructural y quiere que sea estructural tiene que prepararse. Todo lo que es conservación de suelos pasa por que el Estado pueda controlar, pero básicamente pasa por un problema cultural. La gente del país tenemos que tomar conciencia de que tenemos que cuidar lo que tenemos, los cambios culturales no se hacen de la noche a la mañana, se hacen en décadas, y se mama eso. Si pensamos que es estructural, preparémonos para que sea estructural, eduquemos a la gente para que sea estructural, impactemos y agredamos el ambiente lo menos posible hasta que seamos conscientes de lo que tenemos que cuidar.

RD - Sofía, de Pocitos, dice: "No podemos seguir diciendo o escuchando decir impávidos ‘me parece que tal actividad agrícola puede impactar de tal o cual manera a X número de recursos, mano de obra, etcétera’, o lo que sea. Todos debemos comenzar a exigir fundamentos serios, basados en mediciones serias, en el desarrollo de indicadores serios, en encuestas, en declaraciones juradas, lo que sea necesario para poder tener una línea de base, situaciones de estado, y luego seguir monitoreando, corrigiendo, con aplicación de medidas. Esto en gran parte es responsabilidad del MGAP, que debería apoyarse en las instituciones académicas para eso".

GV - Es más de lo mismo, es analizar lo que pasó. El país tiene que pensar lo que va a pasar, analizar declaraciones juradas y estadísticas y ver lo que pasó... capaz que es tarde.

RI - No sé si quedó clara mi intervención anterior con respecto al tema empleo. Coincido con Marcos: el balance, si medís la cosa en forma integrada, sin duda es positivo, porque cuando tenés menos empleos a nivel primario en un proceso de crecimiento como este es porque son empleos mucho más productivos que generan un efecto dinamizador mucho más importante a nivel de la industria y de los servicios. Cuando el sector agropecuario funciona florecen los servicios y con ellos el empleo, y cuando es al revés los servicios desaparecen.

Yo mencionaba los temas culturales por desempleo friccional, por cambios en los estilos de vida, cando a alguien que fue 30 años productor agropecuario le decimos "no hay problema, usted fue desplazado por una gran empresa pero tiene posibilidad de readaptarse, ahora tiene que manejar una cosechadora que se maneja con una computadora". Ese tipo de cosas.

Muy unido a eso es fundamental el papel del Estado en todo lo que sea capacitación. Como decía Marcos, el nivel de capacitación que se requiere para una demanda muy importante y creciente de posibilidades de empleo es fundamental, estamos muy atrasados y muy mal en ese aspecto.

***

EC - Estábamos discutiendo a propósito de los riesgos, de las luces de alerta que se pueden encender o que se pueden considerar. Se quedaron con algunos detalles colgados.

MG - Al principio dijimos que todo este sector crece porque hay un negocio de exportación, hay razones externas y no de mercado interno, el mercado interno no da para este crecimiento. Hay que ser competitivos, todo lo que perdemos en competitividad lo perdemos en posibilidades, el negocio va a estar para adelante o no en la medida que seamos eficientes.

Por otro lado, la mayor parte de quienes estamos en este negocio cuidamos al máximo el ambiente, la situación. En mi caso vivo en el campo, entonces qué voy a querer afectar, todo lo que podamos hacer a favor de mantener los recursos va a favor del negocio, de mantener la sustentabilidad. De nuevo, hay que buscar, hay coincidencias más que discrepancias.

EC - Hay una cantidad de mensajes de los oyentes, menciono un par de ejemplos. "Sin agricultura no hay país"; "Las ciudades del interior viven gracias a este fenómeno agrícola, las tiendas, etcétera, son un ejemplo. Es simplista medir el impacto en el empleo directo del propio sector". Otro oyente dice lo mismo: "Los impactos no pueden medirse exclusivamente dentro del sector o subsector agrícola". Otro plantea este otro enfoque, dice que ve al "nudo empresariado como fundamentalista" y eso le preocupa. ¿Algún comentario sobre estos comentarios?

RI - Cerraría con algunos mensajes para la acción del Estado.

EC - Esa pregunta nos quedó pendiente.

RI - Muy telegráficamente: que todo lo vinculado con la capacitación sea de buena calidad (porque no alcanza con capacitar), tanto a nivel superior como a nivel medio. Normativa sobre preservación de recursos naturales, erosión, tratamiento de envases, contaminantes, etcétera, que exista normativa, en general se aplica poco y se controla menos. Y desarrollo logístico, esto es esencial, de AFE no hablamos en ningún momento y es un tema fundamental.

EC - Hay un mensaje de Paola que va ahí: "Si el crecimiento es estructural, como piensan, ¿qué pasa con la infraestructura? ¿Debería adaptarse a este crecimiento? ¿Qué requerimientos visualizan a largo plazo a nivel logístico, a nivel público y, sobre todo, privado?".

RI - Termino con el cuarto punto, que me parece fundamental, el tema competitividad, porque es un proceso exportador. Hay que tener mucho cuidado, depende de muchas cosas pero el tipo de cambio es esencial. Ahora por los temporales sube el precio de la lechuga y baja el dólar porque aumenta la inflación entonces hay que sacar moneda. Eso se maneja sin la claridad necesaria, y lo fundamental que es la competitividad en todo ese negocio.

EC - El papel del Estado, ese es nuestro tema.

EG - Sumando varias cosas que dice Irigoyen, hay que hacer un esfuerzo importante para derribar ciertos compartimentos estancos dentro del Estado. Necesitamos un abordaje transversal de la temática agropecuaria, que incluya lo económico y lo ambiental fuertemente unidos, necesitamos nuevos indicadores. Por ejemplo, el MGAP tiene con la cooperación internacional un gigantesco programa, que anda en 35 o 36 millones de dólares, de asistencia en manejo de recursos naturales en el sector rural, que está muy enfocado en cuestiones valiosas, importantes, pero puntuales, como las represas y el manejo de efluentes en tambos. Necesitamos aprovechar esos recursos para ver qué disponibilidad tenemos de producción exportable, de insertarnos en mercados internacionales con productos de alta calidad, de menor impacto ambiental y que generen más empleo. Hay que hacer esa cuenta país. El sector de productos de alimentos de calidad crece en los mercados externos a una tasa mucho más alta que el de alimentos convencionales. No hay suficiente material, no hay suficiente producto para abastecer ese mercado, por ejemplo en la Unión Europea. Se hacen contratos de a cinco años en exclusividad. Y toda esa discusión está ausente en el país.

Un segundo punto es no perder la perspectiva de la familia rural. ¿Qué vamos a hacer con la agricultura familiar y con los sectores más empobrecidos dentro del agro?

GV - Tenemos que partir de la base de que esto es estructural, y el gobierno se debe preparar para que así sea. Si cargamos las tintas en que el Estado tiene que hacer las cosas nos vamos a morir esperando, porque no hay gente, no hay recursos asignados. Con este diagnóstico se debe tomar conciencia desde el Estado y desde los sectores privados, que son los que están generando este crecimiento, y juntos pensar el país no a dos años sino a 15 o 20 años, y prepararnos para afrontar lo que a mi entender se viene y es irreversible, que es una dinamización de todos los sectores del agro, que van a requerir muchos servicios por parte del Estado.

EC - En particular infraestructura... ¿Cómo observan esa inquietud que venía de la audiencia?

GV – Sí, absolutamente. Todo lo que es caminería, lo que es transporte lo que es puertos, información... Pero más que nada creo que el Estado tiene que hacer una inversión muy grande en lo que es educación y capacitación de la gente. Además, posiblemente en ver qué se hace con esa gente que hoy está perdiendo su fuente de trabajo.

EC - Rossana, en el cierre un par de apuntes...

RD – Sí. Me parece reivindicar una vez que la tertulia no busca ni buscará plantear las cosas en blanco o negro. Tratamos de contribuir al debate en temas trascendentes para el país, tratar de ver los beneficios que provocan los temas de discusión para el país todo y no ponernos en situación de competidores ni ganaderos ni agrícolas ni forestales como si fuéramos enemigos.

Después un llamado de atención reivindicando el mail de Sofía de Pocitos y el de Paola que se le está reclamando al Estado que esté más atento, acompañando este proceso, fundamentalmente en lo que hace a mediciones objetivas para poder hablar con fundamento sobre si crece, baja o afecta al medio ambiente. Además, establecer previsiones de infraestructura para un crecimiento que nadie puede negar.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Guzmán Gordillo