Esto es acompañado, e incluso superado, por la demanda en función de las políticas orientadas a la producción de biocombustibles. En Uruguay, las condiciones climáticas afectaron los cultivos de soja, aunque en menor proporción de lo esperado.

En este momento, la cosecha se encuentra muy atrasada, con apenas algo más del 50% del área sembrada, y se están registrando problemas de logística tanto en el transporte como en la reserva de espacios en las bodegas de los barcos.

El precio que se está manejando para la soja puesta en el Puerto de Nueva Palmira es del orden de los 240 a 260 dólares la tonelada.