Soluciones "más caseras" contra las heladas
Tras la entrevista con Rafael Guarga, la senadora Lucía Topolansky se comunicó con En Perspectiva. La legisladora habló de la experiencia particular en la chacra donde vive junto a su esposo, el ministro José Mujica.
(Emitido a las 8.50)
EMILIANO COTELO:
Estamos en diálogo con la senadora Lucía Topolansky, que nos llamaba para realizar alguna precisión a propósito de los dichos del ministro Mujica.
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Senadora...
LUCÍA TOPOLANSKY:
No era tanto con relación a los dichos sino a la situación, que es lo que nos preocupa a todos.
Nosotros, como se sabe, vivimos en un barrio de chacras, que además está lleno de invernáculos. Yo le recordaba al periodista que me atendió el tema de Guarga, que él mismo ha desarrollado harto bien, y que, como toda inversión, es como la auxiliar del auto, ojalá no la tenga que usar nunca pero la tengo que tener, si no, el día que pincho me quedo esperando.
En el caso del invernáculo, dentro del invernáculo puede haber métodos sofisticados de calefacción, porque invernáculos hay hasta en el área del Círculo Polar, en Finlandia, en Suecia, pero puede haber métodos mucho más rudimentarios, mucho más baratos. En el barrio donde nosotros vivimos, donde desde hace muchísimos años hay japoneses que plantan flores, se hace un sistema muy sencillo, que es un par de pozos en el piso del invernáculo con carbón de coque y una chapa; eso se enciende cuando la temperatura empieza a bajar, sobre las ocho de la noche. Claro, si uno no tiene previstos el pozo, la chapa y el carbón, lo agarra totalmente desprevenido.
EC - Usted está remarcando que se trata de una "tecnología" barata, sencilla.
LT - Claro, hay tecnologías sencillas para calefaccionar el interior del invernáculo, pero hay que tenerlas pensadas. Yo estoy hablando del tema de la prevención también en ese sentido.
También se pueden tener cortinas vegetales que atemperen, es lo mismo que con el viento y el agua. Por supuesto que, como bien decía el ingeniero Guarga, después hay determinados límites extremos que capaz que ni aun con esa prevención se cubren, pero nosotros como uruguayos tenemos un alto grado de desprevención, no prevemos, entonces después aparecen las consecuencias. Eso es algo negativo que como sociedad tenemos.
En este momento el Ministerio de Ganadería está haciendo tajamares, los siguió haciendo durante el período terrible de lluvias, para que no nos pase que después venga un verano de sequía y se nos mueran los animales. La inversión hay que hacerla.
EC - ¿Quién hace la inversión?
LT - En el caso de los tajamares la inversión es un plan del ministerio, pero es una obra mucho más alta. En el caso de un invernáculo de verdura, de flores o de lo que fuere, un par de pozos con carbón de coque y una chapa de zinc... es pensar un poquito, nada más.
Recuerdo que hace 21 años, cuando recién había llegado a esta quinta en la que vivo, durante una helada muy grande nos pasamos toda la noche haciendo fuego porque el humo atempera la helada, y salvamos el cultivo. Recursos hay, el problema es tenerlos organizados, que el productor no haga un sacrificio extraordinario y económicamente pueda acceder.
Por supuesto que en esta circunstancia va a haber que pensar en la parte más chica de la horticultura salteña, cómo ayudamos a los que no previeron y están en esa circunstancia, eso ni que hablar.
Pero hay que recordar que esos mismos horticultores cuando las enormes lluvias que inundaron Durazno y Treinta y Tres vendieron muy bien la verdura de invernáculo.
EC - Es un dato que hay que agregar.
LT - Una pálida y otra buena.
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Edición: Mauricio Erramuspe