Discurso del presidente del Centro Militar, Gral. Miguel Pirez, en el Día de los Caídos en Defensa de las Instituciones
HOMENAJE 14 DE ABRIL 2008 En este aniversario de triste recordación para la Familia Militar y para gran parte de los orientales, se desarrollan habitualmente diversos actos en homenaje a los militares, policías y ciudadanos civiles que fueron víctimas de los grupos sediciosos que asolaron nuestro país. Por una decisión común adoptada por el Circulo Militar "Gral. Artigas" y por el Centro Militar, este homenaje será tributado en este año y en lo sucesivo, por ambas instituciones, en forma conjunta y rotativa. Al correspondernos en esta ocasión el alto honor de representar a ambos Clubes Sociales y con ello interpretar el sentir de nuestros asociados, agradecemos a los camaradas, amigos y personalidades que han venido a acompañarnos, contribuyendo con su adhesión a mantener vivos en la memoria a quienes dieron sus vidas en cumplimiento del deber. El paso del tiempo, no podrá lograr que su ejemplo de coraje y patriotismo quede diluido en el olvido, porque siempre habrán muchos camaradas y allegados que bajo cualquier circunstancia, se congregarán todos los 14 de abril para recordarlos y prometerles una vez más, que su sacrificio, no ha sido en vano. A pesar de las campañas tendientes a desinformar a la ciudadanía y desprestigiar a la Institución armada, tenemos la intima convicción que al final será el juicio de la historia que condenará a aquellos grupos que por el terror llevaron al país a una irracional guerra entre hermanos, así como también juzgará con el máximo rigor a quienes desde las sombras, los apoyaron y alentaron. Y esa historia, despojada ya de los fanatismos ideológicos de hoy, seguramente reivindicará a quienes, llamados por un Gobierno legítimo, debieron combatirlos y morir, enfrentando la violencia provocada por un enemigo que nunca respetó los más elementales códigos internacionales de la guerra. Aunque hemos expresado en más de una oportunidad, que sería nuestro deseo que este acto solo consistiera en un momento de silenciosa recordación, en la práctica, y por imperio de los hechos, en los últimos años nos vimos obligados a exponer en esta fecha, una verdadera crónica de los acontecimientos que han venido afectando a la Familia Militar. Este nuevo aniversario también nos encuentra en momentos muy difíciles, donde todo parece indicar que estamos en presencia de una escalada de hechos destinados a afectar material y moralmente a las FF.AA., así como a quienes estamos ligados espiritualmente a ellas, como ex soldados, familiares o amigos. En momentos como estos, queremos reafirmar el absoluto respaldo a los actuales mandos de las Fuerzas a la vez que expresamos nuestra confianza en que bajo su conducción se podrán sortear hoy como ayer los obstáculos que son motivos de preocupación. Nuestras Instituciones Sociales por formación de sus integrantes no acostumbran a exteriorizar sus reclamaciones como las demás asociaciones gremiales pero en cambio tienen como Asociación Civil y por mandato de sus estatutos, la obligación de defender a sus asociados cuando sean afectados utilizando para ello todos los medios, ya sea por declaraciones públicas o por acciones legales. Hasta hace un tiempo, ante algunos anuncios oficiales, abrigábamos la esperanza de que se asumirían por parte del Gobierno Nacional actitudes concretas para lograr el anunciado reencuentro entre los orientales y poner fin de una vez y para siempre al acoso al que, desde distintas direcciones y en forma sistemática, se ha venido sometiendo a la Institución en los últimos años. Pero hoy, debemos admitir que nos sentimos defraudados y que ya casi no quedan motivos para ser optimistas. Los hechos nos han demostrado que no existió voluntad para poner fin a los desencuentros del pasado o que las presiones de los sectores ya conocidos fueron más fuertes a la hora de las decisiones. Y es así que, contrariamente a lo anunciado, se han seguido excluyendo casos de lo que va quedando de la Ley de Caducidad, y por una particular interpretación de esa norma, varios camaradas se encuentran en prisión por causas de discutible sustento jurídico. Aún permanecen desterrados en Chile, tres Oficiales del Ejército, en libertad pero sin poder regresar al país junto a sus familias, pendientes de la decisión de un Juez extranjero que desde hace mas de un año ni siquiera los ha citado a la sede judicial. Todo ello como lógico corolario de la insólita decisión de haber concedido su extradición, estableciendo así un grave precedente al posibilitar trámites similares de otros países, en momentos en que aparentemente, está operando una especie de internacional de la justicia contra militares, la que dispone detenciones y tramita pedidos de extradición. También en este período y ante presiones de conocidos grupos políticos y sociales, se dejó sin efecto una iniciativa del Poder Ejecutivo por la que se reparaba económica y moralmente a familiares de las víctimas de la sedición. Más tarde y por la misma razón se desnaturalizó el contenido inicial del llamado día del "nunca más" fecha en la que se llegó al extremo de cuestionar la realización de un desfile militar en homenaje al Prócer. Se mantuvo durante tres años al frente de la cartera de Defensa Nacional y se respaldó las decisiones de una persona que desde el principio de su desempeño no consiguió disimular su desconfianza y desconsideración hacia los Militares. Durante ese periodo - no se mostró mayor preocupación en mejorar los sueldos más sumergidos de las FF.AA., declarando que ello no era prioritario para su Gobierno. - se propicio el desalojo de las tradicionales Unidades Simbólicas de los lugares donde realizaban sus reuniones de camaradería desde hacía muchos años, actividad que nunca perturbó el accionar de los Mandos. - se dieron a publicidad los nombres del personal militar afectado a las actividades de inteligencia. - se promovió la inclusión en la Rendición de Cuentas de disposiciones que ya están afectando seriamente el funcionamiento de un Servicio muy sensible como es el de Sanidad Militar, situación que fuera prevista e informada oportunamente por los clubes Sociales a la Comisión de Presupuesto del Senado. Estas nuevas normas han provocado serios problemas de funcionamiento, como el alejamiento de numerosos profesionales para cuya sustitución no se han previsto soluciones definitivas. Esto afecta particularmente a los retirados, quienes son los que más necesitan de sus servicios y que han aportado a esta institución por casi toda la vida en proporción directa con sus ingresos, en un sistema solidario que ahora se pretende presentar como innovador a nivel nacional- que las FFAA han aplicado desde largo tiempo. - se crearon en el M.D.N. diez cargos de confianza con altas remuneraciones para sustituir a Oficiales Superiores hecho que, además de politizar innecesariamente ese Ministerio, configuró una falta de confianza en aquellos, que han cumplido esas funciones con lealtad y profesionalismo, con este y con distintos gobiernos anteriores. - se presentó un proyecto de ley de Defensa Nacional que nos merece observaciones, en cuya confección se desvalorizó la participación profesional, poniéndola al mismo nivel de organizaciones sin conocimiento ni vinculación directa con el tema, excluyendo expresamente el asesoramiento de las Fuerzas en temas nacionales para los que están específicamente formadas y que los afectarán directamente Queremos señalar también, que nos preocupan las campañas para anular la Ley de Caducidad, tema que el Uruguay laudó definitivamente por decisión soberana de su ciudadanía, así como las continuas y publicitadas excavaciones en Unidades militares, que además de los cuantiosos gastos que seguramente le ocasionan al Estado, contribuyen, a pesar de sus relativos resultados a mantener el hostigamiento contra quienes por formación, y por mandato Constitucional deben soportarlo con un disciplinado silencio. Recientemente, debido a fallos de la Suprema Corte de Justicia que beneficiaron, entre otros, a un grupo de militares retirados, un medio de prensa publicó parte de la lista de militares comprendidos y otro medio oficial destacó el monto de los haberes de retiro de algunos de aquellos, por citar solo algunas de las acciones que podrían estar anunciando una nueva campaña contra la Institución. Nuevamente los militares constituyen un objetivo redituable y al parecer se pretende hacerlos responsables del hecho político que esta situación esta generando, cuando estos se han limitado a defender sus derechos igual que lo que hicieron miles de ciudadanos que también se han sentido afectados, y a los que no debe descalificarse por considerarlos una aparente minoría. De ellos, los militares tienen solo la peculiaridad de ser de los primeros cuyo trámite ha sido laudado por el máximo órgano judicial. Ante estas constataciones señalamos la expectativa que provoca en la familia militar el cambio de titular en la Cartera de Defensa esperando que en tan alto cometido tenga la sabiduría de valorar en su justo término la significación histórica que han tenido las FF.AA y que pueda aplicar todos sus esfuerzos para que ellas vuelvan a tener el lugar que les corresponde dentro de nuestra organización social. Al igual que la mayoría de los orientales creemos que, como ha sido tradicional en nuestro país, los gobiernos tienen el deber de promover la convivencia armónica entre todos sus ciudadanos y hacer todo lo posible para impedir que sectores minoritarios impongan sistemáticamente su lógica de odio y confrontación creando tensiones sociales que la mayoría de la Sociedad rechaza. Las FF.AA. constituyen una Institución noble y leal por naturaleza y de vital importancia en momentos críticos del país, pero para comprenderlas y conducirlas al más alto nivel político no son suficientes los conocimientos teóricos o académicos, si no se sabe interpretar sin prejuicios el espíritu Militar que anima a quienes desde su juventud, por vocación y patriotismo han abrazado la carrera de las armas. Como siempre, ofrecemos nuestro esfuerzo para que se superen definitivamente las diferencias que se quieren crear en nuestra sociedad, de modo que podamos afirmar que nuestros camaradas cuyo recuerdo hoy nos convoca, además de haber caído en el cumplimiento del deber hayan ofrendado sus vidas contribuyendo a dejar un país libre de odios y que se encamine definitivamente a construir un futuro mejor para todos los orientales.