El encuentro fue dirigido por el mexicano Francisco Chacón y a su conclusión se produjo una trifulca en la que futbolistas de ambos equipos se agredieron una vez el cuarteto arbitral ya se había retirado a los vestuarios.

Martino ya había sido expulsado con anterioridad en el partido Brasil-Paraguay del pasado 9 de julio y cumplió sanción de un encuentro contra Venezuela, todavía en la fase de grupos.

Su ayudante Jorge Pautasso, también expulsado en ese encuentro, ha sido castigado con un partido y las selecciones de Paraguay y Venezuela multadas con 10.000 dólares por los incidentes que se produjeron al final del encuentro.

Pautasso fue expulsado poco después de la exclusión de Martino, por lo que ni el primer ni el segundo técnico del equipo paraguayo podrán estar en el banquillo en la final del domingo ante Uruguay.

Tampoco podrá jugar el centrocampista paraguayo Jonathan Santana, expulsado ante Venezuela por doble amonestación durante la prórroga del choque.

Respecto a Martino, la comisión disciplinaria de la Conmembol ha informado de que "en vista de la culminación de la participación de Paraguay luego de un partido en el presente torneo, se traslada el siguiente partido de sanción al próximo compromiso oficial de selecciones A de su equipo".

La Conmebol también ha dado a conocer un "apercibimiento severo a las selecciones de Paraguay y Venezuela por los incidentes acaecidos luego del encuentro".

Ambas selecciones han sido excluidas del trofeo "Fair Play" por el mal comportamiento de sus integrantes y se ha fijado la multa de 10.000 dólares con la indicación de que la reiteración en los hechos provocará "sanciones más severas".

Respecto a los árbitros, la Conmebol ha realizado un llamado de atención a la Comisión de Árbitros para su debido traslado a los árbitros del partido.

El llamado se produce al no haber permanecido los árbitros dentro del terreno de juego "hasta tanto y cuando los dos equipos se hayan retirado a sus respectivos camarines en total orden una vez finalizado el encuentro".