Uruguay dio la Vuelta Olímpica a las tres de la madrugada
Sobre las tres de la mañana del lunes la selección de Uruguay dio la Vuelta Olímpica en el Estadio Centenario por el triunfo logrado en la final de la Copa América en Buenos Aires.Los jugadores celestes fueron ovacionados por unas 45.000 personas que aguardaron la llegada del equipo durante más de cinco horas.
Sobre las ocho de la noche se debieron abrir las puertas del Estadio Centenario por la presión que ejercía la multitud que quería ingresar. Allí más de 60 mil personas entraron y completaron todas las tribunas, pero el frío reinante hizo que con el pasar de las horas unas 15 mil personas desistieran del saludo.
La selección llegó al aeropuerto de Carrasco sobre las 23 horas. Los jugadores, técnicos y directivos de la Asociación Uruguaya de Fútbol aterrizaron y se subieron a un autobús hasta la terminal, donde les esperaban Mujica y su esposa, la senadora Lucía Topolansky.
Abrazos, besos y comentarios cariñosos en la oreja se repitieron entre el mandatario y los futbolistas, que comenzaron a cantar "dale campeón, dale campeón" nada más bajar del vehículo.
Entrevistado por la televisión uruguaya, el delantero del Liverpool Luis Suárez, elegido el mejor jugador del campeonato, dijo que los aficionados "se lo merecen por todo el sufrimiento que ha estado viviendo el país en los últimos años", cuando el equipo no conseguía títulos.
"Hay que festejar. (Estoy) con ganas de ir a las calles e ir al estadio", decía Forlán quien viajó casi todo el recorrido hacia el Centenario por Avenida Italia en el techo del ómnibus.
Forlán reclamó a través de la red social Twitter algo de comida para él y sus compañero pues probablemente no les dio tiempo de comer con las prisas por llegar a Montevideo. "La banda está con hambre, a todas las pizzerías, aceptamos comida. Vamos por avenida Italia !!! Gracias !!! Y bebidas !!! Es en serio", manifestó el jugador.
Su solicitud fue rápidamente complacida por uno de los bares más conocidos de Avenida Italia.
En el trayecto por las calles de Montevideo, la caravana con el autobús de la selección fue aclamada por miles de ciudadanos que se apostaron a ambos lados de la avenida. Llegar del Aeropuerto de Carrasco hasta el Estadio Centenario le llevó al ómnibus que trasladaba a los jugadores unas cuatro horas.
A las 2.53 minutos el cuerpo técnico y jugadores salieron del túnel del Centenario a la cancha. Los recibió una ovación. Dieron la Vuelta Olímpica, contaron con la hinchada hasta llegar a 15, cantaron el "Soy Celeste" y el "Volveremos, volveremos a ser campeones como la primera vez".
Luego se lanzaron fuegos artificiales, se cantó el himno nacional con la instrumentación de la banda de la Fuera Aérea y, finalmente, habló Sebastián Abreu en nombre de todos los jugadores.
Fiel a su estilo, el discurso de Abreu fue distendido y con humor. "Nos dieron el premio al fair play y se lo dieron a Lugano que es algo así como darle el premio de la paz a Bin Laden".
También repitió el chiste que hizo cuando terminó el Mundial de Sudáfrica. "Ustedes no lo vieron pues la señal se cortó pero a mí, como en el Mundial, me volvieron a dar el premio al Mejor suplente de la Copa América... Con Godin batimos un récord: somos los únicos dos jugadores que jugamos la Copa América y que no tocamos una pelota".