La Vela Puerca y un mar de gente en el Velódromo
El sábado 1 de setiembre la niebla invadió la tarde de Montevideo y la extraña sensación térmica se discipò porque La Vela Puerca retornó a los escenarios capitalinos con su presentación en el Velódromo Municipal. Actuación previa a la presentación del disco El impulso en Buenos Aires, Argentina, donde también tienen numerosos seguidores.
Después de una larga ausencia de más de un año en Montevideo la banda llenó las localidades y devolvió al público un espectacular show de luces y sonido. Con un repertorio que recorrió toda su discografìa, desde Deskarado hasta El impulso, los músicos demostraron su entuciasmo en el escenario y dialogaron toda la noche con la audiencia que coraba sus canciones. Abajo del escenario era notoria la presencia femenina y muy numerosa la de adolescentes y niños, pero también dijeron presente los adultos jòvenes y no tan jóvenes. Muchos de ellos con banderas, remeras y pañuelos con el nombre de la banda. También se podìa conseguir el merchandizing de La Vela en el mismo lugar del espectáculo. Hubo lugar para stands de comida y bebida, educativos en prevención en salud y los infaltables baños quìmicos. El show empezó luego de las 20:15 con la actuación de Toto Méndez y sus compadres, que recibieron apellidos de renombre como Fatorusso y Klisch. El frìo humedo parecìa no molestar al público que cantó y saltó hasta avanzadas las 0 horas del domingo. Tres pantallas gigantes acercaban el escenario a los del fondo y un coro en el pogo pedìa que La Vela Puerca vaya al Pilsen Rock en el mes de octubre. La respuesta de Sebastián Teysera fue con mucho humor y para los más anciosos dijo "no porque me emborracho". Los protagonistas de la noche recibieron como invitados a otros músicos de bandas nacionales. Y manejaron el ritmo del espectáculo con una convinación en el repertorio y pedidos al público como el de abandonar las bengalas. Cuando pasaban las 23 la banda hizo una pausa, al comentario paternal de un hombre a su hijo: "me parece que terminó", el niño de ocho años contestó poniéndose firme y de brazos cruzados: "yo confìo en el eneno, esto todavìa no va a terminar". Efectivamente los mùsicos subieron una vez más al escenario y volvìan las luces y los humos. Podìa verse la actuaciòn desde varios puntos, los que estaban en el pasto repetìan una coreaografìa de saltos y manos extendidas que se coreografiaban con las luces de los celulares, flashes y encendedores. Desde la parte alta de la pista del velódromo algunos optaron por los largavistas y menos contacto. El espectáculo culminó tras una serie de "gracias" que el "enano" Teysera incluyera al final de sus canciones. El público salió ordenadamente invadiendo las callecitas del Parque Batlle. Los artistas se preparan para presentarse en Buenos aires con la misma propuesta y lanzando este nuevo material.