Cultura

"El desfile salvaje" es la última invención de Burel

Un escritor es, ante todo, un lector, dice Hugo Burel. Y como él se considera un lector agradecido, incluyó varios homenajes en su última novela "El desfile salvaje". Burel estuvo en la Segunda Mañana de En Perspectiva y habló de ese libro y del traslado al cine de otros textos de su autoría.

GONZALO SOBRAL:

Tengo en mis manos una novela policial uruguaya, sin dudas de las mejores que he leído últimamente.

Se llama "El desfile salvaje", la obra más reciente del escritor, periodista y publicista Hugo Burel, bajo el sello Alfaguara.

Se presenta esta semana, el jueves, a las 19:30 horas, en Antígona Libros, en 21 de setiembre y Coronel Mora.

¿De qué va "El desfile salvaje"? Va de una historia de reencuentros. Cinco amigos que a partir de un hecho se reencuentran y comienzan a armar la vida de alguno de esos amigos que está presente y ausente al mismo momento.

Eso dispara, entre otras cosas, recuerdos de adolescencias o tempranas madureces y fundamentalmente una historia policial realmente atrapante que se extiende por casi 400 páginas.

Y después una memoria que remata las páginas finales. El autor Hugo Burel.

Cuando uno mira la contratapa dice que es un thriller
Psicológico. Yo no sé cuan psicológico son los thriller. Este es realmente atrapante. Es un buen homenaje a, por lo menos, un par de policiales de serie negra. Para un lector más o menos habido de serie negra, del viejo tradicional y del más nuevo, empiezan a parecer las claves rápidamente.

Porque además las claves y los giros de tuercas pasan a ser secundarios. Vas dejando un montón de pistas en el camino como para que nadie se asombre si en algún momento las cosas cambian en la novela.

HUGO BUREL:

Eso es así porque además el mecanismo, por lo menos en este caso, no consistía en jugar a las adivinanzas, o en tratar de confundir, sino tirar una serie de claves y pistas, y que el lector también participara de alguna manera en el armado de eso. Por lo tanto está todo arriba de la mesa. No hay nada que yo me haya guardado, ni nada que haya jugado haciendo trampa.

GS - ¿Qué te permite el thriller o la novela policial de suspenso con algunos elementos de novela negra como género narrativo?

HB – En primer lugar, como género narrativo es uno de los que más me gusta como lector. He leído bastante y he sentido siempre un gran placer ante la buena novela de intriga, la buena novela negra. Soy un gran lector de Chandler, de Hammet, de James Mc Cain, de todos los autores clásicos del género. En este caso, el formato me permitió un ejercicio de homenaje, pero a su vez la posibilidad de contar una historia que ya había empezado a contar y que no me cerraba. En el año 99 la había terminado, pero me pareció que no estaba dicho todo lo que quería decir. A través del formato de serie negra encontré el mecanismo de contar la historia. Eso como escritor me dio un gran placer y me permitió un desarrollo que tiene, por ejemplo, una parte argumental en la superficie y después va acumulando capas con otros significados que pueden estar presentes o no para el lector atento, pero que no alteran la dinámica de la historia.

ALEJANDRA BORQUES:
En esta historia, la muerte (creo que no hay thriller sin muerte) es el disparador de un montón de situaciones. Le decía a Gonzalo que me hizo acordar a algo de Las Invasiones Bárbaras. Ese reencuentro que todos - en algún momento de la vida- tenemos. La muerte es tentadora para el escritor, pero seguramente despierta y deja abiertas un montón de puertas para tratar de explicarla. ¿Cómo es ese ejercicio?

HB – La muerte está actuando como una especie de disparador del encuentro de esos amigos y también de una especie de reajuste de cuentas con la amistad. Cómo ha sobrevivido esa amistad a los años, qué queda de ella y cómo puede interpretarse a la luz de los años que pasan. De alguna manera, el protagonista que lleva a delante la "investigación", que es Marcelo, no solamente va a buscar las claves de lo que ha sucedido sino que va a ir rearmando ese grupo desde otra óptica y con otra perspectiva.
Eso lo marca el paso de los años, el desencanto de la madurez y una serie de detalles que surgen y que cierran en la historia.

AB – Por lo menos en donde comienza esta historia, tiene una descripción de una casa que, entre otras cosas, me la imagino muy cercana a Solís o ubicada en ese balneario. ¿Los escenarios que elegís para desarrollar esta historia los viviste primero?¿ Los recorriste?

HB – En el caso de la casa no. La imaginé. Uno imagina a partir de lo que vio alguna vez, o lo que pudo percibir o conoció. Esa casa del balneario no es una casa que yo haya conocido, pero es una casa que me pude imaginar, con su decadencia, con su cancha de tenis arruinada, con sus cocheras vacías, con los muebles que tiene, con el color y con el olor. Eso me dio un espacio mítico para que ahí se desarrollase un hecho muy importante que es un juramento de sangre con corte de pulgares incluido, y ahí estoy explicando la navaja de la tapa del libro.

En el caso de Amsterdam no. Yo la conocí. Fue una ciudad que conocí hace tres años. Es una ciudad fascinante y además vinculada a los uruguayos por aquello de Colombes y Amsterdam. Me gustaba mucho ese mecanismo de incorporar una ciudad que está en el imaginario popular a través de fútbol y de los campeonatos olímpicos. Pero que tiene también, por ejemplo, la canción Los olímpicos de Jaime Roos, una reformulación. Y acá tiene otra reformulación. Está vista desde la resonancia del nombre, que tenemos una tribuna en el estadio al que vamos todos los domingos que se llama Amsterdam. Es un lugar próximo a nosotros, de alguna manera. Y habiéndola conocido, me pareció una ciudad estupenda para ambientar el final de la novela.

GS – La novela tiene además una serie de homenajes. Por ejemplo, algo de Chandler hay en la primera parte. En una parte empiezan a aparecer claves del destino de uno de los protagonistas que tienen que ver con el norte de África, con Marruecos más precisamente. E incluso aparece una referencia explícita a Paul Bowles, el autor norteamericano, que reventó buena parte de sus días allí. Y hay un quiebre importante cuando aparece la ciudad de Amsterdam, cuando - por algunas páginas- la acción pasa de Montevideo y Maldonado, a Europa. Hay un homenaje a "El tercer hombre", que ya había aparecido en tu obra "El autor de mis días".

HB – En el caso de "El tercer hombre" la ciudad debería haber sido Viena. Pero no. Creo que a los efectos del homenaje funciona bien desde el punto de vista de la dialéctica que se da entre el personaje ausente y el presente. No quiero dar detalles que desbaraten cierta incógnita que hay en la novela, pero creo que sí es cierto. Hay homenaje a "El tercer hombre", a "El largo adiós" de Chandler. Incluso está citado Chandler al comienzo, cuando dice que no hay trampa más mortífera que la que un hombre se prepara para sí mismo. Eso está tomado de "El largo adiós". En general, creo que ese tipo de homenajes son más bien gustos personales. No es que yo quiera adornar mi novela con esas cosas, sino que realmente lo siento así. Un escritor es, ante todo, un lector... Un lector agradecido en este caso.

Ab – ¿A qué hace referencia el nombre? No vamos a revelar demasiadas cosas de la historia porque me parece que le haríamos perder elementos al oyente.

HB – "El desfile salvaje" sale de un texto del poeta Arthur Rimbaud.

GS – Que es imprescindible...

HB - Por ahí, en Iluminaciones dice "solamente yo tengo al llave de este desfile salvaje", aludiendo un poco a la vida, a la existencia. Él fue un poeta que, más allá de su talento e innovación como poeta, desarrolló una vida posterior a la poesía que fue realmente alucinante. A mí me resulta mucho más interesante su vida que su poesía.

GS – Beatríz de Malvín te pide una mano, imagino que, más que al escritor, al licenciado en Letras. Pide que le expliques qué parte del género policial vendría a ser el thriller...Cómo uno podría marcar dentro del género qué es exactamente un thriller.

HB – Yo creo que es una historia contada desde el punto de vista de uno de los personajes. En general se tiende a contar en primera persona. Hay alguien que dispone de la información y la va desarrollando. Hay un misterio, un hecho central que hay que descubrir, desentrañar, y esa persona conduce la investigación y los hechos hasta restituir el orden perdido. En general, el cometido del detective o de la novela negra era que el mundo volviera a cerrar, que quedara todo claro.

GS – Aunque en realidad, cuando uno los ve en el cine, nunca parece que tuvieran finales felices. Pero las cosas terminan por cerrar en algún punto.

Pasemos a hablar de cine a partir de novelas tuyas que tienen pasaje cinematográfico de acá, a no mucho tiempo más. Estamos hablando de "El corredor nocturno", por ejemplo.

HB – Bueno es una producción que está llevando adelante el español Gerardo Herrero, que es propietario de Tornasol films. Produce y además dirige. Está trabajando en el guión Nicolás Saad, un joven argentino joven que conocí en Madrid y ha hecho una muy buena adaptación de la novela, que es una novela larga.

Ab – Es la anterior a esta.

HB – Sí, es la anterior a la que acaba de salir. Hay un proyecto muy avanzado y seguramente en julio del año que viene se esté rodando la película totalmente en Montevideo. Se había pensado que se podía hacer una ciudad híbrida entre Buenos Aires y Montevideo, pero Gerardo Herrero estuvo en julio aquí porque produjo "El paisito" y vio la ciudad y se entusiasmó en hacerla toda en Montevideo. Ya estuvo viendo locaciones. Creo que hay un equipo de producción trabajando en eso y en parte del casting.

Presumiblemente Leonardo Sbaraglia y Julio Chávez sean los protagonistas. Estuvo antes la posibilidad de que fuera Miguel Ángel Solá, pero con el accidente que tuvo todavía no está recuperado. Creo que si todo marcha de acuerdo al calendario que nos planteamos, en julio se estará rodando.

GS – Gerardo Herrero, propietario de Tornasol films, la principal competencia dentro del mercado español a nivel de producción nacional (fundamentalmente producción nacional con nexos fuertes en América Latina) de El deseo, que es la productora de Pedro Almodóvar. Son los dos tipos que van peleando en el cine español con producciones independientes y sus propias empresas. Y que filman en todas partes del mundo donde pueden.

HB – Sí. Fijate que Gerardo produjo El aura, Nueve reinas, El hijo de la novia, Luna de Avellaneda. Y ya puso su filial en Buenos Aires.

AB - ¿Cómo le llega la historia a Tornasol films?

HB – La historia llega por esa cosa milagrosa que tiene la literatura de que un texto se defiende solo. Más allá de los críticos, de la editorial, de la difusión que le estemos haciendo ahora. Gerardo está casado con Mariela Besuievsky, que es uruguaya y que trabaja con él en la producción de sus películas y vinieron a Uruguay como vienen todos los fines de año y la mamá de Mariela le regaló "El corredor nocturno".

Gerardo se encuentra con el libro y lo lee en dos días. Inmediatamente siente que esa va a ser su próxima película. Porque él siempre hace una película por año, que él dirige. Mariela me conocía (yo había participado en algunos trabajos para televisión) y me localiza. Nos encontramos en Punta del Este. Ellos tienen una casa en Punta Ballena. Y me planteó: quiero filmar esto, la leí, es una película, ya está hecho. Le dije que me interesaba mucho. Después hubo una serie de negociaciones de la editorial y los derechos por la adaptación. Pero finalmente nos pusimos de acuerdo. Él empezó a trabajar el guión con Nicolás. Después yo estuve en Madrid el año pasado y vi el guión. Luego me mandaron una segunda versión que estaba mucho mejor. El guión se presentó en algunos Fondos y ahora creo que hay una tercera versión. Lo vio un experto que evalúa guiones, un script doctor, y aprobamos con muy buena nota.

GS – Ese tipo no sólo elige, sino que cuando se complica una película lo llaman para remontarla.

HB – Una especie de service. Él lo vio, le gustó mucho, hizo algunas observaciones que me parecieron atinadas, pero básicamente hay un proyecto fílmico bueno, que es lo más importante.

AB – Y la historia, qué le pasa. ¿Qué le pasa al escritor cuando ve su historia transformada en un guión?

HB – Yo se lo dije a Gerardo de entrada: la literatura es una cosa y el cine es otra. Son dos géneros diferentes que se retroalimentan. Yo quiero que vos hagas de esta novela la mejor película que puedas. De repente tenés que sacrificar parte de la novela...No me importa. Yo sé que esto va a ser una película. No estoy pensando en que tenga que traducir exactamente la novela. Porque eso además es muy difícil y los ejemplos son pocos. En general, yo reconozco que hay muchas novelas que después que vi la película ya no me interesa leerlas. Tiendo a hacer lo opuesto, primero leo la novela y después disfrutar de cómo hicieron la película. En este caso creo que Saad rescató la esencia de esta historia, que es el enfrentamiento entre dos personajes fuertes como es Eduardo, el gerente de la compañía de seguros y Raimundo Conti, que es el ser misterioso que aparece en su vida y entra a involucrarse en su existencia de una manera poco soportable, digamos.

Ese enfrentamiento es un duelo permanente, es un duelo dialéctico, moral, ético, físico... Están enfrentados todo el tiempo. Eso creo que le da a la película un gancho muy interesante porque a Gerardo le gustó ese duelo entre dos actores. Por eso precisamente va a centrar su película en dos muy buenos actores. Y el resto va a estar muy bien, pero necesitaba fuerza ahí y creo que lo va a lograr.

GS – El escritor español Arturo Pérez Reverte siempre dice que ha tenido suerte más bien floja en cuanto a llevar sus novelas a la pantalla grande. Dice que eso para él, que tiene una hija mujer, es como haber criado a la hija. Uno la lleva hasta donde puede y cuando se convierte en adolescente aparece "cada uno" en casa a invitarla a salir que bueno... Con las novelas, dice que uno tiene que preocuparse de escribirlas e intentar que la dirija el que a uno le guste más.

HB – Yo sinceramente creo que hay un buen guión, van a hacer una buena película. No sé si comparado con la novela será lo mismo, yo creo que sí. En todo caso es otra cosa. Una película siempre es una película.

GS – No es la única historia tuya que tiene posibilidades pasar al cine. Hay un cuento corto también.

HB – Sí, yo estoy trabajando también con Gerardo en un cuento que se llama "La alemana", que publiqué hace muchos años. Por supuesto que lo cambié un poco. Partí de esa historia pero la derivé en algo más cinematográfico y más interesante. Le mandé a comienzos de este año la sinopsis y le conté como sería la película. A él le gustó mucho y está en una etapa de financiamiento. Si todo marcha bien sería yo mismo quien escribiría el guión.

GS – Se podría decir que sos un escritor profesional. Entre la columna semanal en Galería, prácticamente una novela cada dos años o año y medio, escritura de guiones...¿el publicista dónde va quedando?

HB – El publicista está tranquilo, está bien. El publicista ha posibilitado que ese escritor profesional pudiera ir de alguna manera desarrollándose. El escritor ha sido mantenido materialmente por el publicista y le quedó muy agradecido, y ahora espero que el escritor empiece a mantenerse solo.

GS – Y que el publicista descanse un poco...

HB – Que descanse un poco, porque la comunicación me gusta mucho, pero evidentemente el placer va por la escritura.

GS – La novela se llama "El desfile salvaje". Y lo vuelvo a decir: es uno de los mejores policiales de la producción uruguaya de los últimos tiempos.

Para los que les gustan las presentaciones en vivo de las novelas, se presenta el 27 de setiembre a las 19.30 en Antígona Libros, en 21 de setiembre y Coronel Mora. Si no me equivoco, Milton Fornaro y Nano Folle son los responsables.

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