Noticias

"En la murga tenés que trabajar en equipo"

"En la murga tenés que trabajar en equipo"

Debutó en Los Drakulatecas, aquella banda de amigos que luego se transformó en canción. Pasó por Contrafarsa, La Clarinada, Aurora de Febrero, Falta y Resto, Curtidores de Hongos y ahora vive en la familia de Agarrate Catalina, que es su propia familia. Dice que el de la Falta y Resto de 1984 fue el primer espectáculo que le quedó para siempre marcado a fuego. Fernando Tetes entrevistó a Tabaré Cardozo.

- ¿Qué canción te hubiera gustado cantar o arreglar?
 
Me parece que hay muchas, pienso en Adiós Juventud, si bien es una que se transformó en una murga canción, o una que integró un repertorio, La mano Paloma de Julián, o Brindis por Pierrot del Canario Luna.

- Nombrame cinco o seis murguistas que te gustaría que estuvieran en tu equipo imaginario, a modo de juego.

Lo que pasa es que tengo a mis mejores amigos conmigo, mis hermanos, eso es una bendición. Igual yo tuve mucha fortuna y estuve en murgas con el Chato Ambrosio, con Julio Pérez, con Walter Benencio, con Roberto García, son leyendas.

- Muchos cantan en el Murguero Oriental. ¿Te sacaste las ganas de que cantaran una canción tuya?

Sí, claro, eso también está bueno. Por ejemplo con el Coqui Pazos y con el Zurdo Bessio tenía como una cuenta pendiente. Porque con ellos salí en dos años diferentes. Con el Coqui salí en el año 2001 en La Clarinada y con el zurdo en el año 2003 en Curtidores. Y justo fueron dos años que no anduvo muy bien. Y es justo decirlo porque justo esos dos años no estaba mi hermanito Yamandú a mi lado y viste que el verdadero crack es él.

- ¿Tenés tanta influencia de Yamandú?

Claro, yo a Yamandú lo admiro.

- Cuando los veo pienso hasta dónde está la pluma de cada uno en lo que escriben para la Catalina.

Lo que pasa es que hay una cantidad de códigos comunes. A mi el Sabalero me dijo una vez una cosa que me quedó marcada para siempre: si cuando vos hacés una canción no llorás, esa canción no sirve para nada. Obviamente que esto se aplica a canciones que tengan un trasfondo emotivo, y las presentaciones y las retiradas tienen eso. Por ejemplo el bagaje emocional que nosotros tenemos con el Yama es el mismo porque fueron nuestras mismas vidas, nuestros mismos padres, la misma educación, las mismas vivencias y la misma sensibilidad. Entonces claro, a la hora de discutir metáforas se hace mucho más fácil.

He tenido algunas sociedades para escribir. Ahora estoy con mi hermano que es mi alma gemela y con Carlitos Tanco, el año pasado estuvo Cammarota. Pero hubo otras sociedades. Por ejemplo, Alvarito García en Contrafarsa era un socio de lujo. Martínez en Curtidores, entonces estoy muy acostumbrado a trabajar en equipo. Para trabajar solo tengo mis discos pero a la murga la tenés que trabajar en equipo porque la pluma se tuerce y tenés que tener otra visión.

- ¿Cuándo le ganaron a los viejos y les dijeron: "esta bien sean cantantes o murguistas"?

- Lo que pasa es que para mis viejos lo más duro fue el lastre de Tabarecito porque los otros ya arrancaron de más jóvenes. Pero mis viejos me bancaron económicamente hasta que yo tenía como 26 años. Yo trabajé de otras cosas y aportaba pero vivía con ellos. Y después cuando el arte me empezó a dar plata para vivir yo siempre trato de retribuirle. Ojalá algún día se lo pueda retribuir porque la verdad es que es lo que más quiero.

- Es muy significativo ver a tus padres planchando los trajes o cosiendo ropa antes de irse al Teatro de Verano.

- Más bien, aparte nosotros aprendimos mucho de nuestros viejos, mucho. No solamente es una cuestión de agradecimiento de amor, sino que mi viejo es un salado. Escribe unos cuentos que están salados. Por ejemplo mi padre canta mucho mejor que nosotros. De hecho en el tango "El Maula" lo invitamos a cantar con los viejos de La Matinée y nos decían "pero vo, como canta el viejo". Grabamos con el padre de los Ibarburu también.