Existen cambios en la formación de la banda, ya no están Álvaro Pintos en la batería y Carlos Rafols en el bajo. Irvin Carballo y Diego Varela son quienes se han sumado al grupo.

Garo Arakelian y Alejandro Spuntone, dos de sus integrantes, afirmaron a En Perspectiva Segunda Mañana que este disco es una respuesta a "nuestro pasado reciente y al entorno en el que está La Trampa haciendo sus canciones".

"Lo que sucedió fue que en el último período ingresó al mundo del rock uruguayo mucha gente "de afuera". Ese ingreso, que fue parte de la explosión que tuvo el rock, se identificó con el estilo determinante del rock. Nosotros aprovechamos eso, pero intentamos de todas las formas volver al mundo rock", explicaron.

"Después de Laberinto" (su disco anterior) se nos planteó el cómo dejar de tocar para crear", comentaron los músicos, en referencia a la larga ausencia en la que se sumió la banda.

Adelantaron que para el show se encuentran trabajando en una propuesta visual "incomparable", que no va a poder ser superada ni por ellos mismos y que hará que el show no se pueda identificar como uno más.