Mucho más que "chibidón"
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Esta noche a las 21.00 horas y tras cinco años de ausencia por los escenarios montevideanos llega a la Sala Zitarrosa el músico uruguayo radicado en Francia, Carlos "Pájaro" Canzani. La excusa será la presentación de su disco, el cuarto en su carrera solista, Transamericana. El fraybentino repasará sus viejas canciones y dará a conocer los nuevos temas de su última producción.
Por Nicolás Batalla
Ya casi finaliza la gira que después de cinco años trae al "Pájaro" Canzani (56) de nuevo por Uruguay. Seguramente unos de los momentos más emblemáticos será esta noche, cuando presente en la Sala Zitarrosa Transamericana, un trabajo que traza un recorrido por Latinoamérica a través de sus ritmos y sus rasgos de identificación cultural.
El "Pájaro" comenzó su vida artística en 1971 cuando con 17 años ganó el Primer Festival Uruguayo de Candombe Beat celebrado en el Parque Harriague de Salto. Algún tiempo después, ya se lo encontró en Montevideo encabezando el grupo Aguaragua y más tarde a la legendaria banda chilena Los Jaivas. Hace décadas que la vida lo llevó a estar radicado en Francia, donde tiene su propio estudio, Ángel, que produce a varios artistas, además de sus discos como solista.
Su vuelta al país no pasó desapercibida. El fraybentino se vino con un proyecto de promoción cultural debajo del brazo para el litoral y que "ya está aportando al diálogo" entre los gobiernos enfrentados por el conflicto de Botnia. Afirma que ha sintetizado su trayectoria "en dos temas que fueron suceso en la FM". Entrevista con Espectador.com
- Cinco años sin tocar en Montevideo- ¿Por qué crees se demoran tanto tus vueltas?
- Pienso que lo que pasa fundamentalmente es que no hay una manera simple de organizar cosas estando en Europa para venir a Uruguay. Es muy complicado concretar giras. Cada vez es más difícil ponerse al diapasón de cómo funcionan otros países. No existe en ningún lugar del planeta que vos hagas un espectáculo y que te lo paguen en seis meses. No podés hacer una gira ni siquiera cuando te pagan una semana después, porque vos te bajás de tocar y te vas. Hay un montón de cosas que tienen que ver con el funcionamiento de las instituciones...
- ¿Es algo que te pasa solo en Uruguay o en Latinoamérica en general?
- En general, pasa acá en Uruguay. La burocracia sigue siendo pesada, hay mucho que cambiar todavía. Por ejemplo, empecé a diagramar la gira a fines de octubre y hace 10 días todavía no tenía la contestación de si iba o no a hacer actuaciones en algunos lugares. Si vos vas a My Space (myspace.com/pajarocanzani), vas a encontrar que hay espectáculos programados para dentro de un año. En fin, no me estoy quejando. Sólo digo que es difícil trabajar ciertos aspectos con Uruguay. Al mismo tiempo es mi país y estoy dando una mano para que las cosas cambien. Estoy tratando de aportar y generar oportunidades de trabajo para gente joven. Estoy trayendo un proyecto de descentralización cultural que tiene que ver con el litoral del país y el litoral argentino.
- "Puentes sobre el Río"...
- Una idea en la cuál había pensado hace ya varios años y hace poco me enteré de que iba a haber un llamado que tenía que ver con proyectos bilaterales Unión Europea América Latina de desarrollo social, económico y cultural. Y dentro de ese marco había uno que se ajustaba perfectamente a lo que yo estaba planificando que era utilizar, por ejemplo, los viejos teatros del interior que son magníficos y que cuesta mucho equiparlos. Tiene que ver con incentivar la industria cultural en el interior. Formar gente para hacer sonido, luces, escenario, etcétera.
En Fray Bentos, por ejemplo, que va a ser la cabeza del proyecto, hay comparsas. La semana pasada estuve trabajando con chicos que están a distintos niveles en lo artístico y me encontré con gente que tiene comparsas de 70 tambores, me parece increíble. Hay grupos de teatro de gran nivel, murgas, bandas de rock. Entonces, la idea es traer un capital de un millón de euros para, en cuatro años, desarrollar en el litoral uruguayo y argentino, todo el trabajo que tenga que ver con la creación de empleos. Dar facilidades a quién está haciendo música y optimizar todo eso.
La selección de proyectos se hizo hace casi un mes y fue seleccionado. Además, hay un elemento importante que tiene que ver con el conflicto por Botnia. El proyecto ya está aportando al diálogo entre los gobiernos de las dos orillas.
- ¿Qué se está haciendo ahora concretamente?
- Se están realizando las presupuestaciones sobre cómo se piensa gastar el dinero, cómo se equiparán los locales, etcétera. Se están identificando casas vacías y locales donde se pueden realizar talleres de fabricación de instrumentos, lugares para formar gente y convertirlos en oficinas de producción de espectáculos, estudios para la gente que se esté formando como ingeniero de sonido y de luces, etcétera. Se está diagramando el financiamiento para todo eso y se está haciendo el desarrollo técnico que va a durar unos ocho meses. Luego va a haber una inspección de la Comisión Europea, que va a venir a verificar que la necesidad existe y que hay gente que no tiene laburo que puede entrar en el mundo artístico. Y hay que darles esas oportunidades.
- Eso con respecto a tus proyectos en Uruguay... ¿y en Francia?
- Hace muchos años que empecé a hacer producción artística. No produzco sólo mis discos. Además, cabe destacar que el último trabajo (Transamericana), por ejemplo, fue una co-producción que hicimos con Patrick Bebey, que está conmigo en la gira y que está conmigo siempre desde hace 20 años. Hemos producido muchos artistas y estamos produciendo también mucha música para documentales de televisión, para films... En fin, estamos haciendo un trabajo variado porque tengo la suerte de tener un estudio de grabaciones propio, que es el sueño del pibe.
- Habíamos empezado hablando de la distancia que mantenías con Uruguay...
- Si, fijate que yo vengo a Brasil, Argentina y México todos los años, pero como te decía: el año pasado, por ejemplo, estuve dos meses tratando de concretar un par de shows, uno acá y otro en Canelos, y fue imposible. Eso te lo hace muy difícil...
- Es raro porque todavía se recuerda lo que pasó en el 95 con el disco "Rock Latino". Sobre todo con "Todos goleando" y con "Chibidón", que pisó fuerte en las radios y fue muy importante para todo el rock nacional...
- Sí. Chibidón fue la primera canción de un uruguayo que haya entrado en lo que se llamaban las "FM de lujo". Las FM importantes no pasaban nunca música uruguaya. Otra paradoja más de lo que es este país. Acá se le daba bola a cualquiera que viniera, de donde viniera, menos a los artistas uruguayos. Eso no existe. En cualquier lugar del mundo está la prioridad por defender a los artistas nacionales y después está todo lo que tiene que ver con lo comercial, pero la prioridad está con los artistas locales.
- ¿Esperabas tanto de ese disco y particularmente de Chibidón? Ya venías haciendo cosas importantes con Aguaragua y con Los Jaivas...
- Siempre digo lo mismo: yo llegué al lugar en el momento justo. Estaba pasando eso de que de pronto los programadores de radio de aquel período no encontraban ningún disco que estuviera a la altura de lo que ellos estaban buscando. Había todo un "boom" con el rock latinoamericano en ese momento y llegó ese tema. Apareció acá y las radios empezaron a hacer una especie de guerrilla para ver quién lo pasaba más y quién se apoderaba del tema y al final se convirtió en el hit del verano. En un lapso de 15 días se escuchaba día y noche por todos lados. Fue tremendo. Yo no hice nada, solo repartí el disco en las radios y se convirtió en un hit. No estaba para nada pensado así.
- ¿Te acordás de cuándo lo escribiste?
- Me acuerdo perfectamente la situación. Yo estaba haciendo una gira por el sur de Francia y un día llegamos a una ciudad y teníamos mucho tiempo para preparar el armado del escenario. Arrancó la prueba de sonido y empezamos a tocar. Yo me puse a jugar con una historia que había leído que tenía que ver con un pirata que se llamaba James Donald y los amigos le llamaban Jimy Don (habían sintetizado el nombre del tipo). Cuando los indios lo encontraban, como no pronunciaban bien el nombre, le decían "Chibi don". Esa es la historia de la canción. Capaz que la gente la ha escuchado tanto que nunca le había prestado atención a la letra. Entonces empecé a jugar con esa imagen (veníamos en el tren escuchando discos de reggae) y arrancamos con una base de reggae y apareció la idea. La primera palabra que vino en la canción fue "Marino". Y yo empecé a jugar con eso de "Marino, marino tal era tu destino" y a partir de ahí arrancó la idea y el tema prácticamente lo compuse sobre el escenario en la prueba de sonido. En la noche lo terminé en el hotel.
- ¿Te pasa muy seguido eso de lograr que los temas corran solos una vez que los encontrás?
- Me pasó también con "Todos goleando". La misma noche que me llamaron para contarme que había sido seleccionado para componer la música, yo estaba terriblemente excitado con la idea. Corté y me encerré a trabajar con la guitarra y la canción salió en 20 minutos. Fue increíble, yo ya tenía el estribillo que era un rock & rol que decía "rockanroleando, rock en Latinoamérica" y lo único que hice fue cambiarle la letra y quedó el "todos goleando". Porque la idea era que la Copa (de América 1995) perteneciera a toda la gente y que todos fueran a ganarla.
- Y ahora, a tantos años de aquel momento... ¿sentís que tenés que ganarte el público de nuevo?
- No, yo creo que esa es una visión que tienen los uruguayos que no saben lo que he hecho durante todos estos años. Para mi, estar de gira por Argentina y Uruguay y estar tocando en la Zitarrosa es un show más, además de lo que significa que es la ciudad a la que llegué a formarme como hombre. Llegué a los 17 años y aprendí a ser músico y a ser un ser humano pensante. Y también aprendí a adquirir ciertas responsabilidades políticas. Llegué en un momento en el que se estaba gestando una crisis tremenda, ya se preparaba el golpe de Estado...y a mí me tocó vivir todo eso que era extremadamente intenso. Se vivía a 300 por hora. Tuve la oportunidad de vivir todo eso que fue extremadamente rico. Aprendí a ser fuerte, a ser alegre y a trasmitir emociones, porque todo eso te da una base muy fuerte como ser humano y como artista. Entonces, el hecho de volver acá hoy es tremendamente emocionante. Subir a un escenario y cantarle a la gente, 10 veces más todavía.
- ¿Cómo ha sido la experiencia de estar tocando por el interior?
- Ya estoy finalizando la gira en Uruguay. Ha sido muy fuerte, muy emocionante todo. Porque además el interior es muy frágil. La infraestructura de los lugares también y nos adaptamos a las situaciones. Hemos hecho shows donde nos hemos quedado una hora más de lo esperado por la alegría de encontrarnos con la gente.
- ¿Y el espectáculo en la Zitarrosa cómo te lo imaginás?
- Va a ser una linda fiesta de reencuentro con un montón de gente. Van a haber algunos invitados, por ejemplo Max Capote. También va a estar Popo Romano, que es músico que yo amo profundamente, un artista impresionante. Nego Haedo. En fin, van a haber lindos reencuentros, más la banda con la que estoy haciendo la gira (con Fernando Samalea, María Eva Albistur, Mincho Garramone). Hay un lindo plantel para hacer un buen partido.
- En algún momento mencionaste que la crítica no te valoró como merecías...¿a qué te referías?
- Pensaba en que no se puede hacer un análisis tan simplista y sintetizar la carrera de un artista que subió al escenario y ganó un festival cuando se buscaban nuevos talentos en la ciudad de Salto (en el parque Harriague). Yo arranqué ahí, aparecí en la escena nacional como la nueva figura del candombe beat, que era un poco el estilo de música uruguaya de la época...
- ¿En ese momento qué esperabas de tu carrera?
- En ese momento, mi gran alegría era poder ir a un lugar donde había un montón de gente alrededor de un escenario y tener la suerte de subirme a tocar. Fue increíble porque la gente me bajó en andas... Es que mi vida ha sido una sucesión de hechos que mucha gente acá los desconoce porque he vivido la mayor parte fuera del país. Pero creo que es demasiado simplista desde el punto de vista de la prensa sintetizar la carrera de un músico que está en Francia hace 30 o 40 años en dos canciones que fueron suceso en la FM. Pero asumo que hace un montón de años que estoy fuera del país y eso pesa. Y asumo también un montón de responsabilidades como militante que tiene que ver con la defensa de los derechos cívicos de los uruguayos fuera del país. Muchos que están esperando para poder votar, como lo hace toda América.
- Como buen año electoral, muchos artistas están explicitando sus simpatías por uno u otro precandidato. ¿No te han tentado todavía de que apoyes a nadie?
- No. Yo soy un hombre de izquierda desde siempre. Soy militante en París, soy uno de los fundadores del comité de base de allí. Pero soy un militante independiente.
- ¿Cuál es el papel que deben tener los músicos en la política?
- Pienso que la política debe estar al servicio de la gente y no la gente de la política. Creo que es un error oficializarse como artista de... El artista tiene que ser un artista y la gente juzga si le gusta o no. Debe casarse con un proyecto de sociedad, no con un partido.