Bee Gees presiona a Obama

El cantante de los Bee Gees, Robin Gibb, presta su voz para promover la protección de los derechos de autor en la era de la piratería informática, un combate que defendió apasionadamente en Washington.
"En este momento la atmósfera no es sana para la industria musical", dijo Robin Gibb, presidente de la Confederación internacional de sociedades de autores y compositores (Cisac), en la segunda edición de la Cumbre mundial del derecho de autor en Washington, consagrada a la piratería en internet.
"Todo está tan dividido debido a la descarga, los formatos que usan las radios y hasta las cadenas de televisión, que ya no muestran videos sino juegos de preguntas y respuestas" sobre la música, añadió Gibb, de 59 años.
Estados Unidos y Gran Bretaña deben asumir el liderazgo en el combate contra la piratería para preparar el terreno para futuros autores de éxitos, estimó. Han sido los dos países donde floreció "la canción popular en los últimos 40 o 50 años" y son "mercados muy importantes".
"Es importante que la administración Obama se tome en serio el derecho de los autores y la propiedad intelectual, porque es un producto", añadió Gibb.
"Mi papel, como presidente de la Cisac, es atraer lo más posible la atención sobre el problema de los derechos de autor para que (los artistas) puedan beneficiarse mejor de su producción intelectual frente a las nuevas tecnologías", añadió el cantante británico.
La Cisac agrupa más de 200 sociedades que representan más de 3 millones de creadores en 109 países.
"Intentamos crear un entorno más favorable para las creaciones de nuevos cantantes", indicó Gibb. Pero no es tan "floreciente como en nuestros comienzos", estimó.
En 1977, en plena ola disco, los Bee Gees -Robin Gibb y sus hermanos Barry y Maurice- vendieron más de 40 millones de copias de la banda original de la película "Fiebre de sábado a la noche" ("Saturday Night Fever"), con John Travolta, "una cifra impensable" actualmente, según el cantante.
Y las nuevas "tecnologías realmente no ayudan. No inspiran nuevos autores, no producen nuevos autores", lamentó.
La edad de oro "ya pasó, igual que los primeros pasos del hombre en la Luna o el Concorde", el famoso avión supersónico actualmente retirado.
Algunos afirman que las nuevas tecnologías permiten que los artistas sean conocidos más rápido pero "debido a las descargas (pirata) las discográficas pierden dinero y los autores resultan castigados", estimó.
"El problema es que tienes que darle incentivos a la gente y no solo un incentivo financiero", indicó. "Quieres que la gente se divierta, le excite la idea de que su música podría ser aclamada".
Según él, si los artistas no esperan construir una carrera, "la zanahoria que existía ya no estará" y la creatividad se verá perjudicada.
Según el Congreso estadounidense, la piratería en internet cuesta a las empresas estadounidenses más de 25.000 millones de dólares cada año.