El último adiós al ícono pop
Miles de fanáticos, familiares y artistas rindieron homenaje en el Staples Center de Los Angeles al rey del pop, Michael Jackson. Sólo 9000 personas pudieron presenciar el espectáculo junto a invitados especiales, familiares y amigos del cantante, sumando en total 11.000 individuos.
El costo estimado por uno de los voceros para realizar el homenaje fue entre dos y cuatro millones de dólares.
Desde el exterior del estadio, unas 6.000 personas siguieron el desarrollo de la ceremonia desde una pantalla gigante, y varias otras pantallas que permitían verla en Harlem (norte de Manhattan), así como frente a la sede del grupo News Corp.
La ciudad de Los Angeles, para evitar un colapso de tránsito y disturbios, desplegó un operativo policial que puso en movimiento a aproximadamente 3200 oficiales, según AFP.
Mientras tanto, desde todas partes del mundo, los fanáticos siguieron de cerca la transmisión de la ceremonia. Según una consultora estadounidense que monitorea el consumo de noticias online, el tráfico en los sitios relacionados al espectáculo aumentó en un 50 %.
Mensajes en distintos idiomas se acumularon en los foros sobre Jackson en Facebook, MySpace, Twitter y otros sitios muy frecuentados en Internet, donde videos y noticias sobre el acontecimiento son compartidos en una despedida global sin precedentes.
Doce días después de su muerte, finalmente Michael Jackson será enterrado en un exclusivo cementerio de Los Ángeles: el Forest Lawn Cementery.
La decisión no ha sido confirmada por ninguno de los miembros de la familia Jackson, pero sí lo adelantó en las últimas horas la concejala de la ciudad de Los Ángeles.
Sin embargo, otros medios, como el diario New York Post, aseguran que una vez concluido el funeral privado, los restos mortales del cantante serán incinerados para poder ser esparcidos por su rancho de Neverland, tal como parece que era el deseo del artista, extremo que tampoco ha sido confirmado por la familia.