"Un comienzo desigual de exposición y trasfondo da paso a una vigorosa narración (...) todos los efectos visuales y digitales se mezclan de forma perfecta en el conjunto", escribió el crítico Kirk Honeycutt del The Hollywood Reporter sobre la nueva película de Harry Potter. En tanto, el reconocido Todd McCarthy de la revista Variety opinó: "Lo de material para niños es cosa del pasado (...) Deslumbrantemente bien hecha, y quizá de forma deliberada menos fantasiosa que sus predecesoras, esta se desarrolla de un modo más cercano a un palpable drama 'a vida o muerte' que cualquiera de las otras, y es efectiva como tal".

En tanto la crítica estadounidense recibió a Harry Potter y el Misterio del Príncipe de la mejor manera –muchos han destacado que es la mejor actuación de Radcliffe, desplegando madurez y sutileza-, James Waylett, quien interpreta el personaje de Vincent Crabbe, comparecerá un día después del estreno ante el tribunal de Westminster en Londres pues fue inculpado por haber cultivado 10 plantas de cannabis, de acuerdo a la policía británica.

La noticia de Waylett no pudo opacar el esperado lanzamiento del filme que también fue muy elogiado por la prensa británica. "No cabe duda de que este nuevo episodio utiliza una receta que ya ha sido explotada antes, pero se trata de una receta que produce oro puro en lo que respecta a los admiradores", destacó el Times.

El filme comienza con una escena con efectos especiales espectaculares. Se trata de un ataque aéreo contra Londres de los partidarios del mago negro Voldemort, los temibles "Mangemorts", como si fuera filmado desde una escoba voladora. Un célebre puente del centro de la capital británica es destruido en algo que se parece extrañamente, para el mundo de los Moldus (no magos), a un atentado terrorista. La "intensidad monocromática" de esta "escena fantástica" da el tono a un filme "más sombrío" aún que los anteriores, observó el Daily Telegraph.

Al igual que el Daily Mail, el Daily Telegraph destaca el trabajo del nuevo director de fotografía, el francés Bruno Delbonnel ("Amélie"). "Delbonnel proporciona al filme la sensibilidad del mundo real en un decorado imaginario", subraya el Daily Mail. Según esta publicación, su contratación fue "un golpe maestro".

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