Después de que todas las sospechas señalaran al cardiólogo Conrad Murray, quien acompañaba a Jackson cuando murió el 25 de junio a los 50 años de un paro cardíaco, salió a la luz el dermatólogo Arnold Klein, un médico que niega haber facilitado sedantes fuertes a su paciente y amigo famoso.

El jueves en la noche el jefe de la policía de Los Angeles, William Bratton dijo a CNN que "siguen esperando la corroboración del instituto forense sobre la causa de la muerte" del cantante de "Thriller".

Todo dependerá de los exámenes toxicológicos y "basándonos en eso vamos a tener una idea de con qué estamos lidiando ¿Estamos tratando con un homicidio? ¿Estamos tratando una sobredosis accidental? ¿Estamos tratando con otra cosa?", apuntó Bratton sin dar más precisiones y confirmando que hay una investigación en curso sobre la muerte del cantante.
Poco antes el diario Los Angeles Times reveló que el Instituto de Medicina Forense ordenó el jueves a los doctores que atendieron a Jackson en los últimos años a entregarles sus historiales médicos, entre ellos al dermatológo Klein.

"Se trata de un formulario estándar de citación y nosotros entregamos los registros médicos como respuesta", dijo al diario Richard Charnley, abogado de Klein, que en las últimas horas había negado en varias entrevistas televisivas que no era investigado y que nunca facilitó sedantes al Rey del pop.

La CNN informó este viernes, citando un documento confidencial de 2004 al que ha tenido acceso, que el cantante tomaba cada noche más de 10 pastillas del fármaco Xanax, indicado para tratar la ansiedad y los ataques de pánico. Según este informe, Jackson pedía a sus empleados que lograran prescripciones de medicinas para poder dormir utilizando sus propios nombres y hasta llegaron a viajar personalmente a otros Estados para conseguirlas.

"No puedo creer lo que le ha pasado a Michael. Creo que hubo un delito, lo creo, sí", dijo el padre del cantante, Joseph Jackson, en declaraciones a la cadena ABC.