La manzana de la discordia
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Este sábado se estrena, en la ACJ, "La insoportable teoría sobre las manzanas", un ejercicio de dramaturgia que devino en una parodia epistemológica sobre la creación del conocimiento.
Por Nicolás Batalla
Seguramente se trate del árbol más antiguamente cultivado. Si bien la Biblia no lo menciona expresamente, la cultura popular la ubicó en el imaginario como el fruto culpable de que la humanidad fuera desterrada para siempre del paraíso. Guillermo Tell, símbolo legendario de la independencia suiza, fue obligado a disparar sobre una de ellas colocada a 50 metros de distancia sobre la cabeza de su hijo para redimirse por su insolencia para con el soberano de la Casa de Austria. Las manzanas, nutritivas, sabias y temidas, han sido, desde el inicio de los tiempos, fuente de inspiración y conocimiento. Antes de que una golpeara en la cabeza a Isaac Newton, el físico inglés no había reparado en la Ley Universal de Gravedad. Más acá en el tiempo, The Beatles la emplearon como logotipo para su sello discográfico...
Seguramente incentivado por esta riqueza transtextual que permite un postre tan común y accesible, fue que Maximiliano Xicart la escogió como nudo argumental sobre el cual tejer su obra "La insoportable teoría sobre las manzanas"; un juego dramático que se podrá ver a partir de este sábado en la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ).
Se trata de un absurdo, interpretado por tres personajes y una manzana. "El objetivo que se plantean es encontrar una teoría general que las enmarque a todas. Van enganchando una serie de relaciones sobre la ciencia y parodiando historias vinculadas con una manzana. En realidad es una parodia de cómo nace el conocimiento y cómo tres personajes pueden llegar a discutir a raíz de un objeto", contó Xicart.
Cómo desde la discusión sobre una sola cosa, relativamente simple, puede desencadenarse un debate profundo y abstracto, es una herramienta comúnmente empleada en teatro. De hecho, la obra surge de un taller de dramaturgia dictado por Gabriel Calderón.
Sin embargo, las obras de Calderón están generalmente más inclinadas a cuestionar otros temas como la familia, la religión o la sexualidad. Xicart, en cambio, escogió meterse con la ciencia al parodiar acerca de la creación del conocimiento. Según él, seguramente se deba a su rol como profesor de historia que la escritura fluyó por ese lado sin demasiada motivación conciente.
La puesta en escena consiste más en una ambientación que una escenografía. Tres bancos y un cubo pintado de negro con los cuales los espectadores "van construyendo los espacios con el relato". Para Xicart, esta es una característica típica del "teatro joven" con la cuál se pretende un público "más activo".
Esta obra ha tenido muy buenas repercusiones en sus escasas representaciones. Fue premiada en el decimosexto Encuentro de Teatro Joven de Montevideo al "Mejor Actor" (Javier Martínez), "Mejor Actriz" (Jimena Vázquez), "Mejor Dramaturgo" (Maximiliano Xicart) y "Mejor Propuesta 2006". Además, fue representante de Uruguay en el III Festival Iberoamericano de Teatro en Mar del Plata, "Cumbre de las Américas" 2007, donde fue distinguida como la "Mejor Propuesta Joven".
Ficha de la obra
Estreno: 22 de agosto
Lugar: Asociación Cristiana de Jóvenes. Sala 2.
Funciones: Sábados 20.30 horas
Localidades: $70