Mafalda homenajea a Quino
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Cuarenta y cinco años después de que Quino la imaginara, Mafalda se corporizó en forma de escultura en el barrio de San Telmo, Buenos Aires, a metros de la casa donde fue dibujada por primera vez.
Los visitantes de la capital argentina podrán fotografiarse en un banco junto a esta niña que llegó a hacerse tan universal como sus preocupaciones por la paz y la felicidad en el mundo, a punto tal que sus historietas fueron traducidas a más de 20 idiomas, según informa AFP.
La ocasión, inscripta en las celebraciones del bicentenario del nacimiento de Argentina, sirvió para homenajear a Quino, cuyo verdadero nombre es Joaquín Salvador Lavado, quien agradeció sin que la emoción le obnubilara la capacidad de humor mordaz que lo distingue.
"Verme rodeado de todo esto me apabulla muchísimo, no se qué decir, aunque hay gente que tampoco sabe qué decir y gana las elecciones", comentó para regocijo de centenares de asistentes.
Su colega Miguel Rep, uno de los oradores, dijo de Quino que "los dibujantes argentinos no hubiéramos sido nada sin él" y asumiéndose como viejo lector de Mafalda, interrogó a su creador si el mundo en que la niña había vivido era diferente.
"Sí, era un mundo muy distinto. Pasaba el tranvía, la calle era ancha, no había anticuarios y como Alicia (su esposa) se iba temprano, Jorge, el diariero, me despertaba", respondió Quino.
El artista plástico uruguayo Hermenegildo Sábat también hizo referencia a la "ausencia" de los otros personajes de la tira. "Tengo una mala noticia: fui interceptado por fanáticos de los amiguitos de Mafalda y me recriminaron que no estén acá; espero que se haga justicia con estos rebeldes".
Sábat sostuvo luego que "Quino nos representa a todos". "Construyó una obra que lo vincula con toda la sociedad, aunque algunos lo nieguen, se niegan a ser retratados", comentó.
"Me impresiona dejarla ahí solita", dijo un inesperadamente paternal Quino, mirando la figura, obra del escultor Pablo Irrgang.
Foto: www.afp.com