Cultura

Juanes intenta unir a Cuba

Juanes intenta unir a Cuba

El concierto del colombiano el domingo en La Habana es un "golpe enorme" contra la intolerancia del "fascismo" y "barbarie" del exilio anticastrista de Miami, afirmó el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto.

"Es un golpe enorme contra la intolerencia, esa forma vulgar de fascismo que se practica ahí", declaró el ministro en la inauguración de la Casa de Cine del Caribe, en la que participaron los actores estadounidenses Danny Glover y Harry Belafonte.

Prieto lamentó que grupos de Miami, bastión del anticastrismo, planeen usar el domingo una aplanadora para romper discos de Juanes, en rechazo al concierto que ven como un espaldarazo al gobierno comunista.

"Es una cosa realmente muy triste en pleno siglo XXI esas muestras de barbarie, es lamentablemente así. Todos los artistas que vienen han mostrado mucha altura y Juanes ha mostrado mucha altura. No quiere decir para nada que ellos comparten nuestras ideas", añadió.

Juanes hará su Concierto Paz sin Fronteras la tarde del domingo en La Plaza de la Revolución, junto a otros 14 artistas, entre ellos los españoles Miguel Bosé, Víctor Manuel y Luis Eduardo Aute, la puertorriqueña Olga Tañón, el italiano Jovanotti y el trovador cubano Silvio Rodríguez.

"Van a venir con respeto a este pueblo y a este país (...). Va a ser algo grande, importante y creo que se va a respetar el espíritu del proyecto", destacó Prieto.

Juanes, máximo ganador en la historia de los Latin Grammy con 17 premios, y sus invitados sostienen que el concierto busca ayudar a la reconciliación entre Miami y La Habana, y tender puentes entre Cuba y Estados Unidos, sin relaciones diplomáticas desde hace medio siglo.

Los organizadores esperan que más de medio millón de cubanos, a quienes la estrella de rock pop pidió vestir de blanco como símbolo de paz, colmen la Plaza de Revolución.

Pero a 140 km de las costas cubanas, una enardecida comunidad en el exilio en Miami, que rompió a martillazo limpio los premiados CD Mi sangre o La vida es un ratico, le reprocha cantar junto a Silvio Rodríguez, trovador ícono de la revolución, le grita "Juanes comunista" y lo acusa de cambiar la camiseta negra por la roja.

Los ánimos se caldearon a tal punto que Juanes, recibió amenazas de muerte en Miami, donde vive con su esposa, sus dos niñas y su recién nacido varón.

"Es triste que la política contaminara un idea maravillosa", se lamenta Esperanza Cintra, de 46 años, quien llevará gorra, merienda y botellas de agua que le ayuden a soportar cuatro horas de concierto a 33 grados pronosticados para la tarde del domingo.

Más de 160 periodistas extranjeros desembarcan en La Habana atraídos por la polémica y varios canales de televisión y sitios de internet transmitirán en vivo el espectáculo, que como ingrediente fundamental tiene la Plaza en la que Castro lanzó encendidos discursos contra "el imperio" ante más de un millón de personas.

De un lado del escenario está la imponente silueta de Ernesto Che Guevara en la fachada del Ministerio del Interior; del otro, el monumento al héroe nacional José Martí. De fondo, expuesta a las cámaras, la Biblioteca Nacional tratará de borrar el tinte político, como se hizo con la histórica misa de Juan Pablo II en enero de 1998.

"Estamos aquí para dar una lección al mundo de tolerancia", dijo en La Habana Tañón, quien abrirá el concierto, el cubano Juan Formell, líder de los Van Van, espera que se derriben los "muros" de la enemistad.

En Miami, los cantantes Gloria Estefan y Willy Chirino, que viven en el exilio, apoyaron a Juanes; y la congresista cubanoestadounidense Ileana Ross-Lehtinen, férrea anticastrista, reprochó al colombiano por dejarse "manipular" por "la dictadura".

En La Habana, un dirigente disidente pidió a Juanes que cante por la liberación de los presos políticos, y un treintena de ellos escribieron una carta de respaldo al concierto.

"Estos mercenarios, poquísimos por cierto (...) buscan boicotear el concierto y ganar notoriedad", dijo el viceministro de Cultura, Abel Acosta, quien acusó a los opositores de tener "una conexión muy clara" con "el núcleo fascista de Miami".

De arte es de lo que menos se ha hablado, pero La Habana está "embullada" mientras terminan de montarse en la Plaza de la Revolución el enorme equipo traído para el concierto desde el propio Miami.