(emitido a las 8.55 hs.)

EMILIANO COTELO:
El sábado pasado se inauguró oficialmente la sala Eduardo Fabini, el principal escenario del nuevo Auditorio Nacional "Adela Reta", perteneciente al Sodre.

Con la interpretación de un programa que incluía el Himno Nacional, "La fantasía para violín y orquesta" de Fabini y la Novena Sinfonía de Beethoven, se produjo la apertura de esta nueva sala, 20 años después de la colocación de la piedra fundamental de la obra, y a 38 años de aquel trágico incendio que arrasó lo que entonces se llamaba Estudio Auditorio del Sodre, ubicado en la esquina de Andes y Mercedes.

Hace una semana Rosario Castellanos nos había adelantado qué características tiene esta nueva sala y qué comodidades ofrece. Pero faltaba verla ya en pleno funcionamiento. Y, sobre todo, faltaba saber cómo se escucha desde las butacas la música que ahora se ejecuta allí.

Rosario estuvo anoche en la Sala Eduardo Fabini, en el segundo espectáculo de este ciclo de inauguración, que incluyó la Sinfonía Nº 2 de Mahler, Resurrección, por la Filarmónica de Montevideo.

Entonces, Rosario, ¿con qué te encontraste?

ROSARIO CASTELLANOS:
Me encontré con algo que en realidad no debía significar una sorpresa, porque yo ya había estado con Federico García Vigil y me había hablado de la maravilla de cómo sonaba ese auditorio. Pero una cosa es escucharlo decir –por alguien que sabe mucho más de música que yo, obviamente– y otra es sentirlo.

EC: Recordemos que el arquitecto Isidoro Singer, uno de los proyectistas de este auditorio, cuando lo entrevistábamos la semana pasada, contaba sobre lo que fueron los primeros ensayos y cómo reaccionaron tanto él como Federico García Vigil ante los primeros acordes. Parece que aquello fue impactante.

RC: Absolutamente. Me contaba Federico que largó la Novena, con su parte inicial muy suave, y cuando explotó la orquesta la paró, detuvo el ensayo, y dijo: "Esto es algo que no se les va a repetir así vayan a muchas otras salas del mundo; no van a encontrar una en la que suenen como están sonando en este momento. Así que no golpeen el instrumento, trátenlo con cariño que la sala hace el resto". Y yo tuve la misma sensación. En este caso, con este concierto de Mahler que contó con el coro del Sodre, con la soprano brasileña Luis Kurtz y la mezzosoprano uruguaya Adriana Mastrángelo.

Fue un concierto con todas las características de Mahler, que no es la música más sencilla para los neófitos pero que te mantiene en vilo durante todo el concierto. Cada uno de los cinco movimientos va planteando permanentemente sorpresas, con una orquestación dificilísima, con unos pianísimos donde uno escucha hasta la última nota; uno tiene la sensación de que apenas el instrumentista, sobre todo el violinista, apoya el arco sobre las cuerdas comienza a sonar y uno desde allá arriba, desde la galería baja, tiene la sensación de que no se pierde una nota de ninguno de los instrumentos, ni siquiera se empasta el sonido de los instrumentos, uno va reconociendo cómo suena cada uno de ellos sin perder la armonía que pretende un sonido orquestal. Es maravilloso, es un sonido celestial, que te transporta. Realmente la sala es un instrumento que suena como los dioses. Esa fue la sensación que tuvo todo el mundo, y ayer el auditorio estaba lleno de gente que, sin gala de por medio, fue a escuchar un concierto que terminó aplaudiendo de pie con un entusiasmo realmente contagioso que da cuenta de que la interpretación gustó muchísimo pero que además se escuchó como los dioses.

EC: ¿Y en cuanto al aspecto del edificio?

RC: El aspecto sigue siendo fantástico. Dentro de su sencillez, por cuanto no tiene aparentes lujos en sus materiales, el aspecto es realmente magnífico, colosal. Pero además, desde la galería baja, que es la bandeja central, la altura a la que uno está en una sexta o séptima fila es realmente impresionante, no se la recomiendo a alguien que sufra de vértigo. La visión es perfecta, lo que sumado al sonido asombró a todo el mundo, que salió plenamente conforme.
 

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EC: Este fin de semana el ciclo de apertura prosigue con otros dos programas diferentes. Para hoy, por ejemplo, la propuesta es Música de Cámara.

Esta noche podrá escucharse la música del compositor alemán Johannes Brahms.

Por ahora la programación en esta nueva Sala del Sodre se continuará con varios  espectáculos hasta mediados de diciembre.
Pero... ¿qué va a pasar con el Auditorio Nacional Adela Reta cuando culmine esta programación especial? ¿Hay recursos para desarrollar luego otras presentaciones? ¿Qué ocurrirá cuando cambie el gobierno?

La Asociación de Funcionarios del Sodre difundió la semana pasada un comunicado en el que celebra esta inauguración, pero alerta que la situación del organismo no es la mejor, que han sido "20 años de deterioro permanente" y que en este período de gobierno se priorizó "exclusivamente" la construcción del Auditorio pero pasaron a segundo plano aspectos que entienden son fundamentales, como la planificación y la programación de espectáculos.

También aseguran que fueron los funcionarios y en particular los cuerpos estables quienes "soportaron condiciones de trabajo precarias, injusticias salariales y dificultades para seguir funcionando".

Por otra parte, denuncian que pese a que se tiene esta nueva infraestructura, no se cuenta con un presupuesto acorde, ni con el rol de dirección de espectáculos ni de dirección artística.

"Sin esto, este anhelado proyecto se transforma en un mero hecho político, que tira por tierra más de 30 años de sacrificios de sus funcionarios", expresaron los integrantes del sindicato.

Consultado sobre el futuro del Auditorio y sobre qué proyecta para luego que termine esta programación, el director general del Auditorio Nacional del Sodre, Júver Salcedo, dijo a En Perspectiva que la idea es continuar con nuevos conciertos y recitales, aunque reconoció que todavía no hay información concreta al respecto.

Según recordó, su responsabilidad como director general es interina, ya que fue contratado exclusivamente para la puesta en marcha del complejo de salas pero su contrato termina en diciembre. Además, agregó, en marzo habrá un cambio de gobierno y, por tanto, serán las nuevas autoridades designadas quienes decidirán qué camino seguir.

Dijo también que por ahora sólo hay conversaciones y proyectos, pero que no se puede "hacer mucho" en este momento. De todos modos, "cree" que con el cambio de gobierno se asignarán una partida de dinero especial para enfrentar las nuevas etapas. Salcedo confirmó que ya se gastaron todos los rubros que estaban presupuestados con el objetivo de finalizar las obras que se inauguraron el fin de semana pasado.

Una de las integrantes del Consejo del Sodre, Cristina Fernández, dijo a En Perspectiva que se diseñará una programación a seis meses, con la intención de dejar un rumbo a los nuevos jerarcas que asuman, aunque quedará en manos de éstos si se acepta ese plan o no.

Por su lado, Salcedo reconoció que los funcionarios del Sodre y en particular los cuerpos estables son los que determinan el funcionamiento de la institución y que han sido "muy castigados" en el pasado.

"Hasta ahora han sido muy castigados tanto el ballet como la orquesta sinfónica como los coros, por la falta de espacio. La sala Nelly Goitiño ayudó parcialmente a paliar todo esto pero ahora que se va a disponer de un espacio tan importante como el auditorio nacional es elemental que tienen que trabajar a full tanto el Consejo Directivo como la Dirección Artística, como los cuerpos estables".

Salcedo añadió que el gran desafío que le queda ahora al Sodre es mejorar las condiciones laborales de sus empleados y planificar una programación a futuro para un auditorio de grandes dimensiones, como el que ahora se tiene, que requiere un trabajo importante de organización, producción y coordinación con otras instituciones, de nuestro país y del exterior. Pero por el momento, son más las incertidumbres que las certezas.

De todas maneras, se mostró muy optimista por el paso que se está dando en estos días, ya que se deja operativa la parte más importante del Auditorio Adela Reta.

Pese a que el acontecimiento cae en un período bisagra entre una administración y otra, Salcedo consideró que este es un momento apropiado para la inauguración.

"No se podía postergar más. Hace 10 años, 20 años que se empezó a construir este edificio. Y ahora se llega a la finalización de la parte más cara, en todo sentido. La sala de 2000 localidades es el gran desafío que tiene el Sodre y el medio cultural nuestro".

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