Mares, médanos, bosques, lagunas y blancas arenas, constituyen las principales atracciones naturales del mayor centro turístico del país convertido esta temporada en una marca registrada de estrellas de verdad, más allá de los "astros" argentinos de todos los años.

La cantante colombiana Shakira, propietaria de una chacra en José Ignacio fue la primera de la lista en arribar el pasado 17 de diciembre, acompañada de su pareja, Antonio de la Rúa, y de otros familiares.

A la semana siguiente desembarcaron en el aeropuerto de Laguna del Sauce el actor estadounidense Kevin Bacon, su esposa, la actriz Kyra Sedgwick, y sus dos hijos, quienes permanecen alojados en una posada de José Ignacio, mientras que la modelo británica Naomi Campbell se hospeda en la zona de Manantiales.

La pasarela del jet set también pondrá en escena al actor estadounidense Bruce Willis, cuyo arribo está previsto para el 4 de enero, según confirmó a Espectador.com el relacionista público argentino Gaby Alvarez quien no quiso aportar más datos.

Entre sus principales actividades en la península, el protagonista de la saga Duro de matar, de 54 años, oficiará de disc jockey en una fiesta privada. Ser DJ y músico es el pasatiempo de Willis mientras no está filmando.

La segunda semana de enero será el turno del cantante español Julio Iglesias, quien ofrecerá tres conciertos los días 13, 14 y 16, y se alojará  en su recién construida casa de Laguna Blanca, en la zona de Manantiales.

También se aguarda el arribo del ex futbolista francés Zinedine Zidane para jugar el 9 de enero un partido a beneficio de la fundación Niños con alas, invitado por el ex futbolista uruguayo Enzo Francescoli.

Asimismo son esperados, entre otros, la modelo checa Eva Herzigova.

Más allá de los famosos que parecen invadir Punta del Este, el balneario presenta altos niveles de ocupación hotelera e inmobiliaria.

El ministro uruguayo de Turismo, Héctor Lescano, dijo tener la "convicción" de cristalizar una "muy buena temporada", aunque "sin estridencias, ni triunfalismos" debido al tipo de cambio, que lo hacen un destino competitivo en materia de precios respecto de Brasil y más caro con relación a Argentina.