La película sobre la vida del presidente brasileño, Lula, o filho do Brasil (Lula, el hijo de Brasil), lleva un mes en cartel y no ha tenido la repercusión que la crítica esperaba ni una gran aceptación por parte del público, según El País de Madrid.

La película había creado una gran expectativa: la historia del niño de una familia pobrísima que emigra del noreste miserable del país hacia la rica San Pablo en busca de trabajo y comida. El pequeño Luiz fue limpiabotas y vendió helados por la calle y llegó, sin estudios, sólo con un simple diploma de mecánico, a la Presidencia de la República.

Se esperaba que la historia atrajese a un aluvión de espectadores. Hasta se había planeado colocar pantallas al aire libre en los pueblos donde no hay cines.

El filme de dos horas de duración, que da a conocer la historia de la vida del primer presidente brasileño de clase trabajadora, ha provocado el enojo de la oposición, que lo ha visto como parte de una campaña para las presidenciales de este año, en las que Lula ha apostado por Dilma Rousseff para sucederle.

La película ha sido la de mayor presupuesto hasta ahora en la historia del cine brasileño, unos12 millones de dólares. El líder del opositor Partido Demócrata en la Cámara de Diputados, Ronaldo Caiado, pidió al gobierno que informe sobre los contratos con las empresas patrocinadoras del filme.

El filme quedó quinto en la taquilla en la primera semana y después fue decayendo.
La película no ha convencido a los brasileños porque les gusta Lula en la realidad, él en persona, no en vano tras casi ocho años de gobierno mantiene una popularidad del 82% en la calle. Según las críticas en el filme se ve un sindicalista "demasiado bueno".

En la película fue cortada la dramática escena real de Mirian, la mujer que se presentó en el último debate de las elecciones de 1989 revelando que Lula había sido su amante y que le había ofrecido dinero para abortar.

La amante contó que entregó a su hija, Lurian, a Lula enunciando "ahora mátala tú". Los brasileños perdonaron al ex sindicalista  porque siempre amó a aquella hija y porque entendieron que la historia del aborto había sido inventada por su rival Fernando Collor de Mello.