Cultura

El ministro y el tablado

El ministro y el tablado

Es contador, pero además de los números se apasiona con las letras. El ministro de Economía, Álvaro García, es reconocido por su trayectoria carnavalera, donde se ha desempeñado como letrista de varias murgas. Entrevistado por En Perspectiva, compartió su sentir sobre la máxima fiesta popular.


(emitido a las 8.58 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
A 24 días del cambio de gobierno, son muchos los ministros y subsecretarios que escriben la retirada...

Por eso, para muchos es tiempo de realizar evaluaciones y marcar desafíos. En esta línea, el contador Álvaro García hablaba a la salida del último Consejo de Ministros.

Por un lado, el ministro de Economía relativizó el dato sobre déficit fiscal de 2009 y alertó que una tarea importante para trabajar de cara al futuro es la calidad del empleo de los uruguayos.

Seguramente, ésta será una de sus últimas comparecencias como secretario de Estado, por lo menos en esta instancia.

¿Volverá el contador García a enfrentarse a un micrófono, despejado del traje y la corbata e inspirado en su espíritu murguero? ¿Mantiene las ganas de subir a otros tablados, dejar los recitados sobre PBI, IRPF, déficit fiscal y cantar sobre la "garra charrúa", como en 1991?

(Audio Álvaro García)

"El fútbol y el carnaval son pasión de multitudes, el 90 con sus nubes trajo también el mundial, para bien o para mal quedamos todos de boca abierta. Hay una cosa que es cierta aunque creerlo nos cueste: la vieja y querida garra celeste hace años que está muerta".

(Fin de audio)


Con este cuplé, la murga Contrafarsa ganó por primera vez el Concurso Oficial de Carnaval. En aquel año, su letrista era Álvaro García, quien además cantaba y recitaba. Por este espectáculo, el actual ministro de Economía fue reconocido como "Mejor Letrista de Murgas".

Lo cierto es que esta actividad nunca la abandonó. A tal punto que en este carnaval 2010, la entrada y la retirada de La Cofradía son de su autoría.

Esta mañana, les proponemos conversar con Álvaro García, carnavalero de pasión e hincha de Racing.


***


JAE – ¿Contento por la clasificación de Racing?

ÁLVARO GARCÍA:
Contento, es un sueño para nosotros los racinguistas, un sueño cumplido. Seis partidos de Copa de ahora en adelante; muy difícil, pero para quien estuvo como tantos desde el nacimiento –que hay muchos– siguiendo los colores, en todos lados y en todos los tiempos, con verdes y con maduras, esto para Racing es histórico.

JAE - ¿Fue a la cancha?

AG – Sí, fui con mi padre y con mi hijo, mi hermano andaba por allí también. La verdad es que fue una noche inolvidable.

JAE – ¿Es de gritar?

AG - Gritaba más, hace un año y medio gritaba un poco más...

JAE - ...Y ahora se cuida, se aguanta... (Risas)


(Audio himno de Racing)


¿Y este himno también fue escrito por Álvaro García?

AG – Sí, la verdad que sí. Fue una alegría anoche cuando terminó el partido, además de los fuegos artificiales, de los festejos, que sonara esto. Esta es Contrafarsa y esto además tiene mucha relación con mi relación con el carnaval. Esta canción fue el motivo de que yo fuera letrista de murga. En la década del 80 yo estaba muy arrimado a la murga de niños Firulete. En la salida de la dictadura esa murga de niños, de la cooperativa de Garzón y Propios, andaba cantando por distintos lados. Yo estaba muy vinculado al TUMP (Taller Uruguayo de Música Popular), estudiaba con el "Choncho" Lazaroff, con Rúben Olivera, con Mauricio Ubal, y una noche en una peña que se hace en el TUMP se juntan esos dos mundos, aparece Firulete cantando y sale en carnaval por primera vez en el año 87.

Ahí me arrimé, intenté empezar a cantar en el año 87, cosa en la que fracasé con total éxito. Además justo me había recibido y para el año 89, después de una buena campaña de Racing, que terminó sin subir, escribí esta canción –letra y música- y la cantó la murga. Con ese antecedente, para el carnaval del 89 me dijeron que escribiera porque había escrito este himno. Y ahí descubrí una veta, una profesión que no estaba escrita en ninguno de mis planes de vida.

JAE – ¿Cómo lo recibieron los veteranos del club? Tengo entendido que hubo algún problemita con la letra.

AG – No por la canción, la canción yo creo que está bastante completa de letra. Hicimos una cosa paralela, un juego que no está aquí grabado, que era un relato histórico de un gol de una de las grandes figuras que tuvo Racing en la historia. Yo nací en el 61, o sea que conozco parte de eso pero escucho hablar a mi viejo y a otros veteranos. Entonces armamos un gol en el cual sacaba Mazurkiewicz, se la daba a Sandoval, Sandoval se la pasaba a Mario Vergara, Mario Vergara al "Cascarilla" Morales y faltaba el que hacía el gol. Y yo me acordaba siempre que mi padre decía que Maquiavelo era un fenómeno en Racing, entonces Maquiavelo cabecea y es gol. Quedó grabado así junto con esto y la gente del barrio en Sayago lo empezó a difundir, lo empezó a escuchar. Un día, al que relataba lo llaman del bar Adipto o del Zámpalo y le dicen: "Vení, Sapo, está todo muy lindo pero Maquiavelo es golero".

JAE – (Risas) ¿Y ahí qué pasó, se sacó el relato?

AG – No, porque en realidad no se difundía [tanto] esa parte de la canción así que quedó.

JAE – Estamos también con Javier Castro, coordinador de producción de En Perspectiva, un hombre de carnaval también, que sabe muchísimo y que seguramente va a aportar preguntas muy inteligentes en esta ocasión.

JAVIER CASTRO:
Más que saber mucho, soy muy aficionado. Me gusta mucho el carnaval, es cierto.

JAE – No sé si llamarlo ministro de Economía hablando de carnaval, suena medio raro, ¿no?

AG – Como usted quiera.

JAE – ¿Cómo surgió esta afición por la escritura, por las letras y por la música?

AG – Yo nací en el barrio Malvín, en "Los cuatro vientos", en la vieja Peñón y Avenida Italia. Y como tanta gente, de chico mi padre me preguntó qué iba a hacer y le dije "escuela, inglés y guitarra". Y fui a aprender guitarra con una profesora que en realidad yo no le entendía mucho pero me sentaba al piano y me enseñaba solfeo. Me aburrí durante un tiempo y terminé con el profesor del barrio, que tocaba de oído y te pasaba los acordes y el rasguido, y arranqué a cantar. Se llamaba Mario Segundo, vivía a una cuadra y media de mi casa así que ahí arranqué tocando la guitarra. De chico toqué, tenía una guitarra, a veces cantaba en la escuela, y después la colgué durante toda la dictadura. La guitarra quedó colgada en el ropero hasta que cuando empezaron los movimientos de canto popular –yo estaba en facultad– retomé la guitarra y me vinculé a la gente del TUMP.

JC – Me parece que es interesante hablar de Contrafarsa, que es en definitiva la que ocupa la mayor parte de su carrera como letrista de murgas. Usted se metió en el carnaval a través de Contrafarsa, una murga cuya aparición muchos la consideran como un punto de quiebre en el estilo de hacer murga. ¿Comparte esa opinión?

AG - Sí, en la década del 80 había una cierta polarización entre diferentes estilos. Había un estilo muy tradicional de murga, el de La Unión, con determinada rítmica, determinada manera de encarar el humor, etcétera; y por otro lado había un estilo más de La Teja, que era más politizada, con más mensajes políticos. Todo es relativo, pero de alguna manera existía y la situación se fue polarizando. Los estudiosos dirán qué pasó, pero en Sayago –que es un barrio medio equidistante– surge a partir de la experiencia del Firulete, que yo creo que es una experiencia bárbara. En el año 1980, en una cooperativa de vivienda, en lugar de hacer un cuadro de fútbol u otra cosa para el Día del Niño hacen una murga. Ahí se va arrimando gente, están los hermanos Melgarejo, está Alejandro Balbis, que ahora tiene su carrera propia pero formó parte fuerte de los primeros años de Contrafarsa y también recientemente, y se fue conformando un plantel que fue cantando como murga de niños.

JAE – ¿Pero fue un punto de quiebre, rompió el esquema de lo que se coordinaba en ese momento?

AG – Hay un reportaje que nos hace Mauricio Ubal para Brecha en el año 89, que era el primer año que me tocó escribir en Contrafarsa. Yo le decía que por determinadas características me parecía que esa podía ser la murga de la década del 90 y en el 91 ganamos el primer premio, y era muy difícil. Por supuesto influyó muchísimo la participación del "Pitufo" Lombardo, que vuelve a la murga en el año 91, él había ganado con Falta y Resto en el 88 y el 89, en el 90 no sale y en el 91 vuelve a la murga. Además hay una figura fundamental en esta renovación o en este estilo que es Hugo Bardallo, director de teatro independiente, de La Gotera, gran amigo que hace muchos años que no nos cruzamos pero es de esas amistades que siguen. Hugo hizo un trabajo maravilloso desde el punto de vista de la coreografía. Tanto es así que muchas veces la gente que se arrimaba al tablado en aquellos años decía que nos estábamos yendo de la categoría, porque Hugo traspasaba algunos límites. Pero siempre volviendo en aquella situación que tienen todos los grupos, de motor y freno, tratando de traspasar los límites e ir un poco más allá pero también de contenerse.

JC – Ahí la murga se teatralizó. Quizás hasta ese momento el cuidado por algunas cosas como la puesta en escena o la existencia de ese hilo conductor, que ahora es tan normal en los espectáculos de murga, no se hacía con tanta frecuencia.

AG – Es cierto, yo creo que apareció, no sólo en Contrafarsa sino en general en el carnaval, gente con elementos técnicos que muchas veces venía del teatro. Yo creo que fue una gran mixtura, una buena mezcla que se produjo en el carnaval uruguayo básicamente durante toda la década del 90.

JAE – Hablando de Contrafarsa, en el año 91 obtuvo el primer premio y usted escribió en esa ocasión. Pero en 2002, cuando gana por cuarta vez, Contrafarsa graba un disco en el Teatro de Verano y esa noche decide grabar un bonus track para el disco de ese año, cantando la retirada, y en esa ocasión usted volvía a ser convocado para hacer este recitado:

(Audio Álvaro García)

"Es como el túnel del tiempo esto...

Contrafarsa es voz de esquina,
que en el aire de febrero,
suelta piropos murgueros
y le da un beso a la vida.

Es voz,
es voz que en la despedida va a disfrutar de un paseo,
por una ciudad que tanto se hace querer
y que agita tantos deseos.

Contrafarsa empieza a recorrer,
los rincones de nuestro Montevideo".

(Fin del audio)


JC – Es muy divertido escuchar ese "¡Vamo’ arriba Alvarito!".

AG – (Risas). Algún amigo...

JAE – ¿Cuáles son los desafíos para usted como escritor?

AG – Hay una veta de la música popular uruguaya en general, que no se debe perder nunca cuando hablamos de arte, que es el comunicar. Hay un producto que la gente acepta, que le gusta, que disfruta, que comparte, y es cuando el artista está comunicando. Yo creo que el carnaval se transforma en un gran vehículo para comunicar sentimientos, visiones del mundo, así como la música en general; hay muchos músicos de la música popular uruguaya que ejercen esto en sus composiciones.

Esa ha sido mi gran motivación para canalizar a través de la murga, que es un medio maravilloso que permite muchísimas cosas. Más cuando uno por ejemplo trata de traspasar algunos límites sin irse de lo tradicional pero tratando de ampliar el espectro, es un medio maravilloso para comunicar.


***

(La transcripción completa de esta entrevista estará disponible en el correr del día)