Entrevistas

Álvaro García: "El carnaval es un vehículo para comunicar sentimientos y visiones del mundo"

Álvaro García: "El carnaval es un vehículo para comunicar sentimientos y visiones del mundo"

Se suele ver a los contadores como personas que viven exclusivamente entre números, cifras y cálculos. Pero hay al menos uno que escapa a esta definición y se apasiona con el mundo de las letras. Álvaro García no sólo es el ministro de Economía uruguayo sino que es ampliamente reconocido por su rol como letrista de murgas. Entrevistado por En Perspectiva, lejos del traje y la corbata, el jerarca rememoró sus primeros pasos en los tablados, ligados a su fanatismo por el Racing Club de Montevideo. Asimismo, manifestó su opinión con respecto a la relación del carnaval con la política, su importancia en momentos clave del país y el peligro de convertirlo exclusivamente en un negocio. "Es un medio maravilloso para comunicar", afirmó.


(emitido a las 8.58 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
A 24 días del cambio de gobierno, son muchos los ministros y subsecretarios que escriben la retirada...

Por eso, para muchos es tiempo de realizar evaluaciones y marcar desafíos. En esta línea, el contador Álvaro García hablaba a la salida del último Consejo de Ministros.

Por un lado, el ministro de Economía relativizó el dato sobre déficit fiscal de 2009 y alertó que una tarea importante para trabajar de cara al futuro es la calidad del empleo de los uruguayos.

Seguramente, ésta será una de sus últimas comparecencias como secretario de Estado, por lo menos en esta instancia.

¿Volverá el contador García a enfrentarse a un micrófono, despejado del traje y la corbata e inspirado en su espíritu murguero? ¿Mantiene las ganas de subir a otros tablados, dejar los recitados sobre PBI, IRPF, déficit fiscal y cantar sobre la "garra charrúa", como en 1991?

(Audio Álvaro García)

"El fútbol y el carnaval son pasión de multitudes, el 90 con sus nubes trajo también el mundial, para bien o para mal quedamos todos de boca abierta. Hay una cosa que es cierta aunque creerlo nos cueste: la vieja y querida garra celeste hace años que está muerta".

(Fin de audio)


Con este cuplé, la murga Contrafarsa ganó por primera vez el Concurso Oficial de Carnaval. En aquel año, su letrista era Álvaro García, quien además cantaba y recitaba. Por este espectáculo, el actual ministro de Economía fue reconocido como "Mejor Letrista de Murgas".

Lo cierto es que esta actividad nunca la abandonó. A tal punto que en este Carnaval 2010, la entrada y la retirada de La Cofradía son de su autoría.

Esta mañana, les proponemos conversar con Álvaro García, carnavalero de pasión e hincha de Racing.


***


JAE – ¿Contento por la clasificación de Racing?

ÁLVARO GARCÍA:
Contento, es un sueño para nosotros los racinguistas, un sueño cumplido. Seis partidos de Copa de ahora en adelante; muy difícil, pero para quien estuvo como tantos desde el nacimiento –que hay muchos– siguiendo los colores, en todos lados y en todos los tiempos, con verdes y con maduras, esto para Racing es histórico.

JAE - ¿Fue a la cancha?

AG – Sí, fui con mi padre y con mi hijo, mi hermano andaba por allí también. La verdad es que fue una noche inolvidable.

JAE – ¿Es de gritar?

AG - Gritaba más, hace un año y medio gritaba un poco más...

JAE - ...Y ahora se cuida, se aguanta... (Risas)


(Audio himno de Racing)


¿Y este himno también fue escrito por Álvaro García?

AG – Sí, la verdad que sí. Fue una alegría anoche cuando terminó el partido, además de los fuegos artificiales, de los festejos, que sonara esto. Esta es Contrafarsa y esto además tiene mucha relación con mi relación con el carnaval. Esta canción fue el motivo de que yo fuera letrista de murga. En la década del 80 yo estaba muy arrimado a la murga de niños Firulete. En la salida de la dictadura esa murga de niños, de la cooperativa de Garzón y Propios, andaba cantando por distintos lados. Yo estaba muy vinculado al TUMP (Taller Uruguayo de Música Popular), estudiaba con el "Choncho" Lazaroff, con Rúben Olivera, con Mauricio Ubal, y una noche en una peña que se hace en el TUMP se juntan esos dos mundos, aparece Firulete cantando y sale en carnaval por primera vez en el año 87.

Ahí me arrimé, intenté empezar a cantar en el año 87, cosa en la que fracasé con total éxito. Además justo me había recibido y para el año 89, después de una buena campaña de Racing, que terminó sin subir, escribí esta canción –letra y música- y la cantó la murga. Con ese antecedente, para el carnaval del 89 me dijeron que escribiera porque había escrito este himno. Y ahí descubrí una veta, una profesión que no estaba escrita en ninguno de mis planes de vida.

JAE – ¿Cómo lo recibieron los veteranos del club? Tengo entendido que hubo algún problemita con la letra.

AG – No por la canción, la canción yo creo que está bastante completa de letra. Hicimos una cosa paralela, un juego que no está aquí grabado, que era un relato histórico de un gol de una de las grandes figuras que tuvo Racing en la historia. Yo nací en el 61, o sea que conozco parte de eso pero escucho hablar a mi viejo y a otros veteranos. Entonces armamos un gol en el cual sacaba Mazurkiewicz, se la daba a Sandoval, Sandoval se la pasaba a Mario Vergara, Mario Vergara al "Cascarilla" Morales y faltaba el que hacía el gol. Y yo me acordaba siempre que mi padre decía que Maquiavelo era un fenómeno en Racing, entonces Maquiavelo cabecea y es gol. Quedó grabado así junto con esto y la gente del barrio en Sayago lo empezó a difundir, lo empezó a escuchar. Un día, al que relataba lo llaman del bar Adipto o del Zámpalo y le dicen: "Vení, Sapo, está todo muy lindo pero Maquiavelo es golero".

JAE – (Risas) ¿Y ahí qué pasó, se sacó el relato?

AG – No, porque en realidad no se difundía [tanto] esa parte de la canción así que quedó.

JAE – Estamos también con Javier Castro, coordinador de producción de En Perspectiva, un hombre de carnaval también, que sabe muchísimo y que seguramente va a aportar preguntas muy inteligentes en esta ocasión.

JAVIER CASTRO:
Más que saber mucho, soy muy aficionado. Me gusta mucho el carnaval, es cierto.

JAE – No sé si llamarlo ministro de Economía hablando de carnaval, suena medio raro, ¿no?

AG – Como usted quiera.

JAE – ¿Cómo surgió esta afición por la escritura, por las letras y por la música?

AG – Yo nací en el barrio Malvín, en "Los cuatro vientos", en la vieja Peñón y Avenida Italia. Y como tanta gente, de chico mi padre me preguntó qué iba a hacer y le dije "escuela, inglés y guitarra". Y fui a aprender guitarra con una profesora que en realidad yo no le entendía mucho pero me sentaba al piano y me enseñaba solfeo. Me aburrí durante un tiempo y terminé con el profesor del barrio, que tocaba de oído y te pasaba los acordes y el rasguido, y arranqué a cantar. Se llamaba Mario Segundo, vivía a una cuadra y media de mi casa así que ahí arranqué tocando la guitarra. De chico toqué, tenía una guitarra, a veces cantaba en la escuela, y después la colgué durante toda la dictadura. La guitarra quedó colgada en el ropero hasta que cuando empezaron los movimientos de canto popular –yo estaba en facultad– retomé la guitarra y me vinculé a la gente del TUMP.

JC – Me parece que es interesante hablar de Contrafarsa, que es en definitiva la que ocupa la mayor parte de su carrera como letrista de murgas. Usted se metió en el carnaval a través de Contrafarsa, una murga cuya aparición muchos la consideran como un punto de quiebre en el estilo de hacer murga. ¿Comparte esa opinión?

AG - Sí, en la década del 80 había una cierta polarización entre diferentes estilos. Había un estilo muy tradicional de murga, el de La Unión, con determinada rítmica, determinada manera de encarar el humor, etcétera; y por otro lado había un estilo más de La Teja, que era más politizada, con más mensajes políticos. Todo es relativo, pero de alguna manera existía y la situación se fue polarizando. Los estudiosos dirán qué pasó, pero en Sayago –que es un barrio medio equidistante– surge a partir de la experiencia del Firulete, que yo creo que es una experiencia bárbara. En el año 1980, en una cooperativa de vivienda, en lugar de hacer un cuadro de fútbol u otra cosa para el Día del Niño hacen una murga. Ahí se va arrimando gente, están los hermanos Melgarejo, está Alejandro Balbis, que ahora tiene su carrera propia pero formó parte fuerte de los primeros años de Contrafarsa y también recientemente, y se fue conformando un plantel que fue cantando como murga de niños.

JAE – ¿Pero fue un punto de quiebre, rompió el esquema de lo que se coordinaba en ese momento?

AG – Hay un reportaje que nos hace Mauricio Ubal para Brecha en el año 89, que era el primer año que me tocó escribir en Contrafarsa. Yo le decía que por determinadas características me parecía que esa podía ser la murga de la década del 90 y en el 91 ganamos el primer premio, y era muy difícil. Por supuesto influyó muchísimo laparticipación del "Pitufo" Lombardo, que vuelve a la murga en el año 91, él había ganado con Falta y Resto en el 88 y el 89, en el 90 no sale y en el 91 vuelve a la murga. Además hay una figura fundamental en esta renovación o en este estilo que es Hugo Bardallo, director de teatro independiente, de La Gotera, gran amigo que hace muchos años que no nos cruzamos pero es de esas amistades que siguen. Hugo hizo un trabajo maravilloso desde el punto de vista de la coreografía. Tanto es así que muchas veces la gente que se arrimaba al tablado en aquellos años decía que nos estábamos yendo de la categoría, porque Hugo traspasaba algunos límites. Pero siempre volviendo en aquella situación que tienen todos los grupos, de motor y freno, tratando de traspasar los límites e ir un poco más allá pero también de contenerse.

 
  Murga Contrafarsa - 1991. García es el tercero desde la derecha en la fila de abajo. (Foto gentileza de lasmurgas.com)


JC – Ahí la murga se teatralizó. Quizás hasta ese momento el cuidado por algunas cosas como la puesta en escena o la existencia de ese hilo conductor, que ahora es tan normal en los espectáculos de murga, no se hacía con tanta frecuencia.

AG – Es cierto, yo creo que apareció, no sólo en Contrafarsa sino en general en el carnaval, gente con elementos técnicos que muchas veces venía del teatro. Yo creo que fue una gran mixtura, una buena mezcla que se produjo en el carnaval uruguayo básicamente durante toda la década del 90.

JAE – Hablando de Contrafarsa, en el año 91 obtuvo el primer premio y usted escribió en esa ocasión. Pero en 2002, cuando gana por cuarta vez, Contrafarsa graba un disco en el Teatro de Verano y esa noche decide grabar un bonus track para el disco de ese año, cantando la retirada, y en esa ocasión usted volvía a ser convocado para hacer este recitado:

(Audio Álvaro García)

"Es como el túnel del tiempo esto...

Contrafarsa es voz de esquina,
que en el aire de febrero,
suelta piropos murgueros
y le da un beso a la vida.

Es voz,
es voz que en la despedida va a disfrutar de un paseo,
por una ciudad que tanto se hace querer
y que agita tantos deseos.

Contrafarsa empieza a recorrer,
los rincones de nuestro Montevideo".

(Fin del audio)


JC – Es muy divertido escuchar ese "¡Vamo’ arriba Alvarito!".

AG – (Risas). Algún amigo...

JAE – ¿Cuáles son los desafíos para usted como escritor?

AG – Hay una veta de la música popular uruguaya en general, que no se debe perder nunca cuando hablamos de arte, que es el comunicar. Hay un producto que la gente acepta, que le gusta, que disfruta, que comparte, y es cuando el artista está comunicando. Yo creo que el carnaval se transforma en un gran vehículo para comunicar sentimientos, visiones del mundo, así como la música en general; hay muchos músicos de la música popular uruguaya que ejercen esto en sus composiciones.
 
Álvaro García se maquilla antes de subirse a un tablado con la Murga Contrafarsa en 1993 (Foto: gentileza de carnavaldelfuturo.com.uy)

Esa ha sido mi gran motivación para canalizar a través de la murga, que es un medio maravilloso que permite muchísimas cosas. Más cuando uno por ejemplo trata de traspasar algunos límites sin irse de lo tradicional pero tratando de ampliar el espectro, es un medio maravilloso para comunicar.

JC – ¿Cuáles son las cosas que en cada momento pueden llegar a motivarlo? Usted ha escrito muchos años y le ha escrito a cosas muy distintas, desde un retirada dedicada a Charles Chaplin hasta retiradas dedicadas al "loco de la estación" de Sayago, al "murguero más viejo del mundo" o a "la garra celeste". ¿Cuáles son las cosas que le despiertan su inspiración?

AG – Hay dos cosas. Siempre se trabajó muy colectivamente entonces la de Chaplin, por ejemplo, fue una idea tirada por otro compañero. Eso está muy bien porque se van elaborando cosas en conjunto.

En lo personal creo que en el fondo hay una necesidad personal de canalizar una visión del mundo, de la vida del país. Yo he sido bastante insistente en mis composiciones para la murga con el tema del país, están relacionadas con diferentes momentos que el Uruguay ha ido viviendo. El cuplé de la "garra celeste" del año 91 creo que puede llegar a tener vigencia hoy, era un poco tomar la excusa del fútbol, que es algo que también me apasiona muchísimo...

JC - ...acababa de pasar el mundial del ‘90 en ese momento.

AG – Claro, pero lo que me motivó ahí, me disparó para hacer un buen ejemplo...

JAE - ...el penal de Rúben Sosa cuando lo erró...

AG - ...el penal de Rúben Sosa, ¿pero sabes lo que pasaba? Eran los 40 años de Maracaná, Obdulio Varela estaba muy viejito y en ese momento lo fueron a visitar, fue Tabaré Vázquez, fue el presidente Lacalle... Y era notorio en los reportajes, tengo los papeles guardados, que él decía "está bien muchachos, vengan a verme pero dejen hacer a los que están ahora, eso ya pasó". Y los uruguayos no lo escuchábamos, seguíamos hablando de cuando él agarró la pelota abajo del brazo. Parecía que los uruguayos estábamos todos parados en 1950 y aquel veterano que había estado en aquel momento glorioso nos estaba diciendo "piensen en lo que está pasando hoy". De alguna manera el mensaje de ese año era el mismo que estaba dando Obdulio Varela. Hay cosas que no aparecen explícitamente pero son las que disparan las ideas.

JAE – Hay mucha pasión en la descripción pero también es cierto que en distintos circuitos se reitera que detrás del carnaval hay mucho dinero. Y sin ánimo de preguntar...

AG - ..yo no lo he visto... (Risas)

JAE - ...sin ánimo de preguntar si usted paga IRPF o no, ¿cobra por escribir?

AG – Las murgas de las que he formado parte han sido cooperativas –Contrafarsa era una murga cooperativa–, se dividen en partes y siempre he tenido una parte en la cooperativa.

JC – Eso quizás sea interesante explicarlo, cuáles son las diferencias entre una murga cooperativa y una murga que no lo es.

AG – Es como una empresa, hay murgas que son propiedad de una persona o de varias personas y que lo toman como una empresa.

JAE – Como un negocio.

AG – Bueno, a veces no es negocio. Lo importante son los premios, porque son parte de la distribución de la recaudación del Teatro de Verano, y los sponsors.

Pero realmente he tratado de separar este mundo de los números. No he tocado un número, no he llevado un número a la murga, las veces que han intentado dije que no, este es otro espacio distinto.

JAE – ¿Y confía en quien hace los números?

AG – Sí, por supuesto. He descubierto que se han equivocado algunas veces pero bueno... (Risas)

JAE -  ¿Está mal que el carnaval sea un negocio para algunos?

AG – Sería como preguntarte si está mal que la música sea un negocio. Estamos en este mundo. Yo creo que lo ideal –y hay casos– es mantener la calidad artística o el producto artístico separado de lo económico. Eso es difícil, hay miles de ejemplos, no solo en carnaval sino en la música en general, de grupos o de gente que empieza a componer con una calidad artística importante y después la propia máquina de tener que sacar un disco cada tanto, o lo que fuera, te va condicionando en tu parte artística. Me parece que el Uruguay también mantiene ese tipo de cosas.

Yo siempre recuerdo una anécdota de Jaime Roos, que hace muchísimos años tuvo la oportunidad de entrar –por lo menos así me la contaron, yo no sé si es realidad pero creo que es de buena fuente– en una ensalada de discos en Estados Unidos, cosa que para los músicos uruguayos muchas veces es solucionar el problema de la jubilación. En ese momento quisieron manipular las canciones desde el punto de vista artístico para que pudieran tener una mejor entrada en el mercado y hubo una postura negativa, aunque económicamente iba a ser muy bueno. Eso pasa con muchísimos músicos, me parece que en Uruguay está muy valorizado el tema de lo artístico sin desconocer lo otro. Desde mi otra faceta y desde el gobierno hemos procurado generar los mecanismos para que la gente que hace arte pueda vivir del arte, sin que eso entrevere las cosas. Ahí hay un rol del Estado a cumplir.

JAE – Le cuesta separar el rol de murguero del de gobernante.

AG – Y bueno, uno es una unidad.

JAE – Es interesante eso que le salió naturalmente de hacer referencia a lo que ha hecho este gobierno, porque al observar lo que ha sido el carnaval en los últimos 20 años se puede ver un claro corte, cuando asume la izquierda al poder cambia la tónica. ¿Por qué? Algunos –por no decir todos– consideran que la murga es de izquierda, que las críticas que surgen hacia los partidos tradicionales son firmes –han sido parte de la historia cuando eran gobierno– pero que ahora eso se ha atenuado mucho. ¿Qué dice usted como letrista y como gobernante sobre todo?

AG – En estos 20 años hay murgas que también le han pegado muy fuerte a la izquierda. Puede ser que el público sea mayoritariamente de izquierda y entonces cuando la murga se posiciona sabe que si va a decir algunas cosas va a ser mejor recibido que de otra manera.

JC – Claro, pero es notorio que hay cierta complicidad en los tablados, por ejemplo con ciertos discursos que sobre todo tienen las murgas; porque quizás los demás conjuntos de carnaval son menos "políticos" que las murgas, ¿no?

AG – Es que la murga cumplió un rol fundamental a la salida de la dictadura por ejemplo. La música, pero más la murga y el carnaval por ser algo más masivo, llevó a que se pudieran decir de otra manera cosas que no se podían decir. De ahí se arrastró eso. En Montevideo hace muchos años que la izquierda es mayoría y probablemente en los tablados si uno hace una encuesta esa mayoría sea aún mayor aún por la composición de la gente que va, pero se le ha pegado fuerte a la izquierda.

JAE – Por ejemplo Raúl Castro, en un libro que hizo Fernando Tetes con entrevistas a gente de gobierno, decía hablando de Astori: "No lo voy a matar, te digo la verdad, no voy a hacer con Astori lo mismo que con De Posadas. Si quieren eso que busquen a otro letrista, no le voy a dar para atrás a mi amigo. Lo puedo criticar y joder y seguramente con la capacidad de la cabeza que tiene le va a encantar, pero faltarle el respeto no". ¿Está en esta línea?

AG – Yo creo que no hay que faltarle el respeto a nadie. Ahora, uno tiene una ideología, uno tiene un punto de vista, una visión del mundo, por lo tanto en lo que comunica va a hacer hincapié en lo que uno piensa. Eso es indudable. Y en ese sentido no pasa por faltar el respeto o no sino por tomar por el lado del humor o la ironía cuando forma parte de la visión del mundo de uno, y de repente se es un poco más duro con un adversario político. Eso es inevitable.

JC – Hay quienes dicen que la murga en estos cinco años ha ido perdiendo crítica hacia el gobierno en particular. Y que además, cada vez con más insistencia, cuando se refiere a los partidos tradicionales lo hace de manera casi hasta burlona. Sobre todo ocurre de forma más evidente ahora, en este Carnaval 2010, luego de atravesar por unas elecciones en las que volvió a ganar el Frente Amplio.

AG – Capaz que no hay muchas cosas que criticar. Podemos pensarlo desde ese punto de vista.

JAE – ¿Piensa que puede ser eso?

AG – Yo creo que en parte sí, no hay nada perfecto pero realmente creo que se han intentado hacer las cosas de tal manera que... Por supuesto que hay cosas para criticar y se critican, vayan a ver La Cofradía.

JAE – ¿Cuántos tablados hizo allá por el 91, 92, 93? ¿Los tiene contados?

AG – No, pero eran entre 80 y 100 tablados por carnaval.

JAE – Mucho más que ahora.

AG – Sí, puede ser, depende del conjunto.

JAE – ¿Y tiene pensado volver cuando deje de ser ministro de Economía?

AG – Nunca me fui.

JAE – Pero me refiero a subirse otra vez a los camiones, a los tablados.

AG - Es difícil porque hay muy buenos cantantes. Es muy sacrificado. Yo salí, no tenía hijos, tenía un esquema familiar distinto, no es sencillo. No lo descarto, pero...

JAE – Hay muchos mensajes y no se vuelcan a la economía, no sé si eso lo pone más cómodo o más incómodo.

AG – Es distinto, es muy lindo.

JAE – Álvaro dice: "Te vamos a extrañar, queremos ministros jóvenes. Felicitaciones". Mario dice: "Alvarito: abrazo y felicidades, fuimos compañeros del curso de dBase 3 y de Lotus 1, 2 y 3 en la Escuela de Informática, año 89".

AG – Hace muchos años, saludos, un abrazo grande.

JAE – Fernando, de Rosario, dice: "No me atrae la murga porque cuando critican los partidos tradicionales me siento ofendido y que se burlan de mí".

AG – Y bueno.

JC – Según una encuesta que forma parte del informe "Imaginarios y Consumo Cultural - Segundo Informe Nacional sobre consumo y comportamiento cultural - Uruguay 2009" (elaborado por el Observatorio Universitario de Políticas Culturales de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República) la murga ocupa un espacio bastante marginal entre las preferencias musicales de los uruguayos. Solo el 9% de los encuestados afirmó que le gusta la murga. ¿Por qué le parece que la murga representa de alguna forma a la música uruguaya?

AG – No sé, no conozco la encuesta, pero el carnaval por ejemplo hace muchísimos años que lleva mucha más gente que el fútbol. No sólo cuantitativamente sino cualitativamente, hay que ir y ver la cantidad de gente en los barrios que trabaja para el carnaval, no sólo son los componentes, es todo lo que hay por detrás, la familias; hay que darse una recorrida en los últimos días antes de salir o el día del desfile por lo que son los ensayos con las familias terminando las vestimentas. El carnaval es de una profundidad popular muy fuerte. No conozco el tema de la encuesta, ni cómo fue hecha ni cómo fue planteada, habría que ver; mi esposa es socióloga y conoce bastante de encuestas y muchas veces también depende de cómo están formuladas las preguntas.

Quizás si hacías esa encuesta hace 10 o 15 años te iba a dar menos todavía, porque yo le asigno especial importancia, y más en el mundo de hoy, a la difusión. Si uno busca registros de murga, de carnaval, ya no sólo grabados sino escritos, de testimonios, es muy difícil y hay una diferencia muy grande con los últimos años. Se empezó a grabar mucho más en los últimos años. Creo que buena parte del éxito de Contrafarsa, al margen de que era muy exitosa a nivel de carnaval, es que grabó sistemáticamente durante mucho tiempo sus actuaciones, básicamente a fines de los 90 y comienzos de 2000.

JAE – ¿Qué diría la despedida del gobierno de Tabaré Vázquez si fuera una letra de murga?

AG – (Risas). Tendría que darme un papel en blanco y darme un rato...

JAE - ¿Cuánto tiempo necesita?

AG – Me tendría que dar la música porque yo escribo arriba de la música. Es una metodología que usamos habitualmente.

Si tuviera que escribirla y tuviera que escribir desde mis sentimientos, diría que siento una tranquilidad importante. Primero un sentimiento de satisfacción, de agradecimiento al presidente por haber pensado en mí para esta tarea este último tiempo. Yo también estuve tres años en la Corporación Nacional para el Desarrollo y creo que un país no se cambia en cinco años, pero me parece que el Uruguay dio un giro, que acumuló cosas positivas que tenía históricamente. Este período de gobierno –lo he dicho y lo repito, estoy convencido– que implica que la izquierda haya estado en el gobierno es un salto cualitativo para el Uruguay en general no por la izquierda sino porque todos los partidos grandes han pasado por el poder y por la oposición y todos han visto las dificultades o las cuestiones favorables que existen. Por lo tanto el Uruguay se encuentra en mejores condiciones –y tengo muchas expectativas de estos grupos que ha abierto el nuevo gobierno– de tener políticas de Estado.

JAE – Entonces diría como título: "Tranquilidad".

AG – Conformidad no se puede decir nunca porque uno no puede estar conforme, pero sí tranquilidad de haber dejado todo, de haber hecho las cosas de manera lo más ordenada posible y de haber logrado resultados.

JAE – ¿Y qué diría la presentación del gobierno de José Mujica?

AG – Una gran expectativa en otra etapa. Los procesos no son iguales, hace cinco años el país era muy distinto, me parece que en este momento –lo dije también en el foro de ACDE en diciembre– el país está en otro escalón y requiere de otros desafíos. Cuando hablamos de que estamos en cifras de desempleo históricamente bajas y que Uruguay va a seguir creciendo eso implica ir a niveles cada vez mayores de capacitación para mejorar la calidad del empleo. Hay desafíos grandes que tiene Uruguay a nivel de reformar su Estado y de mejorar su sector privado.


***


JAE – Está un poco ronco, no lo ha querido manifestar pero me da la impresión de que quedó ronco después del partido de ayer de Racing.

AG – Grité poco pero grité dos veces, un par de goles, con profundidad.


***

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