¿Qué pasó con ...?

...las obras de la Sala Auditorio del Sodre?

Informe En Perspectiva.

(Emitido a las 08.00)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Un 18 de setiembre de 1971 Montevideo asistía incrédulo a un incendio que terminó devastando el edificio del Estudio Auditorio del Sodre. Hoy, a más de 30 años de aquel episodio, el proyecto para recuperar ese referente de la cultura uruguaya y montevideana está paralizado.

El tema va a estar en la mesa de En Perspectiva esta mañana a raíz del planteo de nuestra propia audiencia. Semanas atrás recibimos mensajes, el último el lunes 3 de mayo, de Eduardo Montes, quien dice lo siguiente.

"¿En qué quedaron las obras del Sodre?

"No sé si el arquitecto Roberto Falco sigue de presidente. De todos modos no lo culpo si renunció o perdió interés después de haber anunciado tantas veces su reapertura, con toda su buena intención, sin poder hacer nada al final.

"Me acuerdo que hubo gran entusiasmo al inaugurar la sala chica, pero después se dejó de usar. Además hace algunos años hubo dos o tres funciones de Aída en la sala grande, que estaba sin terminar pero bastante adelantada.

"Hace poco tuve que pasar por ahí y vi todo igual, abandonado.

"¿Qué fue lo que pasó? En otros casos el Estado se ha manejado bastante bien para pedir préstamos, inclusive la Intendencia hizo lo mismo para reanudar los trabajos en el Solís.

"Unos años atrás hubiera estado a la medida de nuestra cultura, pero lamentablemente nos hemos empobrecido tanto en ese sentido, debido a la poca importancia que le hemos dado a la educación en general, que un proyecto que se inició en la época dorada hoy nos queda grande. Además, la gente ve semejante despilfarro y lo primero que piensa es que los colorados no saben terminar lo que empiezan. Tendrían que haber hecho algo aunque sea por amor propio, si la cultura no les importa tanto.

"Eduardo Montes (Malvín, Montevideo)".

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Coincidentemente, la producción de En Perspectiva venía trabajando ya desde hace algunos días en este asunto. Es que la cantidad de mensajes que recibimos al respecto, nos pusieron en aviso de que este es un tema que importa, a los montevideanos, básicamente. Pero además porque el hecho de esperar para el 25 de agosto la reapertura del Teatro Solís nos despertó la inquietud a propósito de en qué estaba este otro gran espacio cultural que el país había proyectado en su momento.

Porque a primera vista -como decía Eduardo en su mensaje- el edificio sigue ahí, sin terminar, casi abandonado, en la manzana definida por las calles Mercedes, Andes, Uruguay y Florida, muy cerquita de la radio.

Entonces, a casi 20 años del comienzo de su proceso de gestación, nos preguntamos, ¿qué pasó con las obras del nuevo auditorio del Sodre?

Aparentemente, según lo que pudimos averiguar al día de hoy, las obras están absolutamente paradas. Pero para entender mejor el estado actual del proceso, les proponemos repasar un poco de la historia de este nuevo auditorio del Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos (Sodre).

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Hacemos un breve repaso a la historia del proyecto.

Como muchos recordarán, el 18 de setiembre de 1971 un incendio destruyó por completo el antiguo auditorio del Sodre. Erika Hoffman estuvo trabajando en el tema. Hagamos un poco de historia. ¿Qué pasó desde aquel 18 de setiembre de 1971, cuando Montevideo se despertaba conmocionado por el incendio que destruía completamente el estudio del Sodre?

ERIKA HOFFMAN:
Varios años después de aquel setiembre, una vez reinstaurada ya la democracia, el nuevo gobierno empezó a planificar su reconstrucción. Con ese fin se creó una comisión honoraria conformada por delegados de la Intendencia Municipal de Montevideo, del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y del Sodre.

Esta comisión tardó casi un año en resolver el lugar donde iba a estar el nuevo edificio y finalmente optó, a fines de 1985, por mantener el emplazamiento anterior, es decir donde antiguamente estaban el Estudio Auditorio y las casas en las que funcionaba la radio del Sodre. Para esto hubo que comprar algunos terrenos aledaños, buscando así dar con la superficie que requería un proyecto de esta naturaleza.

JI - Si no recuerdo mal, una vez tomada esa decisión se convocó a una comisión asesora para que elaborara las bases de un concurso nacional de anteproyectos.
 
EH - Sí, para formar esta comisión el MEC -entonces comandado por la doctora Adela Reta- pidió a la Sociedad de Arquitectos (SAU) que hiciera una selección, proceso que derivó en la nominación de los arquitectos José Scheps y Rafael Lorente (hijo); se sumó además el profesor Carlos Carvalho en representación del Sodre.

Fueron estos profesionales los que quedaron a cargo de redactar las bases del concurso, por supuesto en consulta con los cuerpos estables del Sodre (la Orquesta Sinfónica, el Cuerpo Coral y el Cuerpo de Baile), a quienes se sumaron las expresiones de otros artistas nacionales destacados.

JI - El llamado a licitación tuvo carácter público y nacional, se llevó a cabo en setiembre de 1986 y contó con la participación de 51 concursantes. Según los datos que hemos podido recabar, en febrero de 1987 el jurado, integrado por los arquitectos Clorindo Testa (por el MEC), Mariano Arana (por la SAU) y Antonio Cravotto (por los concursantes), eligió por unanimidad el proyecto del estudio integrado por Jorge di Pólito, Diego Magnone, Isidoro Singer y Juan Carlos Vanini.

EH - Fue así, y automáticamente se los contrató para que elaboraran el anteproyecto, una fase que insumió 10 meses. Luego vino la etapa del proyecto ejecutivo, donde se trabajó ya sobre los planos de obra y finalmente la fase de presupuestación. En mayo de 1988 se hizo el llamado a licitación pública internacional para la construcción del complejo, que ganó la firma Álvaro Palenga SA.

Una vez elegida la empresa constructora, el 15 de noviembre de 1989 se firmó el contrato y se iniciaron las obras, pocos días antes de que se celebraran las elecciones nacionales de aquel año, ya sobre el final del primer mandato del ex presidente Julio María Sanguinetti.

JI - Recuerdo que tras la firma de este contrato entre las autoridades se daba como un hecho consumado la construcción del nuevo Estudio Auditorio del Sodre.

EH - Se hablaba de un complejo cultural de 25.000 metros cuadrados que incluía tres salas de espectáculos, sus respectivas salas de ensayo para los músicos, para el coro, para el Cuerpo de Ballet; también había previstos espacios para la fabricación de la escenografía, así como talleres de pintura, zapatería y peluquería.

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JI - Así llegamos a 1990. Con la llegada a la presidencia del doctor Luis Alberto Lacalle el proceso de construcción del nuevo auditorio del Sodre perdió vigor. Aparentemente hubo falta de voluntad política para seguir con las obras, y esa fue la causa de este primer parate. ¿Qué pudiste averiguar en este sentido?

EH - Sí, esto es mucho más que una percepción: los arquitectos responsables del proyecto nos comentaron que entre 1990 y 1994 no se hizo absolutamente nada. Hasta ese momento se había avanzado muy poco, apenas si se habían hecho la excavación y una parte de la estructura.

Años más tarde, cuando el doctor Sanguinetti ganó las elecciones de 1994 y llegó al gobierno para su segundo mandato, el proyecto del Sodre recuperó algo del vigor que había perdido en los años previos. Así, se actualizaron todos los contratos y el movimiento volvió a las obras en esa manzana de la Ciudad Vieja.

Según calificaron fuentes vinculadas a la obra, el impulso fue mediano en 1995, fuerte en 1996 y muy fuerte en 1998.

JI - En 1999, último año de la administración Sanguinetti, se inauguró la sala C del complejo, denominada Hugo Balzo, con espacio para 300 espectadores. Además estaban muy avanzadas las obras de los camarines y las salas de ensayo.

Y prácticamente en esas mismas condiciones llegamos a la situación actual... Quizás con una única excepción en la actual administración -la del doctor Jorge Batlle-, cuando en 2001 se realizó una pequeña inyección de capital con el objetivo de presentar la ópera Aída en la sala principal, denominada Eduardo Fabini, con capacidad para 2.000 espectadores.

EH - Para esa ocasión se tuvo que hacer el cerramiento del auditorio, lo que los técnicos llaman el "cerramiento rústico". Es decir que, según los arquitectos responsables del proyecto, el espacio donde se hizo la presentación de Aída no difería mucho en sus condiciones de las de un estadio de básquetbol: faltaban todas las terminaciones, la gente estaba sentada en gradas de hormigón, con sillas provisorias que habían sido alquiladas. Sin embargo, y pese a estas limitaciones, esta instancia permitió por lo menos cerrar el edificio y terminar la fachada, el techo y la losa.

JI - Vamos a escuchar a Rosario, que en estos momentos está allí, en este edificio del Sodre. ¿Con qué te encontraste, Rosario?

ROSARIO CASTELLANOS:
Estoy instalada en la esquina de Mercedes y Florida, y días anteriores hice el recorrido por el interior. Si dan vuelta la manzana verán que de alguna forma lo que les voy a contar del interior está reflejado en la propia situación de la fachada.

Vamos a empezar este recorrido por esquina de Mercedes y Andes. Ahí hay un acceso que corresponde más directamente a la Sala Balzo, que está ubicada debajo del escenario de la sala principal. Diría que este es el sector terminado. En todo el recorrido desde el hall, desde el acceso, desde allí hasta la sala, incluyendo los servicios higiénicos y la propia Sala Balzo, que está terminada y completamente equipada para funcionar según todas las alternativas de disposición de las butacas en relación al escenario que fueran previstas en el proyecto. Además está instalado el aire acondicionado, que si bien no funciona todavía como tal porque responde al sistema general del edificio, sí funciona como sistema de ventilación.

En la esquina en la cual me encuentro, es decir Mercedes y Andes, está la entrada principal y el gran hall de acceso a la Sala Fabini, la sala mayor. Allí están colocados los pisos de granito, todos los recubrimientos de paredes, que se hicieron en piedra arenisca, pero falta el recubrimiento de mármol travertino italiano, que ya se comenzó a colocar en la fachada y se debe repetir dentro y todavía no ha sido importado, y las alfombras, en particular la que recubre la gran escalera que dirige a la planta alta.

En el interior, la sala está completa en su estructura, bien rústica. Es decir, la obra, de color gris que conforma los distintos niveles para la ubicación del espectador en relación al escenario, como grandes bandejas, está toda en cemento. La sala también está completamente techada, cerrada por la parte alta, y las paredes curvas que aquí se proyectaron de acuerdo a las exigencias acústicas están terminadas y sólo les falta la madera que las recubrirá. El escenario por el momento es una enorme caja vacía, de 20 por 30 metros de base por 27 de alto, sin la maquinaria escénica. Pero sabemos que en una reciente licitación la maquinaria escénica fue adquirida porque para ella había disponible un dinero del BID. Lamentablemente no ha podido comenzar su colocación por carecer la obra de subcontratistas que puedan colocarla.

Volvemos a la esquina de Mercedes y Florida porque allí hay un cuerpo alto, donde están ubicadas las tres grandes salas de ensayo para los cuerpos estables y la sala de repetición, una sala que repite las dimensiones del escenario para los ensayos. Yo diría que en ésta está muy avanzado el nivel de obra, en particular el de sus instalaciones, que entre otras cosas requería unos ductos forrados por dentro para evitar que los sonidos de la sala de ensayo pudieran colarse a la sala del escenario. Si observan por la calle Mercedes verán que a mitad de cuadra hay un cuerpo, bastante ciego, que en realidad parece un edificio de cinco pisos; corresponde al sector de camarines. Éstos están terminados, completos, con duchas y baños funcionando, vestidores con sus mesadas, sus espejos y sus placares colocados.

Por último -lo dejé especialmente para el final- el sector sobre la calle Uruguay. Ahí todavía se nota algo de gente trabajando. Corresponde a la sala de máquinas, a los talleres. En ese lugar ya está completo el cerramiento de vidrios y se está trabajando en el interior, porque por tratarse de un área de servicio la obra tiene muchos menos requerimientos en cuanto a materiales de terminación, es una obra sencilla y los poquísimos obreros que han quedado precisamente están dedicados a esto.

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JI - Según pudimos averiguar, durante el año 2002 se hicieron algunas inversiones menores, con fondos que habían quedado por ejecutar. Al mismo tiempo se llevaron a cabo algunos conciertos que ya estaban programados, concretamente en la sala Hugo Balzo. Pero desde mayo de 2003 hasta hoy la obra ha estado prácticamente parada por falta de recursos; digo prácticamente parada porque la empresa constructora Álvaro Palenga mantiene un mínimo funcionamiento: cuatro obreros, un oficial de obra y un sereno, a su costo, simplemente por el hecho de que estratégicamente no le conviene abandonarla.

¿Qué se dice, Erika, desde la presidencia del Sodre? Una de las dudas de nuestro oyente Eduardo era si Roberto Falco sigue siendo el presidente.

EH - Sí, por supuesto, sigue siéndolo. Obviamente intentamos consultar al presidente del Consejo Directivo del Sodre, el arquitecto Falco, sobre las perspectivas de la obra para este año, pero en su secretaría nos señalaron que el arquitecto prefiere no hacer declaraciones al respecto por el momento, dado que el panorama aún no está claro.

De todas formas, pese a que la obra esta efectivamente parada, el estudio de arquitectos responsable del proyecto considera que a un ritmo "razonable" en dos años se podría terminar con las obras. Todo depende de los rubros de los que se disponga. Incluso, en caso de existir voluntad política, desde un punto vista estrictamente técnico se podría dar fin a las obras antes de fin de año.

JI - En este sentido cabe señalar que el presupuesto del Sodre se determina a través de la ley de presupuesto nacional. Para este período de gobierno se estableció que el 20 por ciento de las utilidades líquidas que se obtuvieren en la explotación del casino del Estado ubicado en el Hotel Radisson Victoria Plaza fuera para el Sodre, "con destino a la construcción, equipamiento y mantenimiento de su complejo de espectáculos y para la amortización de las deudas que se haya contraído por los citados conceptos".

EH - Obviamente, la situación del país y de las cuentas fiscales en los últimos años llevó a que estas transferencias que provenían de Rentas Generales quedaran en suspenso y se aplicaran a otras prioridades.

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JI - Se trata de una obra que fue prevista y proyectada para ser llevada adelante en 48 meses, es decir en cuatro años, un plazo que en su momento fue tomado como razonable por todas las empresas constructoras que se presentaron a la licitación. Pero ya llevamos 17 años desde que se llamó a concurso y 14 desde que comenzaron las obras, o sea, por lo menos 10 años de retraso.

EH - Hasta el momento el Estado lleva gastados unos 40 millones de dólares en este nuevo auditorio del Sodre, monto que corresponde a cerca del 70 por ciento del total de la obra, que es lo que se lleva ejecutado.

Por el momento y para sacar algo en limpio, de lo que está terminado ya se puede utilizar la sala Hugo Balzo, que fue inaugurada varias veces, la primera de ellas en 1999, pese a que aún carece de aire acondicionado. Sin embargo, según los proyectistas la sala tiene las características naturales de ventilación que la hacen apta para albergar funciones.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón