La Falta festejó a lo grande
Fueron necesarias cinco horas de espectáculo para repasar los sucesos más trascendentes de la historia de Falta y Resto. La murga nació en Capurro bajo la luna oculta de una madrugada dictatorial, y 30 años después continúa haciendo vibrar a sus adeptos.
En el Teatro de Verano se alternaban pronunciados aplausos con llantos emotivos de unos 5.000 espectadores que acompañaron la velada del sábado por la noche. En el escenario variaban su pasaje unos 150 murguistas con rostro pintado, muchos de los cuales en sus arrugas reflejaban el reto acumulado de la brillantina.
"Tenemos un enamoramiento desde que nació la murga, y el espectáculo envuelve un dejo de nostalgia", dijo el vicepresidente Danilo Astori a Espectador.com apostado en la platea del Ramón Collazo. "La murga siempre fue una perspectiva crítica que a través de sus cantos ayuda a pensar", agregó. El vicemandatario admitió que en el comienzo no imaginaba que la murga le dedicase una actuación.
Desde la esfera política también se hicieron presentes representantes del Frente Amplio: el ministro de Salud, Daniel Olesker, el senador Rafael Michelini, el diputado Alfredo Asti, el presidente de OSE, Martín Ponce de León, entre otros.
La actuación fue variada. Una primera parte con los actuales componentes de Falta y Resto representando el último espectáculo presentado en Argentina. Un breve intervalo para preparar el alma y atenerse a una segunda mitad dedicada a repasar los mejor del conjunto.
Raúl Castro, alma máter de la murga, ofició de presentador y sus versos comprometidos políticamente dejaron en claro el motivó por el cual se lo intituló "Tinta Brava".
Falta y Resto rompió esquemas en la conformación de espectáculos. En 1992 se alza como el primer conjunto en proponer un hilo conductor de la actuación, terminando con la fragmentación de la murga tradicional. Luego, ennobleció las canciones originales y privilegió los coros bien implantados.
Estaban todos, y los que no fueron homenajeados. Tal fue el caso de Washington "Canario" Luna, emblema del Carnaval y voz insignia de Falta y Resto. "Brindis por Pierrot" fue la música elegida. En una pantalla gigante ubicada al fondo del escenario, imágenes del Canario; delante, murguistas de todos los tiempos integraban el coro. Un aplauso espontáneo del público hizo temblar las canteras del Parque Rodó por unos minutos.
José Carbajal, "El Sabalero", fue invitado especial y además de acompañar con su poesía cantada recordó los momentos que vivió junto a la murga en su casa de Ámsterdam, Holanda.
Para culminar la función, Castro entonó el recitado inicial de "El recuerdo" y la murga se despidió entre el público a ritmo de bombo, platillos y redoblante.