Cultura

Expertos del vino eligen al mejor sommelier del mundo

Debe tener un gran conocimiento de vinos, saber cuál de ellos acompaña mejor las comidas, tener un alto sentido del servicio en un restaurante... Eso es un sommelier.


De un total de 48 países en competencia, Inglaterra, con su representante Gerard Basset, ganó el jueves el Concurso Mundial de Sommeliers, reemplazando así al sueco Andreas Larsson, quien ganó en 2007 en Rodas, Grecia.

Sólo tres clasificaron a la gran final: el sueco Paolo Basso, el francés David Biraud y el ganador Basset.

Los europeos son los reyes de la competencia, puesto que han ganado en todas las ocasiones menos una, cuando venció un representante japonés.

La suiza Myriam Broggi-Praz -mejor sommelier de Suiza en 1987 y tercera de Europa en 1994- es parte de los 200 invitados a la competencia, que por segunda vez se realiza en América Latina tras Rio de Janeiro en 1992.

"Hay quienes piensan que un sommelier es sólo quien recomienda un vino en un restaurante, pero es quien además gestiona, administra el stock de las bodegas, marida las bebidas con las comidas y mucho más", explicó a la AFP Broggi-Praz, mientras recorre los campos de una viña chilena, oliendo el aroma de la uva.

"Un sommelier es un experto en todo tipo de bebidas, pero en este concurso se evalúan las habilidades técnicas de cada participante respecto a un análisis sensorial del vino", dice por su parte Martín Durán, aspirante a sommelier.

En el Mundial, que se celebra desde 1983, los concursantes realizan un examen escrito sobre viticultura, bebidas destiladas, cafés, puros y geografía del vino.

En la parte práctica, deben realizar una cata ciega de vinos, corrección de una carta de vinos y realizar un servicio de vino espumoso, descorche y decantación.

En la final -que en esta ocasión se realizó en Santiago- se monta un escenario como un restaurante donde el sommelier debe recomendar a una pareja de clientes el mejor vino según la cena elegida, dando sus argumentos para ello.

Los sommeliers participaron desde comienzo de la semana en conferencias y viajes a las principales viñas ubicadas en la zona centro de Chile, un sector que se vio afectado por el terremoto del pasado 27 de febrero.

Para la industria vitivinícola nacional, el sismo provocó serios daños en el 12,5% de la producción en plena fecha de vendimias, considerando que el 70% de las bodegas chilenas están instaladas en la región afectada, según precisó la privada corporación Vinos de Chile pocos días después del sismo.

En ese contexto, el Concurso de Sommeliers es visto como una oportunidad de relanzar al vino chileno.

"Podremos demostrar que somos capaces, que tras un terremoto pudimos levantarnos como país y organizar este magno evento que convoca a los mejores del mundo cada tres años", dijo el representante chileno, Ricardo Grellet.

"Que Chile haya sido capaz de organizar este concurso inmediatamente después del terremoto indica que el país está en pie y en condiciones de asumir sus compromisos comerciales y de promoción", dijo a la AFP René Merino, presidente de Vinos de Chile.

Para el master sommelier y presidente de la Asociación de Sommeliers de Chile, Héctor Vergara, quienes visitan el país son "los responsables de las decisiones de compra de los más importantes restaurantes del planeta" y es la oportunidad de "mostrarles la alta calidad de nuestros vinos".

"La realización de este concurso en Chile es un valor agregado para la industria del vino nacional, pues nos damos a conocer al mundo a través de estos sommeliers que enseñan y promueven nuestros vinos", expresó a la AFP Matías Ovalle, gerente comercial de la viña Cousiño Macul.

Chile es el noveno productor mundial de vino detrás de Francia, España, Estados Unidos, Australia, Alemania, Portugal, Argentina y Sudáfrica, con una producción de 8,8 millones de hectolitros por año.