Tan poderoso se ha convertido el movimiento para evitar la extradición de Polanski que el presidente francés ha pasado a intervenir. En un sorprendente - algunos dirían vergonzoso- acto de la diplomacia entre bastidores, Nicolas Sarkozy entregó en mano a Barack Obama una carta de Polanski durante la reciente cumbre de Washington.

En ella, el director nacido en Polonia dice que los dos meses que pasó en una cárcel suiza, antes de ser detenido -como ahora- bajo arresto domiciliario en su chalet de lujo en Gstaad, era un castigo suficiente luego de huir de Estados Unidos tras declararse culpable de la violación de una niña de 13 años de edad, en California, hace 33 años.

Este intento extraordinario por influir en las autoridades sigue a una campaña de alto perfil por los amigos del director de 76 años de edad.

Su esposa, la actriz Emmanuelle Seigner, es quien está liderando este movimiento en donde más de 100 estrellas han firmado una petición para su liberación, incluidos los directores Martin Scorsese y Woody Allen (que, casualmente, ha concedido una parte en su nueva película a la esposa del presidente Sarkozy, Carla Bruni).

Incluso la hermana de la fallecida esposa Sharon Tate afirmó que el sexo que tuvo con la adolescente Samantha Geimer fue consensual, pero que Polanski nunca recibiría un juicio justo en Estados Unidos. Sin embargo, el informe oficial señala los hechos de otra manera.

De acuerdo a los documentos, un hombre de 43 años sedujo a una niña 30 años menor que él con la ayuda de una buena dosis de alcohol y droga que habría  mermado en la niña la posibilidad de resistirse a las intenciones de Polanski.

También revela que Polanski efectuó no sólo una, sino una sucesión de asaltos sexuales contra Samantha y que sabía exactamente lo que estaba haciendo.

Hasta ahora los acontecimientos de ese día sólo se han resumido, pero cuando las pruebas se leen en su totalidad se puede explicar por qué las autoridades de California están tan decididos a regresarlo a Estados Unidos.
 
Como revela el informe judicial, Polanski estaba tomando fotos de adolescentes en aquellos años. El director fotografió a la actriz Nastassja Kinski, de 15 años de edad, para la edición francesa de Vogue.

Un amigo le recomendó a Samantha Geimer y el director fue a la casa de la familia de la niña para pedirles autorización para fotografiarla. Les mostró las fotos que había tomado de la hermosa Kinski. Fue en ese momento en que la madre de Samantha hizo hincapié a Polanski sobre la edad que tenía su hija. En otras palabras, él sabía desde el principio que su modelo era menor de edad.

En la primera sesión, Polanski tomó fotos de ella en topless, pero fue poco después, el 10 de marzo de 1977, mantuvo relaciones sexuales con Samantha.

Ese día, dice el informe, "fue a buscar a la víctima a su casa para una segunda sesión de modelaje. La madre se quedó en casa, la víctima iba con el acusado a una residencia de Benedict Canyon. El demandado tomó fotografías de la víctima hasta que se hizo la noche".

Polanski luego se llevó a su joven modelo a la casa de Jack Nicholson. El informe abunda en detalles inquietantes acerca de la conducta predatoria de Polanski por la tarde.

En primer lugar, le dio a la niña varias copas  de champagne y Quaaludes, un tranquilizante de moda en ese entonces, usada como droga recreativa, que afloja las inhibiciones, produce somnolencia y no debe ser tomado con el alcohol.

"Posteriormente, la víctima entró en el jacuzzi, donde el demandado tomó fotografías de desnudos de ella," continúa el informe.

"La víctima indicó a la parte demandada que deseaba salir del jacuzzi porque tenía asma. Posteriormente, la víctima indicó a la parte demandada que deseaba volver a su casa para tomar su medicamento para el asma.

Pero Polanski no reaccionó a las demandas de la niña. "Él me dijo que fuera a la otra habitación y me acostara", recordó Samantha.

El informe continúa: "El acusado entró en el dormitorio donde la víctima estaba descansando y comenzó a besarla". A continuación, precisa que le realizó sexo oral y que Polanski procedió a tener relaciones sexuales con ella.

"Él le preguntó si ella estaba usando píldoras anticonceptivas y, además, la interrogó sobre el tiempo de su última menstruación ", dice el informe.  

Ni siquiera la llegada de Anjelica Huston, la novia de Jack Nicholson en su momento, puso fin a los asaltos. El informe recuerda que Huston no era feliz al ver que Polanski estaba en la casa sin su permiso, por lo que ella trató de hablar con él.

Huston entró en la residencia, llamando a la puerta de la habitación y diciendo: "Roman, ¿estás ahí?".

"El acusado se dirigió a la puerta, habló brevemente con la señorita Huston, y luego regresó a la víctima y volvió a tener relaciones sexuales."

Más tarde, continúa el informe, "salieron los dos de la habitación, habló con la señorita Huston por un rato, y luego regresó a la casa de la víctima".

Anjelica Huston ha dicho desde entonces que ella creía que Samantha, por su aspecto, era mayor de edad.

Esa noche, Samantha contó su historia a su novio de 17 años de edad que había ido a verla. Su madre escuchó la conversación y llamó a la policía. Polanski no tenía defensa. La niña fue llevada a un hospital local, donde un examen médico estableció sin lugar a dudas que había tenido relaciones sexuales.

Polanski fue arrestado y enfrentó graves acusaciones que podrían haber dado lugar a una sentencia de cárcel de 50 años, pero a mediados de marzo estaba libre bajo fianza y el juicio se fijó para el 8 de agosto.

Polanski llegó a un acuerdo con la corte para que lo liberaran de algunos cargos a cambio de declararse culpable de haber tenido relaciones sexuales ilícitas con un menor. Cuando debía comenzar el juicio, se fugó.

El resto de la historia es conocida.

Esta semana, la campaña se vio mermada por las acusaciones de la actriz Charlotte Lewis, quien afirmó que Polanski había "abusado sexualmente" de ella en 1983, cuando ella tenía sólo 16 años.  Lewis, que está ayudando a los fiscales de Los Angeles, alega que el director le dijo: "Tengo que dormir con cada actriz que trabajo".

Los partidarios de Polanski han desestimado la historia de Lewis por irrelevante, pero junto con el caso de Samantha Geimer muchos creen que estas últimas acusaciones sugieren un preocupante patrón de comportamiento del artista relacionado con la bebida, las adolescentes y el sexo.