"El dibujo emprendió una vida propia, alrededor de todo el mundo. Se convirtió en una suerte de icono y a mí me dio la misma condición, sin que yo lo quisiera", dijo Westergaard, de 75 años, a la prensa en Copenhague en la presentación de su nueva autobiografía.

"Mi vida está marcada por la angustia, aunque tengo protección", afirmó.

El danés dibujó en particular la caricatura más criticada de Mahoma, donde el profeta aparece representado con la cabeza cubierta por un turbante en forma de una bomba con la mecha encendida.

El dibujo formaba parte de doce caricaturas de Mahoma publicadas en septiembre de 2005 por Jyllands-Posten, el mayor diario danés, que a comienzos de 2006 provocó una ola de protestas contra Dinamarca en el mundo musulmán.

El 1 de enero pasado, Westergaard fue víctima de un intento de asesinato cuando un somalí trató de matarlo en su casa cerca de Aarhus, y sólo pudo salvarse cuando se refugió en su sala de baño que tenía una puerta blindada.

Desde entonces el dibujante sigue circulando libremente, pero bajo estrecha protección policial.