"Teníamos celos de los Beatles, pero también nos inspiraron"
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En una entrevista publicada en España, Keith Richards habló largo y tendido sobre The Beatles, sus eternos competidores. "Ellos venían de Liverpool y nosotros los mirábamos despectivamente desde nuestro origen londinense", afirmó el guitarrista de The Rolling Stones.
El periodista Jesús Ruiz Mantilla del diario El País de Madrid entrevistó en Francia al guitarrista por el lanzamiento de la biografía "Life". Parte de la conversación está dedicada a The Beatles en donde Richards reconoce su admiración por el grupo. Aquí ese fragmento de la entrevista.
-Ustedes, lo que siempre quisieron ser fue millonarios. Nada de cambiar el mundo, como los Beatles.
-¿Y quién no? ¿Quién no quiere ser millonario? Nuestra dimensión se salió de madre muy rápidamente. Y nos dimos cuenta de que merecía la pena disponer de dinero para crecer. Cinco chicos que se meten en un negocio que aumenta y aumenta. Te planteas qué hacer con él, cómo invertirlo para superar tus propias barreras. El dinero tiene sus ventajas y sus desventajas. No te diría que podría vivir sin ello. No lo pienso, sencillamente. Soy un tipo generoso, si alguien me pide algo, lo presto sin pensar cuándo me lo va a devolver.
-En el libro, aparecen constantemente The Beatles. No sé si es algo consciente o inconsciente. Esas comparaciones, para usted, ¿qué significan?
-Desde nuestro punto de vista, todo era muy obvio. Cuando los escuchamos tocar en clubes antes de que se convirtieran en un fenómeno, para nosotros estaba claro algo: nos aliviaba saber que éramos la única banda inglesa que hacía cosas distintas. Sentimos también una afinidad por ellos. Aunque vinieran de Liverpool, y nosotros los miráramos despectivamente desde nuestro origen londinense.
-¿Como si fueran unos pueblerinos del Norte?
-Sí, pero eso también nos sirvió de aliciente. En el sentido de que veíamos que si unos chicos de Liverpool podían hacerlo, ¿cómo no íbamos a ser capaces nosotros, que vivíamos en Londres? Si ellos habían grabado un disco, ¿cómo nosotros no íbamos a conseguirlo? Meternos en un estudio y disfrutar de la oportunidad de explorar, trabajar y transformar lo que tocábamos en un disco. Grabar era el mayor deseo de cualquier banda. Sentíamos celos, pero también nos inspiraron.
-¿Qué aportaron ustedes a esa revolución moral y de las costumbres en los 60 con respecto a ellos?
-Para empezar, había una cuestión de imagen. Ellos aparecían con sus trajecillos, sus corbatas, repeinados, muy limpios. En Londres, nos propusimos ser más auténticos. Durante algunas semanas, intentamos lo de los trajes. Pero fue un fracaso: los perdíamos, los dejábamos por ahí. En cierto sentido, todo se convirtió en una especie de película del Oeste. Los Beatles eran los buenos? Pero, ¿qué sentido tiene que existan si no aparecen los malos?
-Quizás ustedes iban más allá a la hora de describir cierta desesperación en canciones, como "Mother's Little Helper", "Paint it Black" o "Satisfaction". "Sympathy for the Devil" tenía una clara intención de socavar la moral imperante...
-Queríamos provocar, destruir clichés y colocar el espejo real enfrente de la sociedad con canciones así. En los 60, ocurrían muchas cosas, debíamos reflejar un estado de ánimo, más en nuestro país. Veíamos que París experimentaba la locura, había energía por todos lados, pero sin dirección concreta, que nosotros utilizábamos para canciones, como "Street Fighting Man". ¿Cuál es el papel de un artista, aparte de reflejar lo que ocurre a su alrededor? Captar visiones, sentimientos? Es lo que han hecho toda la vida?.