En un momento del show Michael Bublé  se acercó al público y una mujer que estaba presenciando el show comenzó a hablarle. El cantante le prestó atención. La señora le explicó que su hijo de 15 años era un gran admirador de él y de su música. Michael, siguió el juego e hizo subir al joven al escenario.

Bublé comenzó a cantar "Feeling Good", uno de sus éxitos y le puso el micrófono al joven de 15 años llamado Sam, para que siguiera cantando la canción. El muchacho entonó a la perfección y Bublé estalló de alegría y alzó a Sam en sus brazos.

Finalmente cantaron la canción a dúo.

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