A instancias del diputado nacionalista Daniel López Villalba, se está reuniendo la documentación necesaria para acreditar que la popular artista era canaria de nacimiento, y que en 1972 realizó una visita en secreto a San Ramón.

En ese año, ella estaba residiendo en Uruguay por temas políticos -según algunos testimonios- y efectuó una recorrida por San Ramón acompañada por el soldado Haroldo Avogadro, del Grupo de Artillería No. 4  que fue designado para acompañarla.

En esa visita, Tita Merello  pasó por la casa donde vivió de niña, retiró su fe bautismal, e incluso preguntó a algunos viejos vecinos por dos personas que habían sido compañeros de escuela en aquellos años.

 Avogadro, en diálogo con El Espectador, la recordó como una mujer "muy sencilla" y de "perfil bajo", y relató que
"veníamos en el trayecto de entrar a San Ramón y me dijo a qué venía, a buscar la fe de bautismo, porque ella había nacido acá y se había bautizado acá. Cuando llegamos a la entrada de San Ramón, ella miró y se sorprendió, y dijo 'ay, por acá me fui yo, pero ¿sabe qué era esto?, a esto le llamaban el Camino Real".

Todo San Ramón estuvo pendiente de su presencia ese día, en el que incluso estuvo en la cafetería del club "Centro Unión".

Ella misma pidió aquel día discreción a quienes la acopañaron pues temía que el Gobierno argentino le retirara una pensión con la que contaba.

De acuerdo con los testimonios recogidos por El Espectador, Tita Merello, nacida en un hogar muy pobre e inscripta sólo por su madre con el apellido Meirelles, vino con 9 años a Montevideo a trabajar de doméstica. Tres años después se embarcó junto a su madre rumbo a Buenos Aires.