El miércoles, al caer la tarde, estuve en el Cabildo de Montevideo, donde se inauguraba un ciclo de conciertos con motivo de las celebraciones del "Bicentenario".

El recital de ese día estaba a cargo del contratenor (*) Leandro Marziotte y el Ensamble Barroco de Montevideo.

¿Ustedes habían escuchado a Leandro Marziotte?

Es un joven cantante uruguayo –tiene apenas 26 años– absolutamente deslumbrante.

Pese a su corta edad, ya tiene una trayectoria importante y una agenda muy cargada de presentaciones en Europa y en América Latina.

Es oriundo de Salto. Inició sus estudios en 2003 en la Escuela Universitaria de Música.

En 2007 el público uruguayo pudo descubrirlo cuando participó como solista en un programa dedicado a Bach. Ese mismo año interpretó el papel de la hechicera en la Opera "Dido y Eneas", de Purcell, y luego fue el paje en "Rigoletto", de Verdi.

Después de aquellas actuaciones, apoyado por el Fondo Nacional de Música viajó a Francia, donde continuó sus estudios en el Conservatorio Regional y la Universidad de Estrasburgo. Allí obtuvo la Licenciatura en interpretación musical y el diploma en canto que fue aprobado con una mención especial, por unanimidad, y felicitaciones del jurado.

Yo tenía comentarios sobre sus condiciones pero nunca lo había escuchado en vivo.

Bueno, en realidad sí, brevemente, una vez: a fin de febrero, en su Salto natal. Ocurrió durante el casamiento de Javier Castro, el jefe de Producción de En Perspectiva, en la Parroquia Don Bosco. Sobre el final de la ceremonia, sorpresivamente, un muchacho de barba y pelo largo que se encontraba sentado en la primera fila y parecía un invitado más, se puso de pie y se lanzó a cantar, a capella, el Ave María. La solvencia de su voz, su calidez y su sonrisa permanente nos estremecieron a todos.

Esta semana, el recital del Cabildo fue una ocasión ideal para conocerlo más a fondo.

Por la sala del primer piso donde tuvo lugar: un ambiente relativamente pequeño con una acústica muy buena que yo no recordaba. Por el repertorio, que incluía a Pergolesi y Vivaldi, entre otros.  Y por el desempeño del Ensamble Barroco, integrado en esa ocasión por Clara Kruk y Gastón Gerónimo (violines), Juan Cannavó (viola), Rodrigo Riera (violonchelo) y Cristina García Banegas (órgano).

Pero además de la calidad de la música que sonó esa tarde, me dejó muy entusiasmado el encuentro en sí, por varias razones. Una puesta en escena sobria pero efectiva. El Cabildo en sí; hacía tiempo que yo no lo visitaba. El público: yo llegué a hora fijada para el comienzo (las 19.00) y me encontré con la sala ya desbordada por unas doscientas personas; a mí me tocó quedarme de pie buena parte del espectáculo, como muchos otros, que al final aplaudieron entusiasmados. El momento: la caída de la tarde; al comienzo todavía era de día, se acababan de encender las luces de la Plaza Constitución, las ventanas de la sala estaban abiertas de par en par para que circulara un poco de brisa en una jornada que todavía se presentaba muy calurosa.

Realmente, una experiencia muy reconfortante, a partir de la cual quiero dejar algunas recomendaciones:
·    Va a estar unos pocos días más en Uruguay. La semana que viene vuelve a sus viajes. Pero cuando se enteren de una nueva presentación de Leandro Marziotte, no se lo pierdan.
·    Por lo visto vale la pena este ciclo que irá todos los miércoles al atardecer: "Música en el Cabildo, Recitales de Otoño", donde estarán solistas destacados de nuestro país. Según leía en la prensa, el Departamento de Cultura de la Intendencia ha organizado esta serie de actividades que irán todo el otoño y donde la música que se escuchaba en la ciudad colonial ahora será interpretada por jóvenes músicos uruguayos, con entrada gratuita.

Tantas veces nuestras notas de opinión, aquí En Perspectiva, van por el lado de la crítica. Tantas veces esas objeciones se han centrado en la Intendencia de Montevideo.

En este caso, quiero saludar especialmente esta iniciativa.

Ah...Y a la salida me encontré con otro espectáculo, cómo lucía la Plaza Constitución, totalmente iluminada y en particular cómo se destacaba la fuente de la plaza con sus focos propios. Todo el entorno se mostraba bien aquella noche: el Club Uruguay, los restoranes sobre la plaza, la catedral, los edificios públicos... Algunos vecinos de la zona me comentaban luego que todavía hay allí asuntos pendientes: el agua de la fuente y la iluminación de la catedral, entre otros. Es cierto. Pero se nota que se han hecho avances importantes para que ese lugar se acerque a la imagen que Montevideo debería dar como destino turístico.


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(*) Contratenor es el cantante adulto que canta en el registro vocal masculino más agudo. La escala de voces masculinas tiene cuatro registros: contratenor, tenor, barítono y bajo.