Michael Collings subió al escenario del programa "Britain's Got Talent" con una sudadera con capucha de color naranja provocando al ironía de Amanda Holden, integrante del jurado. El muchacho, tímidamente dijo que sería algo con clase cantar frente a la Reina, pero que su sueño pasaba por ser un cantante famoso en todo el mundo.

Luego siguieron bromas del lugar donde vive: un parque de casas rodantes. "El lugar donde vivo es elegante, se precisa tarjeta para entrar", señaló. Michael McIntyre, otro de los jurados, bromeó: "Creo que la diferencia entre Michael y una gitana es la tarjeta de acceso".

Las bromas acabaron cuando el muchacho comenzó a cantar su versión de "Fast Car", el clásico de Tracy Champan. Una bellísima y particular interpretación motivó una ovación del público y elogios del jurado.