Harriet Korn es una abogada madura, pasada de peso, cínica y reacia a los abrazos, pero, al ser interpretada por la ganadora del Oscar, Kathy Bates, la convierte en la nueva protagonista de una serie de TV para seguirle el paso.

De acuerdo a las críticas, Bates ofrece una interpretación poderosa y emotiva como protagonista de una serie de TV.

Como ya es un sello en David E. Kelly, en sus series suceden cosas extrañas. En este caso, a Harriet Korn le cae del cielo un chico negro que intentaba suicidarse y poco después es golpeada por un auto, pero viene a caer en un colchón que era bajado de una camioneta.

Su médico no ve la lógica en estos hechos, pero le dan un giro a la vida de esta abogada de patentes, quien se establece en un barrio peligroso para convertirse en una abogada penalista.

Su primer caso será defender al chico suicida, quien se enfrenta a tres años de cárcel por comprar cocaína, y su nuevo socio será precisamente el hombre que la atropelló. Vaya manera de unir las piezas, pero, dicho de nuevo, se trata de un escritor al que la lógica y la razón no lo detienen.

Gracias a Bates, Harry es maravillosa en sus alegatos en la corte al enfrentar a los pillos que rondan su nuevo barrio y al encontrarse con la madre de su defendido, quien tiene poquísimas esperanzas de ser declarado inocente.