Cultura

Jane Fonda, adicta al sexo

Jane Fonda, adicta al sexo

Jane Fonda dijo en una entrevista al diario Daily Telegraph que usa testosterona desde hace tres años para mejorar sus relaciones sexuales. "Supone una enorme diferencia", afirma. Habla sin tapujos de la masturbación, los juguetes sexuales o la Viagra, y añade: "Lamentablemente existe un tabú cultural. Se piensa que cuando se pasa cierta edad no se tiene sexo. Ocurre lo contrario".

"Si no has tenido sexo durante un tiempo y comienzas un romance, ten por seguro que tu vagina necesitará cierta atención", afirmó Fonda, quien a los 73 años acaba de publicar un libro titulado "Prime Time", dirigido a la tercera edad, con consejos sobre belleza y sexo. "Porque podemos aprovechar al máximo esos años", asegura.

"Prime Time" no es el único libro sobre Jane Fonda. El otro volumen, escrito por Patricia Bosworth, se titula precisamente como la actriz, "Jane Fonda". La vida privada de una mujer pública, biografía autorizada que se publicará en Estados Unidos estos próximos días.

La escritora ha entrevistado a personas cruciales en su vida, algunas ya desaparecidas, como Sidney Lumet, Arthur Penn o Sidney Pollack. Entre todas tejen el retrato de una mujer comprometida con causas que cree justas, activista más que intérprete y con numerosas inseguridades tras su escultural belleza.

Fonda habló durante cinco días en 2003, y admitió que un hecho marcó su vida: el suicidio de su madre, Frances, en 1970. Esta llamó a su hija, pidiendo ayuda, momentos antes de matarse. Aquella noche, tras enterarse de la muerte, su padre, Henry Fonda, con una frialdad pasmosa, se subió al escenario en una obra de Broadway. Desde entonces, Henry, fallecido en 1982, sería una sombra constante que marca aún hoy la vida de su hija.

"Sigo pensando si lo que hago sería de su agrado", admite. "Después del suicidio, Henry, siempre perfeccionista, se convirtió en alguien aún más lejano, refugiado en su trabajo y tres matrimonios posteriores; cada mujer parecía más joven que la anterior", escribe Bosworth.

Fonda se casó con Roger Vadim, Tom Hayden y Ted Turner. Con el primero hizo cine. Con el segundo visitó Vietnam y fue estandarte antibélico, de ahí el apodo Hanoi Jane. Con el tercero estuvo cómoda en su papel de trofeo hasta el divorcio, en 2001. "Ted necesita compañía a todas horas", confiesa la actriz a la escritora. "Es absolutamente agotador, no se puede mantener su ritmo. Su energía, tan nerviosa, se puede cortar en el aire".

Fonda se sigue considerando "una activista social". Después de la causa de Vietnam ha defendido el feminismo, el ecologismo y los derechos de los nativos americanos. Ha visitado Gaza, protestado por la ocupación israelí, y criticado guerras como la de Irak. Lo único que ha cambiado con los años es la intensidad con que defiende esas convicciones. Hoy se define como más sosegada.