Cultura

Primera exhibición de la película "Whisky"

Este miércoles se exhibió por primera vez la película uruguaya "Whisky", de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll. Este jueves habrá una función reservada (por invitación) y el 6 de agosto se estrenará a nivel general.

"Whisky", de aproximadamente una hora y media de duración, trata sobre un hombre judío de unos 60 años que debe recibir a su hermano que viene de Brasil, que es como el clon de él pero exitoso y con más plata. El hombre de 60 años quiere hacerle creer a su hermano que tiene una esposa y una vida "normal" y, entonces, le pide a una empleada de su fábrica que se haga pasar por su esposa durante unos días.

Se titula "Whisky" porque casi el único momento en el que se sonríe en la película es cuando se van a sacar una foto y les dicen que miren la cámara y digan whisky.

Los directores de "Whisky" tienen 30 invitaciones para llevar la película a diferentes festivales. En julio irán a República Checa, en agosto a Perú, en setiembre a San Sebastián, en octubre a Tokio, en noviembre a Grecia y en enero a Estados Unidos.

Rebella y Stoll contaron en conferencia de prensa que la primera idea para esta película había quedado archivada en una computadora. "(Luego) hicimos ‘25 watts’, le fue bien a ‘25 watts’. Y nosotros, que llegamos al mundo del cine medio como de casualidad y a lo de los festivales muy de golpe, nos enfrentamos a un asunto que parece que era muy lógico: cuál es su próximo proyecto. Y nosotros no teníamos idea que había que tener un próximo proyecto", contó uno de los directores. Entonces volvió sobre el tapete esa idea que tenían archivada y cuando les dijeron que estaba buena, arrancaron con todo.

Los directores contaron que tuvieron que enfrentarse "a un mundo rarísimo". "Era hablar de gente mucho mayor que nosotros y buscarle la vuelta para que esta historia, que era una historia que habíamos visto mil veces en mil películas, que es que alguien se hace pasar por la mujer de otro, tuviera algo nuevo o más interesante", comentaron.

Pero llegó un punto en que se empezaron a dar cuenta que los personajes, pese a su edad, tenían –de alguna manera– bastante que ver con ellos y con sus vidas.