Cultura

Steve Jobs tuvo la esperanza de curarse hasta el final

Steve Jobs tuvo la esperanza de curarse hasta el final

Walter Isaacson, autor de la biografía de Steve Jobs reconoció que terminó admirando a su entrevistado, luego de más de 40 conversaciones privadas con él. El escritor también habló sobre el mal humor de Jobs y que "nunca quiso pedir perdón a los colegas" por sus enfados pues lo que buscaba era la perfección.

"Su prioridad era tener y gestionar el mejor equipo en Apple. Y eso requiere ser un jefe duro a veces", afirma  Isaacson . "Lo he visto enfadarse... Pero lo hacía por su pasión por la perfección", dice el autor del libro..

"Era una persona muy reservada y no se sentía cómodo hablando de sí mismo. Al principio, estaba muy incómodo también conmigo. Después se fue abriendo", dice el biógrafo "Tuvo la esperanza de curarse hasta el final. Siempre la conservó", cuenta Isaacson, quien vio por última vez a Jobs cuando estaba demasiado débil como para bajar las escaleras de su casa en California.

Los últimos meses de su vida, Job los aprovechó para pasarlo junto a su familia. "Se sentaba con sus hijos en la mesa y charlaba con ellos y con su mujer. Le gustaba ir de excursión en barco, hizo alguna por el Mediterráneo", dice el biógrafo.

"Se consideraba un visionario, una persona capaz de unir arte y tecnología. Creía que tenía la capacidad de inspirar a la gente para que creyera que podían hacer posible lo imposible", dice Isaacson.

Jobs siguió trabajando, aunque fuera a distancia, hasta poco antes de su muerte. Un sistema de televisión tan fácil de usar como un iPhone o un iPad, sincronizado con todos los dispositivos mediante la nube y con el sello de Apple detrás. iTV fue el último proyecto en el que Jobs trabajó, según le confesó a Isaacson en una de sus últimas entrevistas.

Su vida estaba rodeada de sus inventos y los usaba como cualquier otro mortal. "Su iPhone estaba lleno de música de Bob Dylan y los Beatles... En el iPad tenía 'Toy Story', su favorita", cuenta Isaacson.