"La filosofía recuerda que no todo en la vida es economía"
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El filósofo alemán Rüdiger Safranski sabe que la crisis financiera que afecta a buena parte del mundo, y en especial a Europa, lleva a ver casi todo cuanto sucede desde un punto de vista económico, pero la filosofía "nos recuerda que la vida es más que la economía financiera".
"La filosofía abre la ventana a una realidad más profunda que la económica", decía hoy Safranski en un encuentro que mantuvo con la prensa en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que este año tiene a Alemania como país invitado de honor y en la que mañana el filósofo alemán disertará sobre "el enigma del mal".
Experto en Schopenhauer, Heidegger y Nietzsche, Safranski se siente muy a gusto en México, un país que ya conocía y en el que cada vez que viene comprueba el interés que suscitan los filósofos sobre los que él ha trabajado, pese a que son "personajes algo sombríos, oscuros" y que conducen a "un cierto abismo".
Por eso no le sorprendió que su libro "El mal o el drama de la libertad", publicado por Tusquets, como la mayoría de la obra de este pensador, resultara "sumamente atractivo" en Latinoamérica. Lo que no sabe es si hubiera tenido el mismo éxito de tratarse de un libro sobre el bien, bromeó Safranski.
Ahora acaba de publicar en México "Goethe y Schiller. Historia de una amistad", que forma parte de una trilogía con la que él trata de "iluminar lo que es la cultura alemana". Con estos dos personajes, afirmó hoy, "uno puede llegar al corazón de la cultura alemana" porque son "dos puntales" de lo que en 1800 se llamaba romanticismo o idealismo.
Safranski, de 66 años, tiene "la impresión" de que en México y, en general, en Latinoamérica, existe una comprensión muy profunda del romanticismo, y así lo cree no solo porque sus libros "tengan éxito", sino porque también lo tuvieron en Alemania todos los del "boom" latinoamericano.
"En Alemania la literatura latinoamericana de esos años se entendía como romántica, y el realismo mágico forma parte del romanticismo. En Alemania también existió esa combinación entre lo fantástico y lo realista", dijo este pensador, algunos de cuyos libros, como "Schiller o la invención del idealismo alemán", figuraron en la lista de los más vendidos en su país.
"Sí existe este puente entre Alemania y Latinoamérica", aseguró Safranski, quien "muchas veces" se sorprende de "lo vivo que está Nietzsche en la escena filosófica de Latinoamérica".
Y Nietzsche "representa esa combinación fascinante entre lo racional y lo irracional", subrayó este pensador que, junto al también filósofo Peter Sloterdijk, modera el programa de televisión "El cuarteto filosófico".
Sloterdijk es, precisamente, el filósofo alemán actual que, en opinión de Safranski, "es más estimulante y productivo". Es su amigo, pero si no lo fuera, diría lo mismo de ese hombre que "ha despertado un nuevo tono en la filosofía. Su último libro, "Tienes que cambiar tu vida", "lleva un nuevo toque existencial a la filosofía".
La repercusión de las obras de Sloterdijk "es importante", según Safranski, porque "la filosofía tiene que ser cultivada en la universidad, pero también debe traspasar esa frontera".
Por algo la filosofía "reflexiona sobre las cosas más importantes de la vida": la muerte, la amistad, el amor o la finitud. "No solo debe ser cultivada como disciplina académica", señaló Safranski.
Frente al predominio de la economía y de la ciencia en el mundo actual, la filosofía "abre ventanas" y sirve para "salir de contextos ideológicos estrechos".
Desde que el pensador alemán publicó en 2004 su libro "¿Cuánta globalización podemos soportar?", han pasado "muchas cosas" y la globalización se ha incrementado y "hay enormes problemas con ella".
No se trata de rechazar ese proceso, que por otra parte parece inevitable. Pero "mientras más fuerte sea el relanzamiento internacional, más importante es que cada individuo tenga sus referencias y sepa a dónde pertenece", añadió Safranski.
"Hay que evitar perder la identidad", aconsejó el filósofo alemán, una de las "estrellas" de la XXV edición de la Feria del Libro de Guadalajara.
Fuente: EFE