Entrevistas

A 150 años de la fundación de Nueva Helvecia, En Perspectiva recuerda la inmigración suiza, pilar para la formación de esta ciudad

A 150 años de la fundación de Nueva Helvecia, En Perspectiva recuerda la inmigración suiza, pilar para la formación de esta ciudad

Ciento cincuenta años atrás, un grupo de inmigrantes suizos llegó a Uruguay y estableció aquí una colonia agrícola. Esto tuvo lugar en 1852 pero recién se consolidó en 1862, cuando un grupo mayor de habitantes de este país se radicó en Uruguay y fundó la localidad de Nueva Helvecia, en Colonia. Hoy en día se trata de una zona dedicada fuertemente a la lechería y la granja. Para conocer más sobre esta inmigración, En Perspectiva se trasladó hasta Nueva Helvecia y conversó, junto a Carlos Maggi, Matilde Rodríguez Larreta, Juan Grompone y Rosario Castellanos, con el profesor, escritor e historiador Omar Moreira.


(emitido a las 8.34 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Uruguay es un país de inmigrantes." Esta es una idea que en general todos compartimos. La historia del Uruguay está muy emparentada con la llegada de extranjeros que de la colonia en adelante vinieron a este territorio buscando su lugar en el mundo. Pero cuando pensamos en la inmigración que vino, sobre todo la que vino de Europa, ¿cuántos pensamos en Suiza como origen de esos inmigrantes?

(Música.)

EC - En esta zona del país, hace 150 años, un grupo de inmigrantes llegó de Suiza para establecer aquí una colonia agrícola. La instalación de las primeras familias comenzó a registrarse ya hacia fines de 1858, pero fue el 25 de abril de 1862 cuando un importante contingente de suizos llegó hasta aquí, por lo que desde entonces se fijó ese día como fecha oficial de la fundación de la localidad de Nueva Helvecia. Con los años, esa inmigración termina por darle a esta zona la característica productiva que hoy tiene: una zona donde predomina de manera fuerte la lechería, la granja.

Les proponemos conocer cómo se produjo esta inmigración suiza hasta aquí, por qué eligieron este lugar y cómo fue que, con el tiempo, difundieron su cultura lechera en toda la región.

Para eso vamos a conversar, además de con los integrantes de la Tertulia, con el profesor Omar Moreira, que en realidad no es de acá, viene de Durazno.

OMAR MOREIRA:
Vengo de Punta del Cordobés, de Durazno, en campaña, también Treinta y Tres, lo que hoy es Cerro Chato, lo que hoy es Aratirí.

EC - De todos modos se radicó en Nueva Helvecia hace más de 50 años.

OM - En el 59.

EC - Es docente de Literatura, fue director del liceo de Colonia Valdense Daniel Armand Ugon, y es autor además de varios libros dedicados a explorar en la historia y las características de esta región.

Comencemos hablando de aquel movimiento migratorio que llegó a esta zona. La fecha simbólica es el 25 de abril de 1862. En ese momento en aquellos días llegó el contingente más importante, pero en realidad habían comenzado a arribar varios años antes. ¿Por qué? ¿Qué motivó a un grupo de familias suizas (aunque también hubo de otros orígenes) a viajar más de 11.000 kilómetros hasta acá?

OM - Creo que hay motivos de los dos lados, de Europa y de América. Se había terminado la Guerra Grande y esto era un páramo. Hay que ver las crónicas para ver que el país se nos iba, y las cabezas más lúcidas y pudientes de aquel momento forman la Sociedad Agrícola de Rosario, había que meter la agricultura. Y traen la agricultura. Y además es simbólico que se le llame a ese núcleo primero La Paz y al arroyito y el puerto Concordia; lo que querían los orientales.

EC - Estamos hablando de la Compañía Agrícola del Rosario Oriental, que lideraba un personaje legendario, don Doroteo García.

OM - Don Doroteo García.

EC - No estaba solo, eran 36 accionistas, habían fundado esta empresa en 1857, tenían 2.400 hectáreas, aproximadamente, y lo que querían era civilizar el campo uruguayo.

OM - Por la agricultura, pero además en unas tierras que ya habían sido reclutadas y que Artigas había repartido, y después a seis agraciados y un séptimo en la tierra de [...]. Al fracasar eso, Nicolás Herrera se lo vende a Jackson, un hombre intocable, y ahí empieza, le compran a Jackson los Ramírez, Quevedo y otros, y fraccionan una parte, la que primero ocupan los piamonteses valdenses, que vienen por acoso de Florida para acá.

EC - Porque esos inmigrantes de origen italiano valdense habían ido a parar primero a Florida, pero no los recibieron bien.

OM - No los recibieron bien; se lamentan hasta hoy. Los valdenses eran perseguidos, pero todos los montañeses eran perseguidos por el hambre, porque empezaba la industrialización y esa gente, como no podía entrar en Estados Unidos por la Guerra de Secesión, se viene al Río de la Plata.

CARLOS MAGGI:
Omar, no olvides que en ese momento no había alambrados, las vacas eran como son las palomas ahora, del que las agarraba. Eso dificultaba muchísimo la propiedad, porque había propiedad de la tierra y no había propiedad de las vacas.

OM - De alguna manera ahí empieza el verdadero afincamiento, echar raíces, el agricultor las echa.

EC - Él por eso se va a buscar a estos inmigrantes a distintos lugares de Europa, en particular a Suiza, para que traigan su cultura agrícola.

OM - Andaban buscando traer para acá, y vienen los suizos. Una casa bancaria que corrió su aventura, que se llamaba la Casa Bancaria Suiza, trae a toda esta gente. Vienen desamparados, y vienen algunos no deseables para allá, pero acá muy deseables, iniciaron otra vida, formidable. Esto es una creación de muchas fuerzas, y si le llegamos a decir Colonia Suiza yo me siento de Colonia Suiza, no soy suizo, pero me siento dentro de esa variedad, de esa colectividad, de esas [...] de distintos lugares que están bajo una bandera neutral en Europa, y aquí por eso, en mi manera de ver –no van a coincidir otros–, se insiste en la Colonia Suiza. Pero estaban los alsacianos, que a los ocho años pasan a ser alemanes. Terrible. Y los alemanes que pasan a ser imperio. Entonces de alguna manera esa bandera empezaba a articular una sociedad.

EC - Los que vinieron hablaban distintos idiomas, alemán, francés, italiano, y profesaban distintas religiones, había católicos y protestantes.

OM - Pero antes también habían venido sistemáticamente los saboyanos, es la misma zona montañesa, que valoraban en primer lugar la tierra negra. Ellos tenían un puñadito de tierra y la llevaban en canastos para arriba, entonces valoraban la tierra negra, valoraban el clima, todavía venían pensando en la nieve, y si ustedes ven, las viejas construcciones se encuñan para que se vaya la nieve.

EC - Se mantiene la arquitectura de Suiza en particular con los techos a dos aguas, muy pronunciada.

OM - Algo queda, y es formidable que siga existiendo para recoger esas raíces, pero proyectarnos. Y esto es en lo que yo insisto, proyectarnos a futuro, tenemos que pensarlo.

EC – Rosario en este momento está en la plaza principal de Nueva Helvecia frente al Monumento a los Fundadores, que es todo un tema acá.

ROSARIO CASTELLANOS:
Para empezar, porque debe ser de las pocas ciudades del interior que no tienen a Artigas o a alguno de los héroes nacionales en el centro de la plaza. En este caso la plaza principal homenajea a los fundadores. El monumento se llama "El surco", es del escultor italiano Arístides Bassi y fue inaugurado en el año 1944 a propósito del cincuentenario de la declaración de pueblo de Nueva Helvecia.

Llama la atención no solamente el hecho en sí de que son dos hombres muy potentes, muy fuertes en su conformación física, que arrastran un arado, lo cual ya de por sí parece un sinsentido porque se sabe que el arado lo puede arrastrar una bestia, pero es un monumento que significa el esfuerzo, que es una de las características de esos primeros colonos que basados en el esfuerzo fueron instalando todo lo que tiene que ver con el trabajo y lo que aquí se implantó. Es realmente muy interesante, y no menos interesante es la anécdota que circula con relación a la forma como fue inaugurado, muy poco oficial si se quiere.

Parece que durante mucho tiempo, como estábamos en plena segunda guerra mundial y aquí también había tensiones entre quienes tenían sus simpatías por los aliados y quienes las tenían por los alemanes, se decidió que no era momento para inaugurar el monumento y estuvo cubierto por una lona, hasta que un grupo de jóvenes decidió que no tenía sentido y una noche hicieron una especie de acto de rebeldía, cortaron la lona, lo descubrieron y terminaron presos por la rotura de la lona, aunque nunca más la repusieron. Es parte del folclore, de las leyendas de este lugar. Pero sobre todas las cosas, es un muy buen monumento, una muy buena escultura, que preside una plaza que lamentablemente no se pudo terminar de acondicionar para esta fiesta. Es una plaza muy importante, como todas las plazas, un centro que reúne muchas de las actividades de Nueva Helvecia.

EC - Profesor Moreira, ¿algún comentario adicional sobre el simbolismo de ese monumento?

OM - Indudablemente representa... ese que trabaja, que está agachando la cabeza, para mí es el dios Jano, es decir, mira ese pasado y mira el trabajo, lo que se ha hecho, y el otro mira el porvenir. Es una simbología que no debemos perder. Pero sería interesante con respecto a ese monumento, en una plaza formidable, diagramada por el arquitecto Luis Mazzini, un señor que trajo el secretario de la Intendencia, Luis Hierro Gambardella. Si lo comparamos con el monumento de los valdenses en La Paz, es un labrador con una pala, pero los bajorrelieves son religiosos, ya ahí encontramos una enorme diferencia. Creo que esta Colonia Suiza-Nueva Helvecia con la piamontesa Valdense... vean ustedes qué audacia de Armand Ugon, hacer poner a una ciudad Valdense.

EC - Armand Ugon, otra leyenda, otro personaje. ¿Quién era Armand Ugon?

OM - La Colonia Suiza sin la Colonia Valdense no habría sido casi nada, me parece, era la cabeza en cierto modo, pensaba, y pensaba mucho con alguna gente de acá. Y funda en 1888 el primer liceo como liceo; sé que Salto tenía antes el Politécnico, pero era Politécnico. Además lo funda con un sentido religioso, en principio para la Facultad de Teología de Buenos Aires, en medio del campo, no tiene nada.

EC - El pastor Armand Ugon, autor de aquella frase; ¿cómo era la frase?

OM - La frase dice que debían ser educados, porque, si no, serían absorbidos, ese es el significado. Es decir, la firmeza del pensamiento, de la cultura. Eso es lo que ha permanecido, por eso Roger Geymonat escribe un libro que se llama "El templo y la escuela", las dos cosas. Y es la colonia que junto con esta y otras forma el departamento.

***

EC - La presencia del profesor Omar Moreira en esta mesa desató una catarata particular de mensajes.

Sonia: "Arriba, Omar. El primer liceo y mixto es nuestro".

"Omar Moreira, mi querido profesor de Literatura, culpable directo de que hoy ame y me dedique al teatro. Salud, Omar. Enrique Sena de León".

Y después hay mensajes más largos, como este de Radi, que dice: "Primero que nada el agradecimiento de todos los neohelvéticos por la presencia del programa en estos días...". ¿Se dice así?, ¿cuál es el gentilicio de Nueva Helvecia?

OM - Neohelvético tendría que ser, ahí está lo subterráneo y tiene una cantidad de cosas subterráneas. El monumento a la Biblia y enseguida más acá está la réplica de la Virgencita de [...]. Emilio Castro, uno de los hombres más inteligentes que conozco, señalaba eso, hay una cantidad de elementos debajo que luchan en silencio civilizadamente. Y los Mormones hacen el formidable templo antes de llegar al pueblo, antes del Evangélico, y después todo lo otro. Y las ocho religiones que hay. Esto para mí es una creación magnífica. [...] eran mercenarios y eso se había terminado en Europa, se pliega a Flores, viene en el 63, era un militar, y al quedar allá sin trabajo se viene, un hombre muy culto, se pliega a Flores, Flores lo rechaza, acusan la rivalidad los dirigentes, lo expulsan, y va a Buenos Aires y viene con muchos mercenarios, perdió la cabeza. Y lo atrapan y lo fusilan cerca de Rosario. ¿Por qué lo de Flores? Yo no sé si algunos suizos... porque Flores vino con la bandera y venía con una cruz blanca para asimilar a la Iglesia.

CM - La cruzada libertadora.

OM - Ahí está. Y otra curiosidad... yo sé que soy un torrente, la culpa la tiene Grompone, porque me dijo que él decía porque se podía estar en Piriápolis y conectado con el mundo, y yo estoy acá, no estoy en Piriápolis, y conectado con el mundo. Y es un enorme paraíso.

EC - Dice este oyente Radi: "El profesor Omar ‘Gaucho’ Moreira no solo es investigador e historiador, exprofesor de Literatura, exdirector departamental de Cultura de la Intendencia, Omar Moreira es fundamentalmente escritor, autor de lo que me parece es una de las primeras novelas históricas que inauguraron un ciclo que después se consolidó con ‘Bernabé, Bernabé’, ‘No robarás las botas a los muertos’ y tantas otras. La novela histórica de Moreira fue ‘Fuego rebelde’, publicada hace más de 30 años".

OM - Fue en el 68.

***

EC - Carlos, ¿qué querías agregar a propósito de aquellos inmigrantes suizos y de otras regiones de Europa que vinieron a esta zona, pero sobre todo de lo que los suizos trajeron?

CM - Me parece muy importante esta conversación sobre un tema más genérico, más colectivo. Hay una película famosa que se llama "El nacimiento de una nación". Cuando uno ve estos hechos, debe ordenarlos con ese criterio general: estos son hechos del nacimiento de una nación. Las naciones nacen en el campo de la cultura, las naciones no se hacen con el territorio, no se hacen con la economía, no se hacen con la acción militar; las naciones se hacen con la acción cultural. ¿Qué sucedió aquí? Que los inmigrantes traían otra manera de pensar, otra manera de concebir el mundo, y llegaron a ser mayoría, que es lo que uno olvida, no es que viniera un puñadito, vinieron muchos puñaditos hasta ser más de los que había, y sacaron al país de lo que Barrán llamó con toda precisión "cultura bárbara", e hicieron la cultura europea. Esto que estamos contando son los episodios de cómo sucede eso de pasar de un nivel cultural a otro. Es un hecho muy importante, porque a eso le debemos la vida.

JUAN GROMPONE:
Me interesa destacar el tema de la libertad religiosa. En las Instrucciones del año 13 se proclama la libertad religiosa, luego en Montevideo aparece un templo inglés, anglicano, que no era católico. Luego viene la inmigración suiza y del norte de Italia, la inmigración valdense, que son de los primeros protestantes que existieron, que fueron muy perseguidos en Europa, anteriores a la Reforma de Lutero, vienen acá y son perseguidos pero finalmente tienen lugar. Es decir que se va conformando a lo largo de todo el siglo XIX un concepto de libertad religiosa y de coexistencia de las ideas contrarias. Y creo que eso, que se termina consolidando en el siglo XX, es una de las características que diferencian al Uruguay del resto de los países de América Latina. Esa tolerancia, ese respeto por las ideas y esa combinación de los diferentes, esos distintos flujos migratorios son lo que hacen que Uruguay sea lo que es. No es un hecho menor todo esto que ocurre; es la suma de grandes pedacitos que arman un mosaico que se llama Uruguay.

MATILDE RODRÍGUEZ LARRETA:
Ayer en la visita que hicimos por la ciudad se nos mostró lo que fue un templo único, cuando las iglesias eran pobres aún entre la Iglesia católica y la protestante del momento –creo que eran las evangélicas– hicieron un solo templo y se turnaban para usarlo. Eso es especialmente interesante también.

EC - Y desde el punto de vista productivo, ¿qué fue lo que trajeron estos inmigrantes, qué tipo de cultura? Trajeron para empezar la producción granjera y la lechera en especial; trajeron incluso herramientas de trabajo que acá no existían.

OM - Incluso piden, piden que traigan palas, porque no había para la construcción.

EC - Es interesante eso, no había acá palas, no había herramientas para trabajar la tierra.

JG - El hotel está decorado con herramientas de todo tipo. Es maravilloso ese paseo de las herramientas.

EC - Habla de lo distinto que era el agro uruguayo en aquellos momentos.

OM - Todo estaba para hacer. Tú hablaste de la biblioteca de Larrañaga, esta es la única biblioteca que se llama Larrañaga siendo fundador de la Biblioteca Nacional. Trae un gran know how, un gran artesanado, que la industrialización estaba dejando afuera, pero acá encontró un siglo y pico, y luego se va a reconvertir. Traen gran artesanado pero también la quesería. Y aparece en el censo de 1868 un quesero lechero, y alguien lo encontró una medalla que era el tercer premio a una vaca en Alsacia. Aquel hombre vino con la medalla, la vaca no la trajo, pero la enterró para no olvidar. Y estaba en esa cuchilla que es propicia para los quesos. La sabiduría popular, la sabiduría del que trabaja, bien dice Mujica que es más difícil ser un campesino que un ingeniero, yo lo creo, y hay ingenieros y profesionales que quiero. Dice que en esa cuchilla no había un pasto, porque de alguna manera malograba el producto, el queso, el paico. Y hubo una familia de queseros que lo recogieron, de los primeros queseros que traían, es un yuyo que si lo comen se refleja en el queso. Por eso los grandes queseros están en esa cuchilla que va desde Valdense, cruza el filo de la cuchilla Canaria, que es la Colonia Española, Colonia Quevedo, Colonia Suiza, y pasa a San José, porque la misma cultura va a Ecilda Paullier.

CM - Es extraordinario que eso suceda en una época en que podía suceder que la misma noche mataran al general Venancio Flores y al presidente Berro. Qué país había tan contrastante con ese, eso que estaba sucediendo del pastito para que la vaca y la granja caminaran sucedía en un ambiente bárbaro, de violencia terrible.

EC - Un oyente, Pablo, dice: "No olviden que, además de herramientas, también trajeron sus armas. Sin ellas, defenderse les hubiera resultado mucho más difícil y no sé si hubieran podido prosperar acá".

OM - Le agrego algo a Maggi. De esa noche trágica un tal Ruben Cotelo decía que era una tragedia shakesperiana, ahí Shakespeare podía inspirarse, matan a Venancio Flores y a Berro en un hecho terrible. Y teníamos entonces el tema de las armas, las armas no les dieron resultado porque estuvieron a punto de perder la colonia, cuando quisieron trabajar como mercenarios terminaron –no sé dónde está el documento, sé que está en Suiza– en San José en un carro con la cabeza cortada al lado. Y lo mismo sucedió en Rosario en una batalla, y a los otros los fusilaros. Estaba toda esa conflictiva. Y esas armas las convirtieron en deporte, otra reconversión formidable, está la institución de 1874 El Tiro Suizo. Lo convirtieron en deporte, cuando estaban haciendo el hotel no jugaban al fútbol, tiraban tiros, pero aquellos fusiles que trajeron todos servían para eso, pero no, seguían dentro de una cosa de neutralidad que los salvó. Y luego en las contiendas del 94 y el 97 los valdenses colaboraron en la parte de salud.

***

EC - Juan, tú querías agregar un apunte.

JG - Quería agregar algo sobre los mercenarios suizos. Son muy famosos, no hay que olvidar que la guardia de la ciudad del Vaticano, del Estado Pontificio, es una Guardia Suiza, y es tan antigua como del 1500 o más, al punto que el uniforme, que todavía existe, fue diseñado por Miguel Ángel. Los mercenarios suizos eran una institución en Europa.

EC - Por eso no es extraño que aquí algunos suizos hayan desarrollado esa actividad profesional en los enfrentamientos que caracterizaban a nuestro país en aquellos años.

JG - Exactamente, tenían siglos de trabajar como mercenarios.

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Transcripción: María Lila Ltaif