De príncipes, sapos y perdices
En algún momento, "todos buscamos, hemos buscado o vamos a buscar pareja". Arrancamos con mamá. Una fenómena: nos alimenta, nos cuida y hasta nos limpia la caca. Seguimos con papá. Casi en seguida aparecen los primeros novios y novias; algunos reales y la mayoría sacados de la ficción, la televisión o los cuentos infantiles; y por ahí nomás ya se arranca a complicar. La búsqueda del "ideal" que implique darnos por satisfechos con la persona que tenemos al lado y abandonar ese estado de exploración continuo se vuelve un trabajo más arduo de lo que pretendemos. De este modo, los consultorios de los psicólogos devienen en una sección para "Reclamos de la Vida Amorosa" y comienzan a desfilar por allí una fauna de personajes de distinta calaña: narcisos, ángeles caídos, pura pintas, candidatos de los padres, con-fundidos, híbridos entre susanitas y mafaldas, entre otros. De esto da cuenta "Pareja Ideal. Se Busca"; el nuevo libro del psicólogo Álvaro Alcuri editado recientemente por Aguilar.